martes, 31 de enero de 2017

¿Porqué la democracia derrotó al comunismo en Europa y después el comunismo derrotó a la democracia en Venezuela?


Sin duda varias son las causas, pero en mi opinión hay una determinante: el Estado de Bienestar. Con el Estado de Bienestar la democracia derrotó al comunismo en Europa. Por no haberlo establecido en Venezuela la democracia fue derrotada por el comunismo. Entonces lleguemos a esta conclusión: cuando tengamos democracia de nuevo hay que establecer el Estado de Bienestar, desde luego perfeccionado con la experiencia mundial. Esta debe ser la promesa fundamental.
Desde 1811 hasta 1945 todas las Constituciones proclamaron el Estado Liberal de Derecho, enunciado así por la primera en el Art. 1: “Son derechos del hombre la libertad, la seguridad, la propiedad y la igualdad. La felicidad general, que es el objeto de la sociedad, consiste en el perfecto goce de estos derechos.” Pero nunca fue realidad, porque el país padeció sucesivas tiranías.
En 1947 la Constitución proclamó el Estado Democrático y Social de Derecho en la Declaración Preliminar, siendo más explícita la de 1961, al precisar en el Preámbulo el concepto de Social  dentro los fines de la República: “proteger y enaltecer el trabajo, promover el bienestar general y la seguridad social; lograr la participación equitativa de todos en el disfrute de la riqueza, según los principios de la justicia social y fomentar el desarrollo de la economía al servicio del hombre”; y al consagrar como derecho social fundamental al que sustenta el Estado de Bienestar (Art. 94: En forma progresiva se desarrollará un sistema de seguridad social tendiente a proteger a todos los habitantes de la República contra infortunios del trabajo, enfermedad, invalidez, vejez, muerte, desempleo y cualesquiera otros riesgos que puedan ser objeto de previsión social, así como contra las cargas derivadas de la vida familiar).
Si la democracia hubiera cumplido en Venezuela lo que ella misma proclamó no hubiera sido derrotada por el comunismo, porque ya en Europa se había demostrado que la mejor vacuna contra el comunismo es el Estado de Bienestar, cuyo fundamento es un sistema de seguridad social integral y universal. De haberse establecido, financiándolo con el exceso de renta petrolera que hubo desde los años 70, el pueblo hubiera estado vacunado contra el comunismo.
El error de la democracia fue que, en lugar del Estado de Bienestar que crea en las personas la conciencia de ciudadano, optaron por el asistencialismo que convierte al pueblo en mendigo agradecido del gobernante, el cual amarra así su voto. Este es el sistema populista del clientelismo. Comenzaron a practicarlo los adecos en las elecciones de 1946 y 1947, intercambiando dádivas por la tarjeta blanca. Lo continuó URD con Larrazábal y su Plan de Emergencia de 1958, por el cual arrasó en Caracas y casi gana la elección presidencial. Sucumbieron también los copeyanos a hacer lo mismo. Así, cuando ya no pudieron dar tanto a los que pedían, se le abrieron las puertas a Chávez, que lo transformó en una compra masiva de votos en forma descarada, dándole el nombre “misiones” a la mayor perversión del pueblo.
Fue la democracia la que creó el mecanismo de compra de votos, en forma de asistencialismo o clientelismo, del cual se aprovechó el comunismo para derrotarla y del que sigue aprovechándose para perpetuarse en el poder. Estamos sufriendo las consecuencias de un error histórico de los partidos democráticos. Su ceguera al no verse en el espejo de Europa y asimilar su experiencia del Estado de Bienestar como la vacuna más efectiva contra el comunismo.


CONSTITUCIÓN SOCIAL 1               31-01-17




lunes, 30 de enero de 2017

¿Porqué en una Venezuela cristiana hay una tiranía comunista? (I)


