lunes, 3 de junio de 2013

¿Se va a quedar con la pelota en la mano?



Liberación Nacional y No-Reelección (29)


En beisbol se queda con la pelota en la mano, el jugador que no se decide adonde tirarla y, por consiguiente, todos los corredores se embasan y hasta anotan carrera. Es lo que le puede pasar a Capriles si no actúa pronto. No espere más. Decídase que sólo le queda la salida 23-Enero para poner out a El Ilegítimo.

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La oposición mediática/electorera ha sido derrotada. Su estrategia de ganar espacios ha resultado un fracaso. Los ha ido perdiendo uno tras otro. El CNE está totalmente dominado por la tiranía, a la cual reviste de apariencia de legitimidad. De veintitrés gobernadores sólo quedan tres de oposición. De centenares de alcaldías sólo quedan unas pocas. En la Asamblea los diputados de oposición sólo hacen presencia testimonial llevando golpes. La Contraloría, la Fiscalía y la Defensoría están en poder del enemigo. El TSJ igual. Los Tribunales metidos en una sola línea. El Alto Mando Militar cuadrado. La OEA, UNASUR y MERCOSUR comprados. La radio bajo el control del gobierno. La tv peor, porque han tomado Globovisión. Con la compra de la Cadena Capriles, que ya manejaban, inician el mismo proceso con la prensa. En cualquier momento adquieren o asaltan los escasos periódicos independientes que aún quedan. Ahora van por las universidades autónomas, a las que seguirán las privadas.

Con la estrategia mediática/electorera no se han ganado espacios. Al contrario, se han ido perdiendo. Porque esa estrategia partió de un error elemental: legitimar el fraude electoral reconociendo el resultado. Este error explica que, siendo mayoría los demócratas desde el principio, la tiranía comunista siga en pie. Y, desde luego, explica que esa mayoría demócrata haya consentido en votar, una y otra vez, aún sabiendo que la llevaban a un matadero con el cuento de los espacios, pero en verdad con la esperanza de que surgiera algo o alguien que diese un vuelco a la situación. Ese algo o ese alguien tenía que ser un disidente de la oposición mediática/electorera que de pronto hiciese un viraje. No podía ser de otro modo, porque la oposición radical estaba censurada en los medios audiovisuales y execrada por no seguir la línea oficial.

Pareció el 14-A que ese alguien sería Capriles porque, para sorpresa general, denunció el fraude y desconoció el resultado electoral. Entonces se tuvo la impresión de que esta vez tomaríamos, en condiciones muy favorables, el exitoso “camino peruano” que condujo a la caída de Fujimori. Había dado Capriles los dos primeros pasos: agitar precisando que la lucha es por la liberación nacional de Venezuela sometida a Cuba, de la cual es títere el gobierno que se dice venezolano, y luego deslegitimar al elegido por fraude calificándolo de ilegítimo. Faltaría únicamente el desenlace con acciones de calle, aprovechando la coyuntura de la crisis económica: inflación, devaluación, escasez, desempleo, salario de hambre, más inseguridad. Aquí se detuvo sin dar el paso que procedía a continuación. El tiempo se le ha ido en recursos ante el CNE y el TSJ, cuyas decisiones se saben de antemano. Serán a favor de El Ilegítimo.  Mientras tanto, la calle está desierta y el ambiente se enfría. Ir después a las instancias internacionales carece de sentido. Nadie nos va a resolver nuestros problemas. Debemos hacerlo nosotros. Ya lo ha dicho Insulza: ningún miembro de la OEA ha planteado el caso de Venezuela. Entonces allí no está la solución. Nunca lo ha estado.

Seguir, como alternativa, la estrategia de Gandhi sería otro error. Gandhi no era venezolano. Fue un producto de la cultura asiática, muy diferente a la latina y sobre todo a la hispanoamericana. Nuestra idiosincrasia no se ajusta a una estrategia al estilo de Gandhi. Lo que procede, visto que no se completó el “camino peruano” con acciones sucesivas de calle, es tomar la senda de algo ya probado en la historia nacional: el 23-Enero-58. ¿Cómo? Ya lo adelanté en mi artículo: El fin de la oposición mediática.

Hay que tener claro que esto se decidirá con el concurso de militares. Con mayor razón porque la tarea fundamental es liberarnos de Cuba. Se me dice: estos militares están comprados. Les contesto: nunca han dejado de estarlo porque todos los gobiernos buscan comprar a militares, pero lo sucedido en el 58 y en 2002 confirma que los militares se suman a los civiles cuando éstos toman la calle. Pero para tomar la calle, hay que prepararse como lo señala cualquier manual de lucha contra las tiranías, cuya lectura recomiendo a los universitarios.

Ante la indecisión de Capriles, no hay quien le grite hacia dónde debe tirar la pelota?

http://jesuspetitdacosta.blogspot.com

jpetitdacosta@hotmail.com

@petitdacosta

3 comentarios:

  1. No hay una sola senda de solución, debemos atravesar a la vez, varios caminos alternos que lleguen a una sola encrucijada, la que de una vez por todas produzca una sola solución. También, la vía Judicial es otra senda. También llamar a conciencia es una alternativa. El apoyo extranjero es necesario. Y, sí, la protesta activa es definitivamente necesaria.

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  2. este tambien es otra opinion muy acertada, nadie tiene la verdad verdadera http://t.co/dehAlmF5px

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  3. Por cierto, la estrategia de Gandhi, guste o no, funciono porque se uso contra el imperio britanico.

    jorgelazocividanes.wordpress.com

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