martes, 30 de agosto de 2016

El revocatorio de calle llamado Primavera Árabe


El revocatorio de calle llamado Primavera Árabe (2011) fue la versión actualizada y mejorada del que hicimos aquí en enero de 1958, con diferencias tácticas y técnicas explicables por los 53 años transcurridos desde entonces, aún cuando ambas coinciden en la premisa que sirvió de base a la estrategia: sin militares no es posible derrocar a un tirano. En consecuencia, la acción de los civiles, para alcanzar el éxito, debe provocar que los militares intervengan y fuercen la salida del tirano, cualquiera sea el medio; de lo contrario, está condenada al fracaso.   
1) La clave esta vez: uso masivo de las redes sociales.
El éxito de la “primavera árabe” se debió a la participación de la juventud que, utilizando las nuevas tecnologías, fue capaz de sortear los bloqueos del gobierno a los medios de comunicación. Si eso fue en 2011, ahora en 2016 esta ventaja es infinitamente superior. Las redes sociales facilitan todavía más la rebelión contra las tiranías. No explotar esta ventaja sólo se explica por cobardía.
2) Iniciativa de la sociedad civil: liderazgo colectivo y clandestino.    Las protestas no fueron convocadas ni dirigidas por los partidos. Las convocó la sociedad civil, fundamentalmente la juventud, usando las redes sociales.  Al convocarlas la sociedad civil tiene otra ventaja: dificulta la identificación de los convocantes y, por consiguiente, la eficacia de la represión.
3) Arranque: Hay un día de manifestación que marca el inicio de la rebelión. No importa que la asistencia no sea masiva ese día. Simplemente se trata de activarla.  Veamos: “El día martes 25 de enero de 2011–conocido como Día de la Ira– tuvieron lugar protestas en varias ciudades: El Cairo (apenas 15.000 personas), Alejandría, Suez e Ismailia (equivalentes a Caracas, Maracaibo, Valencia y Maracay). En El Cairo, la policía lanzó gases lacrimógenos y utilizó cañones de agua contra los manifestantes, quienes a su vez lanzaron piedras a la policía, que finalmente, los obligó a retirarse”. Así también lo hicimos aquí en el 58: arrancamos el 21. El desenlace se produjo el 23.
2) Tomar una plaza estratégicamente situada y mantenerse en ella para que sirva de emblema a los fines de la proyección nacional y mundial.
Este fue el segundo paso en Egipto. Al efecto, tomaron  la plaza de la Liberación o plaza Tahrir, la mayor plaza pública del centro urbano de El Cairo. Allí se mantuvieron concentrados. Corresponsales de la BBC informaron que el 30 de enero, el séptimo día de las protestas, los manifestantes en la plaza habían aumentado por lo menos a 50.000 personas y el 31 de enero corresponsales de Al Jazzeera calcularon los manifestantes en 250.000. Al día siguiente, el 1 de febrero, Al Jazeera comunicó que más de un millón de manifestantes se habían reunido en la plaza y las calles adyacentes.
Esto se puede hacer ahora, y no en el 58, porque las televisoras internacionales y las redes sociales transmiten en vivo el desarrollo de los acontecimientos, lo que impide o por lo menos dificulta el genocidio. Todas las agresiones de funcionarios y criminales armados quedan registrados, provocando reacción de condena mundial inmediata. Además videos y fotos transmitidos por las redes servirán de prueba a los tribunales penales internacionales para condenar al tirano a cadena perpetua.
3) Continuar las protestas los días siguientes con un lema.
Los mismos organizadores del «Día de la Ira» y el «Viernes de la Ira» convocaron una protesta que denominaron el «Viernes de la Salida». Exigieron que el dictador dimitiera inmediatamente y fijaron el 4 de febrero como fecha límite. Al Jazeera estimó en más de un millón de personas en la Plaza Tahrir, y aproximadamente medio millón en Alejandría. Otras ciudades fueron tomadas por los manifestantes. En Alejandría, los manifestantes le advirtieron al gobierno que si usaban la violencia contra los manifestantes cairotas, ellos marcharían hacia El Cairo para unirse a las manifestacionesEl dictador renunció y dejó encargado al vicepresidente. Los rebeldes no lo aceptaron y llamaron a la manifestación “Día de la Despedida” y consiguieron el objetivo: el fin de la tiranía. Es importante asimilar la terminología porque lleva implícita el objetivo de cada movilización de masas.
Sin duda, el revocatorio de calle egipcio de 2011 innovó la técnica de la rebelión popular con la aplicación de la tecnología moderna de la comunicación, la cual en 5 años ha avanzado muchísimo más.