Venezuela es un país cristiano, mayoritariamente católico. Se estima que los cristianos formamos el 90% de la población, repartida así: 78% católicos, 10% protestantes o evangélicos y 2% fieles de otras religiones cristianas. Entonces procede la pregunta: ¿porqué el país es gobernado por una tiranía comunista? Esta es una pregunta clave, sobre todo en estos tiempos cuando, por contraste, todos los países musulmanes tienen gobiernos musulmanes. Y ninguno comunista.
Para entenderlo comencemos por decir que fue a fines del siglo XIX cuando la Iglesia Católica se interesó por la suerte de los oprimidos. Lo hizo cuando apareció el comunismo fundamentalmente ateo. Se encontró entonces con que la prédica del comunismo contra el capitalismo salvaje y a favor de los trabajadores venía vinculada con el ateísmo. El comunismo acusó a la Iglesia de enseñarles a ellos a no rebelarse sino ser sumisos ante sus explotadores. Y que la sumisión iba implícita en la promesa de la felicidad en el otro mundo a cambio de aceptar pasivamente la pobreza como un sacrificio impuesto por Dios. La campaña contra la Iglesia la condensó Marx en la frase: “la religión es el opio del pueblo.”
Al tomar conciencia del peligro que representaba el comunismo para la Iglesia porque unía la reivindicación de los trabajadores con al ateísmo, el Papa León XIII retomó la doctrina del Cristo radical que aparece en los evangelios y planteó la llamada “cuestión social” en su famosa Encíclica Rerum Novarum, dando inicio a la Doctrina Social de la Iglesia, con la cual la jerarquía eclesiástica baja del altar para identificarse con el sufrimiento del pueblo cristiano, oprimido y explotado, y así consagrar la “justicia social” como su misión humana.
En la primera mitad del siglo XX el comunismo tomó el poder en Rusia, un país cristiano pero no católico sino ortodoxo. Inmediatamente después el fascismo, que no predicaba el ateísmo pero sí practicaba la injusticia social  se apodera de Italia, el país más católico de Europa, donde reside el Papa. A continuación el nazismo se apodera de Alemania, un país cristiano pero luterano, con el pretexto de combatir el comunismo. La Iglesia Católica se vio sometida a fuego cruzado: de un lado los comunistas propagando el ateísmo y del otro los nazifascistas persiguiendo las disidencias cristianas.
En esta terrible época la Iglesia aprendió que su Doctrina Social sería apenas un ejercicio teórico sin ninguna repercusión en la sociedad, sino se la convertía en el fundamento doctrinario de partidos políticos comprometidos. Bajo la sagaz dirección del Papa Pío XII la jerarquía eclesiástica de Europa se dedicó a la formación de un liderazgo político demócrata-cristiano, captando a los laicos en los centros católicos de enseñanza. El éxito de esta estrategia se comprobó cuando al término de la Segunda Guerra Mundial el gobierno de Alemania fue demócrata cristiano presidido por Adenauer. Igualmente en Italia el gobierno era demócrata cristiano presidido por De Gasperi.  Así los dos países que fueron líderes del nazi-fascismo pasaron a ser bastiones de la Doctrina Social de la Iglesia. Y como tales organizaron y financiaron la Internacional Demócrata Cristiana, que es la unión de todos los partidos demócratas cristianos del mundo, y el Partido Popular Europeo, que es la suma de todos los partidos demócratas cristianos de Europa.
En la misma época en que se formaron los europeos lo hicieron los escogidos para el liderazgo en América Latina: Rafael Caldera de Venezuela y Eduardo Frei de Chile, quienes fundaron los respectivos partidos demócratas cristianos en sus países.  No por mera coincidencia la etapa dorada de la democracia cristiana en América Latina fue también la etapa dorada de la democracia representativa. Y no por mera coincidencia la decadencia de la democracia cristiana en América Latina ha sido también la etapa más oscura de su historia contemporánea, en la cual el dominio absoluto lo ha tenido el comunismo cubano por medio de la Internacional Narco-Comunista de América (Foro de Sao Paulo). Por ello vale la pena examinar la relación causal entre ambos fenómenos y conectarla con la realidad de la Iglesia en la presente hora.    



DEMOCRACIA CRISTIANA I            30-01-17


sábado, 28 de enero de 2017

Esta es la salida constitucional



Ejecutar los acuerdos de la AN activando la operación Larrazábal II con la desobediencia civil masiva
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La salida constitucional de la crisis pavorosa que sufrimos (económica, social, moral y política) ya está claramente definida. Héla aquí:
1) Ejecutar el acuerdo de la Asamblea Nacional de fecha 9 de enero de 2017 que dice:  Declarar, en consecuencia, y de conformidad con los artículos 232 y 233 de la Constitución, que Nicolás Maduro Moros ha abandonado su cargo, abandonando el principio de la supremacía constitucional establecido en el artículo 7 del texto fundamental, el principio del Estado Democrático de Derecho y de Justicia establecido en el artículo 2 de la Constitución, así como las funciones constitucionales inherentes al cargo de Presidente de la República, especialmente la referida a la obligación de cumplir y hacer cumplir el ordenamiento constitucional y las leyes, establecida en el numeral 1 del artículo 236 de la Constitución.
La ejecución consistiría en obligar a Nicolás Maduro Moros, gobernante de facto desde el 9 de enero de este año, a entregar el cargo, vacante o acéfalo, conforme a la Constitución, que viene usurpando, y hacerlo desalojar el Palacio de Miraflores.
2) Ejecutar, conforme a los Arts. 333 y 350 de la Constitución, el acuerdo de la Asamblea Nacional de fecha 23 de octubre de 2016, que dice: “Declarar la ruptura del orden constitucional y la existencia de un golpe de estado continuado cometido por el régimen de Nicolás Maduro en contra de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el pueblo de Venezuela…y covocar al pueblo de Venezuela a la defensa activa, constante y valiente de nuestra Carta Magna….hasta lograr la restitución del Orden Constitucional.”
La ejecución consistiría en que, hecho lo anterior (desalojar a Maduro del cargo), continuar el proceso de restablecimiento del orden constitucional designando al sustituto. Estando el Vice-Presidente inhabilitado por tener doble nacionalidad, además de ser partícipe en el autogolpe de Maduro, correspondería a la AN designar a quien ejerza la presidencia hasta tanto sea electo, dentro de los 30 días siguientes, el que deba desempeñarlo por lo que resta del período constitucional que vence el 10 de enero de 2019.
3) Ejecutar el acuerdo de la AN de dejar sin efectos jurídicos el proceso de nombramiento de 15 magistrados del TSJ efectuado en diciembre de 2015, después de que la tiranía comunista perdiera la elección parlamentaria. En consecuencia, dichos magistrados, junto con sus suplentes, están usurpando los respectivos cargos.
La ejecución consistiría en forzarlos a entregar el cargo y hacerlos desalojar la sede del TSJ. Correspondería a la AN resolver sobre la provisión de las vacantes mientras sean designados los titulares en la forma que dispone la Constitución.
4) Ejecutar el acuerdo de la AN fecha 13 de octubre de 2016 que dispone: “Desconocer, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 7 y 333 de la Constitución, la autoridad y vigencia de los actos del Poder Ejecutivo y de las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, que contraríen los valores, principios y garantías democráticos y lesionen los derechos fundamentales.”
La ejecución consistiría en reincorporar a los diputados de Amazonas y desconocer el nombramiento de los miembros principales y suplentes del CNE efectuado por el TSJ, forzándolos a entregar los cargos, para que la AN, reconstituida la mayoría calificada, proceda al nombramiento del CNE que organizará la elección del sustituto de Maduro.
Usted se preguntará cómo hacer efectiva esta salida constitucional. Le responderé: activando la operación Larrazábal II autorizada por la misma AN el 13-10-16 en el quinto punto del acuerdo que dice: “Instar a la FAN a coadyuvar en el restablecimiento del Estado de Derecho, de la vigencia de los derechos fundamentales y de los principios democráticos..y velar por el sometimiento de los representantes del Poder Público a la Constitución.”
Así, pues, activar la operación Larrazábal II con la desobediencia civil, para ejecutar los acuerdos de la AN, es la salida constitucional.


Liberación Nacional y No-Reelección (200)