REFLEXIONES 100                        29-08-16

lunes, 29 de agosto de 2016

Salir de Maduro ya para salvarnos del holocausto


Convirtiendo la Toma de Caracas en la repetición del 23 de enero
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Usted lo ha visto en las películas. Filas de judíos, con la estrella de David en la solapa, subiendo engañados al tren que los llevaba al campo de exterminio. Fueron seis millones los que murieron en el Holocausto. Su identificación las facilitaba el “jüdenrat”, su consejo local, que les aconsejaba someterse pacíficamente a las leyes nazis. Hacerlo así, se les decía, garantizaba la vida por ahora y algún día la libertad. Sin un gesto de rebeldía caminaron hacia la muerte por hambre, por enfermedad y finalmente bajo una ducha de gas o en un horno crematorio.
Traslade esa imagen a la Venezuela actual. Estamos bajo una tiranía comunista. En tiranía, nazis y comunistas son iguales. Nosotros, los opositores, somos los judíos de aquí. El “jüdenrat”, llamado MUD, nos prohíbe rebelarnos. Hay que someterse a las leyes comunistas. Es la estrategia del pacifismo bobo y el electoralismo a ultranza. Viendo que los judíos comenzaban a dudar de su liderazgo, le prometieron: si el 6D ustedes votan por nosotros, saldremos del tirano enseguida. Votaron masivamente, pero el jüdenrat no cumplió. Su excusa: se corre el riesgo de que haya muertos. Es mejor el revocatorio. Pero para solicitarlo la ley comunista exige que firmemos, reconociéndonos judíos. Y al firmar se nos marca con la estrella de David, entrando en la lista de los enemigos de la tiranía que deben ser exterminados. Dos millones ya tienen la estrella al lado de su nombre en todas las oficinas públicas. Pero el “jüdenrat” convoca a que tomemos a Caracas para rogarle a la tiranía que cuatro millones más de judíos (otra vez, 6 millones) recibamos la estrella de David, poniendo nuestra firma en la solicitud de revocatorio. Como no habrá revocatorio, la firma servirá de pase al tren que nos llevará al Holocausto.  El mismo que vivieron los judíos bajo los nazis: el país convertido en campo de concentración, progresivamente transformado en campo de exterminio, donde iremos muriendo de hambruna, enfermedad, duchas de gas que son los secuestros o de los hornos crematorios a cargo de los criminales cada día más crueles.
Pongamos el ejemplo contrario. Francia fue ocupada por los nazis. Igual que Venezuela por Cuba. Sólo que el ejército francés peleó, el nuestro se pasó al enemigo vergonzosamente. ¿Qué hicieron los franceses? Organizarse en resistencia clandestina. En ciudades y campos de Francia se formaron los grupos de “partisanos”. Su objetivo: poner fin a la ocupación alemana y restablecer la democracia. Lo mismo que deberíamos hacer aquí: poner fin a la ocupación cubana, personificada en el títere Maduro, y restablecer la democracia.  ¿Cómo hacerlo? Se nos presenta la oportunidad el 1S. El jüdenrat o MUD nos ha convocado para que 4 millones más pidamos la estrella de David que nos identifique como enemigos de Cuba y de su títere, con las consecuencias que ya sabemos. Aprovechemos, por el contrario, para hacer lo que hizo la resistencia francesa cuando tomó a París para echar a los alemanes. Tomemos a Caracas para echar a Maduro, títere de Cuba y a todos los traidores a la patria que lo acompañan. Que no nos hemos organizado como los franceses. No importa. Recordemos que, siguiendo su ejemplo, aquí se organizó la resistencia clandestina contra la anterior tiranía militar. Nunca se igualó en número ni en estructura a la francesa. No éramos más de dos mil cuando tomamos a Caracas del 21 al 23 de enero de 1958 y derrocamos al tirano. La clave de la estrategia estuvo: una sola chispa basta para incendiar la sabana cuando la paja está seca, si encendemos la chispa Caracas responderá y cuando los civiles se rebelan los militares se les suman. Y así fue. Esta vez la falta de un movimiento de resistencia clandestina puede suplirse con la multitud y complementarse con algo imposible entonces: que los sucesos de Caracas se repitan, simultánea o sucesivamente, en todos los pueblos y ciudades de provincia como ocurrió con el 19 de abril de 1810.
La Toma de Caracas el 1S es la oportunidad para echar a Maduro de inmediato, o por lo menos activar el proceso para lograrlo en horas o días.