domingo, 22 de enero de 2017

Desobediencia civil para llegar a Larrazábal II



El cogollo colaboracionista hizo que la MUD-AN perdiera el autobús con destino al poder, cuya conducción pasa a los que tomen el volante al estilo 45 o 58
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La docencia nos crea el hábito de repetir para que al oyente le quede claro y no lo olvide. Repito entonces: 1) Desde hace tiempo están dadas todas las condiciones objetivas para salir de Maduro mediante la rebelión popular. Estas condiciones son: a) El colapso económico del país, que se constata en una contracción continuada y agravada y el hundimiento de la moneda convertida en basura; b) Escasez e hiperinflación, calculándose ésta en 1.000% en 2016; c) Empobrecimiento general, desempleo, hambre y pérdida de la calidad de vida; e) Inseguridad extrema, la delincuencia dueña de calles y carreteras; f) Desamparo en caso de enfermedad y accidentes, por carecer de un sistema de seguridad social integral y universal.   
2) Desde 2015 están dadas estas condiciones subjetivas para la rebelión popular: a) Decisión colectiva de salir de Maduro que se expresó en la elección de 112 diputados con el mandato imperativo de hacerlo haciendo uso de las atribuciones constitucionales de la AN; b) Impopularidad de Maduro, a quien rechaza el 80% de los encuestados; c) Ilegitimidad de Maduro por ser títere de Cuba, por ser extranjero o de doble nacionalidad, por haber roto el orden constitucional; d) Descontento general. Hasta los chavistas no quieren a Maduro.
En 2016 la AN debió salir de Maduro. No lo hizo. Confirmándose así que es un instrumento colaboracionista para la perpetuación del gobierno títere de Cuba, causante de las desgracias que padece el pueblo venezolano. Con este fin la MUD pospuso la salida de Maduro para diciembre de 2016 inventando el revocatorio. Le puso el freno al cambio político con el cuento de un revocatorio, que era imposible hacerlo con un TSJ y un CNE en poder Maduro. Dije entonces que era entregarle a Maduro las llaves de la puerta de salida, la que nunca abriría y efectivamente no abrió.
Viendo la MUD que su fracaso conduciría a la rebelión popular, inventó otra treta colaboracionista: el juicio político contra Maduro, difundiendo la creencia de que concluiría con su destitución. Pero no fue así. Resultó ser una escena de teatro bufo, al final de la cual la AN acordó enviarle el expediente a la Fiscal General, que es de Maduro, para que acuse Maduro ante el TSJ, también de Maduro. La mayor burla de los diputados al pueblo que los eligió. Al observar que la reacción del pueblo ha sido el alejamiento de la MUD, inventaron otra treta colaboracionista: declarar la falta absoluta de Maduro por abandono del cargo, pero sin hacerla efectiva. Al principio el pueblo creyó que, por fin, después de un año de mora, la MUD-AN  procedía a cumplir el mandato que le había dado el 6D. Pasadas dos semanas el pueblo ha comprobado que ha sido otro engaño. No están interesados en salir de Maduro, sino en repartirse las gobernaciones. Entonces convocan, no a forzar a Maduro a que entregue el cargo que usurpa desde el 9-E, sino a ir al CNE a exigirle que fije la fecha de la piñata de cargos públicos que son las elecciones regionales. No les importa que el pueblo muera de hambre. Sólo les importa estar ellos en sus buenos cargos gozando de la buena vida y llenándose. Y el pueblo que siga de pendejo votando por ellos.
Pero Dios ciega a los que quiere perder. La MUD-AN ha creado, sin quererlo, la situación ideal para la rebelión popular: una presidencia acéfala, declarada la falta absoluta por abandono del cargo, y un TSJ ilegítimo por haberle sido revocado el nombramiento a los magistrados. Entonces está abierta la puerta para que el pueblo insurja. Y lo haga declarándose en desobediencia civil contra el gobierno ilegítimo o de facto.

Días atrás dije que la MUD-AN ha perdido el autobús con destino al poder. Y que este autobús iba rumbo a Larrazábal II, la parada de los militares, adonde debía llegar a más tardar en febrero. Efectivamente va con este rumbo. Para que no se detenga necesita del combustible DESOBEDIENCIA CIVIL, cuyo suministro corresponde a la ALIANZA LIBERTADORA de radicales y no-colaboracionistas.

Liberación Nacional y No-Reelección (199)


martes, 17 de enero de 2017

Acabemos con este relajo y pongamos orden


Estamos, constitucional y políticamente, en una situación inédita en la historia de Venezuela que demanda solución inmediata.  La caracterizan:
1.- Vacío total de poder.  
Comenzó por el desconocimiento de la autoridad de la AN por el TSJ. El pretexto: el supuesto desacato a la medida cautelar que suspende la investidura de los diputados por el Estado Amazonas después de haber sido proclamados (un error jurídico inexcusable de la más alta magistratura). Con este pretexto el TSJ ha inhabilitado al principal poder público, el primero en la Constitución por ser el representativo de la soberanía popular y como tal elector del TSJ. Y algo más grave: lo ha sustituido de hecho asumiendo inconstitucionalmente sus atribuciones. Un caso de travestismo institucional. Así, pues, no existe de hecho la AN, lo que significa que existe un vacío de Poder Legislativo desde hace más de un año.
La respuesta de la AN ha sido: primero, revocar el nombramiento de los magistrados del TSJ que fueron inconstitucionalmente electos en diciembre de 2015 después de haber perdido las elecciones el partido de gobierno entonces mayoría, lo que fue desacatado por el TSJ. Ninguno de los revocados se ha  desincorporado del cargo, ni siquiera provisionalmente. Ninguno de ellos se ha abstenido de decidir en las causas en que ha sido parte la AN, como están obligados por ley y por ética. Aún más: ellos fueron jueces de sí mismos sentenciando a su favor al declarar nula la decisión de la AN que revocó su nombramiento. No bastándole, se han dedicado sistemáticamente a declarar nulos todos los actos de la AN, llegando al absurdo de anular anticipadamente los actos futuros. Segundo: la AN acordó desconocer la autoridad del TSJ desacatando todas sus sentencias por inconstitucionales y por estar ilegalmente constituido. Así, pues, no existe de hecho el TSJ, concretamente su Sala Constitucional, lo que significa un vacío de Poder Judicial desde hace un año.  
El 9 del presente mes de enero la AN, ejerciendo una atribución privativa suya prevista en el Art. 233 de la Constitución, declaró la falta absoluta del Presidente de la República por abandono del cargo. A partir de este momento, quedó constitucionalmente vacante o acéfala la Presidencia de la República, debiendo asumir el cargo de inmediato el Vicepresidente Ejecutivo hasta tanto se celebre, dentro de los 30 días siguientes, la elección del sustituto que complete el período constitucional que terminará el 10 de enero de 2019. No habiéndolo hecho existe constitucionalmente un vacío de Poder Ejecutivo desde el 9 de enero.
Tenemos, pues, un vacío total de poder. No existe Poder Legislativo, ni Poder Judicial, ni Poder Ejecutivo. Todos se han deslegitimado. Todos se desconocen entre sí. Ninguno acata al otro.
2.- Caos institucional.
Como consecuencia del vacío total de poder estamos en un caos institucional. Un verdadero relajo, agravado por el travestismo institucional llevado al extremo de que el TSJ, además de haber usurpado la función de Poder Legislativo, actúa como poder constituyente sin serlo tampoco, haciendo con sus sentencias una Constitución espuria confeccionada a la medida del Ejecutivo.
Así Maduro, en desacato de la decisión de la AN que declaró su falta absoluta, usurpa la Presidencia de la República que constitucionalmente está vacante o acéfala, y el TSJ, que está a su vez en desacato por negarse a desincorporar a los magistrados cuyo nombramiento fue anulado previamente por la AN debido a su inconstitucionalidad, usurpa la función del Poder Legislativo con el pretexto de que la AN también está en desacato por no haber dado cumplimiento a sus sentencias. 
Este relajo parece una rochela (desacato más desacato, el des-desacatare primero buen des-desacatador será) a la cual debemos poner fin con la mayor urgencia, restableciendo el orden constitucional como nos los ordenan los Arts. 333 y 350 de la Constitución a todos los ciudadanos (civiles y militares). Acabemos con este relajo y pongamos orden.


REFLEXIONES 113                          17-01-17




sábado, 14 de enero de 2017

La AN está obligada a jugársela para hacer cumplir su declaración de falta de absoluta



Porque de lo contrario perderá toda credibilidad provocándose el caos institucional que obligará a civiles y militares a poner orden restableciendo la vigencia efectiva de la Constitución tal como lo ordena el Art. 333.
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Venezuela está sin gobierno legítimo. Hay un vacío de poder. Se ha producido el estado de acefalía. La Presidencia de la República está constitucionalmente acéfala o vacante. Lo está porque Maduro no es presidente constitucional desde el pasado 9 de enero de 2017. Dejó de serlo desde el mismo momento en que la Asamblea Nacional declaró la falta absoluta por abandono del cargo. Y, por su parte, el Vicepresidente Ejecutivo no ha asumido el cargo como le corresponde conforme al Art. 233 de la Constitución mientras se celebra la elección para elegir al sucesor de Maduro, el cual completará el período constitucional iniciado el 10 de enero de 2013 y que terminará el mismo día de 2019. De nada vale lo que resuelva el TSJ por tratarse de una atribución privativa de la AN. Su intromisión sólo crea el caos institucional, porque la AN lo ha deslegitimado previamente desconociendo sus sentencias.
Estando constitucionalmente acéfala la Presidencia de la República se ha producido el vacío de poder, el que debe resolverse a la brevedad. Sólo se resolverá haciendo que Maduro entregue el cargo que usurpa en la actualidad. Para obligarlo la AN debería dar estos pasos:
A)  PREPARATIVOS DE LA EJECUCIÓN:  Ejercer presión haciendo saber internacionalmente que Maduro ya no es constitucionalmente Presidente de la República comunicándolo:
1.- A la ONU, a la OEA y, en general, a todas las organizaciones internacionales, informándole que Maduro ya no es Jefe de Estado y solicitar que lo persuadan de entregar el cargo.
2.- Al Vaticano y a todos los países con los cuales Venezuela tiene relaciones diplomáticas y consulares, informándoles que Maduro ya no es Jefe de Estado y Jefe de Gobierno y, en consecuencia, ya no tiene la representación internacional de Venezuela, ni puede dirigir las relaciones exteriores, ni tampoco celebrar tratados, convenios o acuerdos internacionales.
3.- A la Fuerza Armada Nacional haciéndole saber que Maduro ya no es el Comandante en Jefe y, por consiguiente, no puede ejercer la suprema autoridad jerárquica ni el mando supremo; por consiguiente, la FAN debe persuadirlo a entregar el cargo.
4.- A los entes financieros internacionales informándoles que Maduro ya no es Jefe de Gobierno y, en consecuencia, no administra la hacienda pública nacional, por lo cual no puede ejecutar el presupuesto inconstitucionalmente promulgado ni puede autorizar o contratar empréstitos o contratos de interés nacional.
5.- Al Vaticano para que se abstenga de convocar a diálogo por la ilegitimidad de Maduro y solicitar en cambio que lo persuada a entregar el cargo. 
A su vez, deberá informarse al pueblo de Venezuela, por todos los medios disponibles, que todos los decretos y demás actos administrativos de Maduro son nulos de nulidad absoluta; y, en consecuencia, exhortarlo a desconocer su autoridad y declararse en desobediencia civil, conforme al Art. 350 de la Constitución.
B) EJECUCIÓN DE LA DECISIÓN.
En caso de resistencia obstinada de Maduro, convocar al pueblo a marchar hasta Miraflores el próximo 23 de enero con el único y exclusivo propósito de exigirle que entregue el cargo y permanecer en las calles de todas las ciudades hasta que Maduro se vaya. Simultáneamente, exhortar a la FAN a que haga cumplir la decisión de la AN poniendo fin al vacío de poder generado por la resistencia de Maduro a entregar el cargo que usurpa.
Advertencia: si la MUD-AN no se la juega y se abstiene de tomar las medidas para hacer cumplir su declaración de falta absoluta por abandono del cargo, no sólo hará el ridículo mundial perdiendo toda credibilidad, sino que dejará al país sumido en un caos institucional con total y absoluto vacío de poder por la ilegitimidad de todos los poderes públicos. Entonces civiles y militares estaremos legitimados para proceder a poner orden restableciendo la vigencia de la Constitución, tal como lo ordena el Art. 333, con la consigna: QUE SE VAYAN TODOS.  