Liberación Nacional y No-Reelección (181)

domingo, 21 de agosto de 2016

Tomar a Caracas para echar a Maduro de una vez


De lo contrario los miembros de la MUD-AN quedarán ante el mundo entero como unos solemnes pendejos
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Anuncia la MUD-AN la Toma de Caracas para el 1S, pero con este objetivo: obligar al CNE a fijar la fecha del revocatorio y de las elecciones regionales (gobernadores y consejos legislativos). Sinceramente es cosa de pendejos tomar a Caracas para no echar a Maduro de una vez, sino para esa ridiculez. Tomar a Caracas es el sueño de todos los líderes de movimiento de masas que se propone forzar al tirano a irse y tomar el poder. Así lo entendió la generación del 58 a la cual me honro en pertenecer. Cuando decidimos tomar a Caracas el 21 de enero de aquel año, siguiendo las directrices de los líderes democráticos de la época, fue para derrocar al tirano y tomar el poder. Nos costó dos días de lucha a sangre y fuego, durante los cuales hicimos cumplir la orden de huelga general. Y al tercer día conseguimos la victoria. Entendimos que tomar a Caracas para pactar con el tirano, dándole tiempo, hubiera sido la más grande pendejada que podíamos cometer, que como tal hubiera registrado la historia haciéndonos quedar en ridículo hasta la eternidad. Tomada Caracas el poder era nuestro, ganado para la democracia. Esa fue la lección que aprendimos de nuestros mayores y la que dimos a las generaciones siguientes.
Nosotros teníamos todo en contra. No contábamos con un Congreso que procediera como debería proceder la AN controlada por la MUD efectuando, en vísperas de la movilización popular, lo que podría calificarse de revocatorio exprés: A) Declarar la falta absoluta del tirano por estas tres causas: 1) Por ser ilegítimo ya que no cumple con el requisito de la nacionalidad exigido por los Arts. 41 y 227 de la Constitución, dejando sin efectos su juramento (Decreto Gramcko); 2) Por estar incurso en abandono del cargo (Art. 233)  ya que ha delegado la jefatura del gobierno en el general Padrino, fundamentando la delegación en un estado de excepción constitucionalmente inexistente porque no fue aprobado por la AN como lo dispone la Constitución; y, 3) Por haber roto el orden constitucional (Art. 333), como ha sido declarado por la propia AN, al constituirse en tirano, siendo además títere de Cuba, a cuyos jerarcas rinde pleitesía, llegando hasta la indignidad de llevarle serenata a Fidel Castro, reconociéndolo así como padrote de Cubazuela, denominación con que se conoce internacionalmente, para deshonra nuestra, a la que fue Venezuela. B) Encargar su ejecución al pueblo soberano convocándolo con este fin para el 1S, al cual se apela, porque la soberanía reside en él, y por cuanto los demás poderes públicos se han alzado contra la Constitución negándose reiterada y manifiestamente a acatar las decisiones de la AN, depositaria de la soberanía popular.
Si este fuere el motivo de la convocatoria Venezuela entera se presentaría emocionada en las calles de Caracas, trasladándose por cuenta propia desde los más remotos lugares, por vía terrestre, aérea y marítima, sin importar edad, sexo, raza y religión, estatura o peso. No habría poder humano que detuviera a la multitud. Militares, policías y bandas criminales serían desbordados y apartados por aquel aluvión incontenible de gente. Y, como sucede siempre, militares de alto rango terminarían sumándose y Maduro huyendo velozmente La Habana antes de caer en manos del pueblo.
Si los señores de la MUD-AN quieren pasar a la historia como los mayores pendejos de Venezuela en dos siglos mantengan su convocatoria con el objeto de rogarle a Maduro, dueño del CNE, que fije la fecha en la cual accede gentilmente a que lo revoquen. Los exhorto a que recapaciten para que tengan en la historia un lugar de honor. Pero si mantienen la convocatoria para esa pendejada, vayan preparando sus maletas porque con Maduro se irán. Cumplimos con advertírselo.