Liberación Nacional y No-Reelección (198)

domingo, 8 de enero de 2017

Abandono de cargo con doble ilegitimidad: ¿se atreverá por fin la MUD-AN?


En el inicio de las sesiones ordinarias de la AN en 2017 su presidente ha prometido que Maduro cesará de inmediato en sus funciones por la declaración de abandono del cargo prevista en el Art. 233 de la Constitución, el cual dispone: “Serán faltas absolutas del Presidente de la República….el abandono del cargo, declarado como tal por la Asamblea Nacional.” Tal declaración es un acto privativo de la AN excluido del control judicial. Equivale al voto de confianza en el sistema parlamentario, que al ser negado produce el cese extraordinario o caída del gobierno. Así debe interpretarse. No como ausencia física, que ha sido la interpretación tradicional, sino como la máxima manifestación del control político sobre el gobierno y el modo único y concreto de sancionar la responsabilidad política del Presidente de la República, al no existir el juicio político que sí está contemplado en otras Constituciones de América. Si se tratara de ausencia física la declaración debería fundamentarse en un hecho concreto y en tal supuesto procedería el control judicial. Pero como se trata de un juicio de valor (que, como he dicho, se llama “confianza” en el sistema parlamentario) no está sometido a ningún control externo a la AN.  
Aunque evidentemente procede el “abandono del cargo” imputable a Maduro, creo que no será siquiera discutido y menos aún aprobado por las siguientes razones: 1) La MUD-AN tuvo todo el año 2016 para hacerlo y no lo hizo a pesar de que fue prometido por su anterior presidente; 2) El cogollo colaboracionista de la MUD ha dado muestras evidentes de haber pactado con Maduro su permanencia en el cargo hasta 2019; 3) Los más colaboracionistas dentro de la MUD que son los chavistas disfrazados de opositores (por ejemplo, el Gobernador de Lara) ya han hecho pública su oposición; y, 4) Otros colaboracionistas se excusarán con el pretexto de que, removido Maduro, asumiría el Vice Aissami, hasta 2019, y con esta excusa maniobrarán para evitar que el abandono del cargo sea aprobado antes del día 10; y al triunfar la maniobra, los colaboracionistas emboscados dirán: lo intentamos, pero no se pudo.
Sugiero a los no-colaboracionistas (VP,ABP,VV, CR) que, para dejar sin excusa a los colaboracionistas, propongan que, conjuntamente con la declaración de abandono del cargo, se declare: 1) La ilegitimidad de Maduro, conforme a los Arts. 41 y 247 de la CN, por no cumplir con el requisito de la nacionalidad al no presentar el Certificado de Nacionalidad previsto en la Ley de Nacionalidad y Ciudadanía ni existir en los archivos de la AN la prueba que debió presentar al prestar juramento (partida de nacimiento suya y de sus padres); y, 2) La ilegitimidad de Maduro, conforme al Art. 333 de la Constitución, por haber roto el orden constitucional y dado un auto-golpe, tal como fue declarado por la AN en octubre estando obligada a restablecer la vigencia efectiva de la Constitución para lo cual debe remover a Maduro. Estas dos últimas declaraciones por sus efectos retroactivos (sobre todo la nacionalidad) tendrían por consecuencia la nulidad del nombramiento de Aissami como Vice-Presidente Ejecutivo, ya que todos los actos de Maduro serían nulos por inconstitucionales y, por si fuera poco, Aissami es partícipe del autogolpe que ha roto el orden constitucional.
Hago esta sugerencia sin esperanza de que siquiera el abandono del cargo sea aprobado. Por sus antecedentes colaboracionistas la MUD ha perdido toda credibilidad. Reconozco que este escrito parece apropiado para el Día de los Inocentes que ya pasó.

REFLEXIONES 112                        08-01-17

sábado, 7 de enero de 2017

La Alianza Libertadora 333-350


Con fundamento en estos preceptos constitucionales, urge la alianza de políticos no-colaboracionistas y personalidades civiles con autoridad moral y social
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Cuando comenzó 2016 estas eran la tareas que teníamos pendiente los venezolanos: 1) Liberarnos de Cuba y así recuperar independencia y soberanía que Venezuela ha perdido por la traición a la patria de Chávez y Maduro. Sólo liberándonos de Cuba podremos decidir nuestro destino, el que se viene decidiendo en La Habana. 2) Liberarnos del comunismo importado de Cuba, que se ha implantando progresivamente con la denominación de Plan de la Patria, causante del colapso económico del país y del empobrecimiento general de los venezolanos. 3) Liberarnos de la tiranía, imprescindible para mantener la sumisión a Cuba e implantar el comunismo como Plan de la Patria. 4) Liberarnos del Gobierno títere, presidido por Maduro, que es el instrumento de Cuba para ejercer la tiranía, único modo de imponernos la sumisión y el comunismo. Son, pues, tareas de liberación nacional y por la democracia.
A comienzos de 2016 estaban dadas todas las condiciones objetivas para la rebelión popular. Estaban dadas también las condiciones subjetivas, menos una. Esta era que el cogollo colaboracionista de la MUD había convencido al pueblo de que era posible lograr el objetivo por la vía electoral. El pueblo lo creyó y le dio la mayoría calificada de 112 diputados en la AN. Un año después se ha visto que fue un engaño del cogollo colaboracionista de la MUD. La AN renunció a ejercer sus atribuciones constitucionales para deponer, remover o destituir (según sea la fórmula jurídica apropiada) a Maduro. La MUD-AN convino con éste en dejarlo hasta 2019, mediante esta fórmula: crear la ilusión de un revocatorio para diciembre y luego, ya cerca de la fecha, inventarse un diálogo con bendición papal con el cual encubrir el engaño.
Para comienzos de 2017 siguen dadas todas las condiciones objetivas para la rebelión popular. Además agravadas: 1) Colapso económico que no tiene comparación con ningún otro país de América. No hay producción ni empleo. 2) Hiperinflación como ninguna otra en el mundo,  estimada en 1.000%. 3) Depreciación de la moneda como ninguna otra en el mundo. No tenemos moneda en la práctica. 4) Empobrecimiento general sólo comparable con Haití. Mientras la oligarquía gobernante nada en la riqueza a consecuencia del saqueo a la riqueza nacional, de la cual se ha apropiado, y del narcotráfico en sociedad con las FARC. Una oligarquía que usufructúa el oro negro (petróleo robado al pueblo) y el oro blanco (la cocaína que comercia a gran escala). En conclusión: una situación insostenible para el país e insoportable para el pueblo porque sufre hambre y desamparo mientras la oligarquía comunista gobernante nada en la opulencia.
La condición subjetiva que ya existía, la condena unánime contra Maduro, también se ha agravado. El rechazo a su persona se ha convertido en desprecio, paso previo al odio. Se añade ahora que el pueblo se ha convencido de que no hay salida electoral. Ya nadie cree que sea posible liberarnos de Maduro y de Cuba mediante elecciones. Así Maduro y Cuba han perdido el escudo protector de la MUD-AN, sumida en el mayor desprestigio. Está dadas, pues, la particular condición subjetiva de un vacío de liderazgo en ambos sectores.

Estamos sumidos en la peor crisis de nuestra historia: un país hundido en el colapso y un pueblo sin líderes. No podemos permanecer más tiempo así. Hago un llamado, por una parte, a los políticos no-colaboracionistas (López, Ledezma, Machado) y, por la otra, a personalidades con autoridad moral y social, a unirnos en una especie de alianza libertadora que promueva la unión cívico-militar con el fin de salvar a Venezuela, liberándola de Cuba, del comunismo y de la tiranía del gobierno títere presidido por Maduro, salvando así a los venezolanos del hambre y la miseria, cumpliendo el deber que nos impone la Constitución en los Arts. 333 y 350.


LIBERACIÓN NACIONAL Y NO-REELECCIÓN (197)


La MUD-AN perdió el autobús con destino al poder


Su próxima parada se llama “Larrazábal II”, donde deberían montarse los militares demócratas para restablecer el orden constitucional roto por Maduro, como lo ha declarado reiteradamente la AN
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Ya estamos clarísimos: no hay salida electoral. Nunca la hubo. Era una treta del cogollo colaboracionista de la MUD para disimular su colaboracionismo. No hacer nada que desestabilice al gobierno títere de Cuba, sino esperar la próxima elección. Se hizo evidente cuando el pueblo eligió  a 112 diputados, suficientes para echar a Maduro. Y en lugar de proceder, optaron por el revocatorio fijándolo para fines de 2016, a sabiendas de que no se realizaría. Así ayudaron a Maduro a permanecer en el poder todo 2016, no importa el colapso del país, el empobrecimiento general, la hambruna y las muertes por carecer de medicinas e insumos médicos. Eso nada les importa porque ellos tienen su vida resuelta: cargos, sueldos, comida y diversión. Forman parte de la casta de los privilegiados.
Cuando vieron que el pueblo les estaba dando la espalda, inventaron el cuento del juicio político contra Maduro que concluiría con su destitución. Y lo adornaron con esta promesa: apenas concluido el juicio convocaremos al pueblo para ir hasta Miraflores a entregarle a Maduro la “carta de despido”. Así la llamaron. Nunca pensaron cumplir. Era otra treta para ver si recuperaban la confianza. Y enseguida se delataron. Le pidieron al Papa que les hiciera el favor de hacerlos quedar bien faltando a la promesa. Y quedaron mal ellos y el Papa. Fue peor el remedio que la enfermedad. Al darse cuenta de que el pueblo se desconectaba de ellos, ensayaron un teatro que terminó en payasada. Decidieron hacer el juicio político a Maduro. Y concluyeron con el colmo de la ridiculez: oficiarle a la Fiscal General, que es de Maduro, examinar si hay fundamentos para enjuiciar a Maduro ante el TSJ, que es de Maduro. Ese era el juicio político que tenían prometido. ¿Son o se hacen? Lo son, además de colaboracionistas. Como ya la gente sabe lo que son, podrían abstenerse de estas payasadas que empeoran su imagen.
Todo el mundo esperaba que se reivindicarían haciendo lo que les ordenan los Arts. 333/350 de la Constitución. Declarado roto el orden constitucional por un Golpe de Estado de Maduro, por consiguiente un autogolpe, procede restituir de inmediato la vigencia efectiva de la Constitución, lo cual exige como primer paso deponer o derrocar al golpista, procediendo sumariamente, o sea, sin juicio previo. Al golpista se le somete, junto con los demás complotados. Y es después de someterlo que se le enjuicia. No hacía falta un juicio previo para restablecer la vigencia de la Constitución, sino proceder de inmediato con todos los recursos de que se disponga y del modo que aconsejen las circunstancias. Extremado el purismo jurídico al absurdo de abrirle juicio previo al golpista antes de restablecer la vigencia de la Constitución, entonces por mínima coherencia la conclusión debió ser la remoción, deposición o destitución del golpista, junto con los demás partícipes en el autogolpe, y subsiguientemente declarar restablecida la vigencia efectiva de la Constitución. Y no dejar que sean los partícipes del autogolpe, Fiscal y TSJ, los que decidan enjuiciar o no a su jefe en el autogolpe. Mayor ridiculez imposible.
Se han consumado dos suicidios políticos consecutivos. El cogollo colaboracionista de la MUD se suicidó con el diálogo. Esta semana se ha suicidado la AN con la bufonada de juicio político. Haciendo un símil distinto al de la semana pasada, la MUD-AN ha perdido el autobús con destino al poder que este mes se detuvo largo rato en la parada CAPITOLIO. Pero el autobús no se detiene. La próxima parada será en  “Larrazábal II”, bautizada con este nombre por el Padre Ugalde. Es donde están esperando los militares demócratas, quienes decidirán si suben cumpliendo así su deber ciudadano (Art. 333) de restablecer la vigencia efectiva de la Constitución, fundándose en que, según la AN, está roto el orden constitucional por el autogolpe de Maduro, o se abstienen de hacerlo, desaprovechando la oportunidad de reivindicarse ante el pueblo y así recuperar el prestigio que antes tuvieron.
Llegar a la parada “Larrazábal II” puede tomarle al autobús un mes o cuando mucho dos. Hago el cálculo por la velocidad que lleva debido a la gravedad y profundización de la crisis.  Y a los antecedentes históricos.


Liberación Nacional y No-Reelección (196)