Liberación Nacional y No-Reelección (180)


Recuperemos la honra perdida junto con la libertad


“Por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida” (Miguel de Cervantes en Don Quijote de la Mancha)

Llámase HONRA a la estima y respeto de la dignidad propia. Cuando se la tiene se goza de buena opinión y fama, mereciendo el aprecio y el respeto de los demás. Nos duele decirlo, pero los venezolanos perdimos la honra, junto con la libertad, ganándonos la fama de cobardes. La perdimos:
1.- Cuando toleramos la traición a la patria de Hugo Chávez, quien cedió la soberanía ignominiosamente a Cuba sin que los militares dispararan un tiro ni la MUD haya hecho suya, como tarea prioritaria, la recuperación de la soberanía perdida, lo cual justifica el llamado a la rebelión. Un pueblo sin honra, por estar sometido dócilmente a Cuba, no merece respeto y estimación de los demás.
2.- Cuando civiles y militares aceptamos, pacífica y pasivamente, que nos gobierne un títere de Cuba, obediente a sus dictados, sin rebelarnos  y, lo más grave, sin que la MUD haya asumido, desde entonces, como tarea prioritaria derrocar y encarcelar al traidor a la patria y sus cómplices.
3.- Cuando aceptamos la más grave injuria que Chávez pudo inferir a la dignidad nacional al entregar su cuerpo a Cuba, para que administrara su enfermedad y muerte como asunto exclusivamente cubano, llegándose a la indignidad de que hasta la presente fecha Cuba guarda el secreto sobre donde, cuándo y de qué murió Chávez. Sólo un pueblo sin honra soporta este trato reservado a los cobardes. Y con el agravante de que la MUD ha aceptado pacífica y pasivamente esta humillación al no hacer nada al respecto, ni antes ni después.
4.- Cuando aceptamos que Cuba escogiera al títere sucesor de Chávez decidiendo cuándo y cómo, y que seleccionara para ello a un sujeto de origen desconocido, del cual no sabemos donde nació, quiénes fueron y de donde eran sus padres, donde fue criado y se educó, siendo evidente que fue sembrado aquí por Cuba, luego de haberle dado formación comunista, apareciéndose después de vencidas las guerrillas. Para mayor deshonra la MUD-AN se niega a debatir sobre la nacionalidad de Maduro, sabiéndolo de origen desconocido, que oculta su partida de nacimiento y las de sus padres, así como su hoja de vida. Otra demostración de cobardía que nos deshonra a los venezolanos.
5.- Cuando, sabiendo que Maduro es títere de Cuba, aceptamos que fuera electo en marzo de 2013 mediante fraude, denunciado públicamente, y no nos rebelamos porque la MUD temió que corriera sangre. Dimos entonces la imagen de un pueblo de señoritas que tiemblan y se desmayan al ver sangre, deshonrando el legado de los libertadores que si hubieran actuado  así no nos hubiesen independizado de España y de los líderes democráticos que no vacilaron en lanzar al pueblo a la calle para derrocar a la tiranía dándonos 40 años de democracia.
6.- Cuando aceptamos que la rebelión juvenil de 2014 fuera traicionada. Fue el acto más cobarde de los últimos tiempos, con el cual la MUD nos hizo caer en la mayor deshonra.
7.- Cuando aceptamos que, habiéndole dado a la MUD el poder y el mandato para salir de Maduro usando la mayoría calificada en la AN, no haya hecho nada, perdiendo el tiempo en palabrerías, lo que confirma ante el mundo entero nuestra cobardía deshonrándonos aún más.
8.- Y lo último y más bochornoso por ahora: aceptamos pasiva y pacíficamente que el títere que nos gobierne le lleve serenata a Fidel Castro en su cumpleaños reconociéndolo así como el padrote de Cubazuela, con el riesgo de que, a la fama de cobardes, se nos agregue  la de maricones. Este solo hecho basta para hacer del 1S el revocatorio de calle que fuerce la salida inmediata de Maduro.  
No ha sido el pueblo el culpable de la deshonra del país, pero carga con ella. Ha sido la cobardía de la MUD. Basado precisamente en los antecedentes suyos ahora Maduro, para deshonrarnos aún más, pretende que nos portemos como niñitos buenos amenazándonos con un escarmiento, como los que hicieron Boves, Zuazola y Monteverde a los patriotas, si el pueblo se atreve a convertir el 1S en revocatorio de calle. Es un desafío que coloca a la MUD-AN en esta disyuntiva: cede ahondando la deshonra que ha causado al pueblo venezolano o se reivindica convirtiendo valientemente el 1S en revocatorio de calle, con el cual recuperaremos la honra perdida junto con la libertad.


REFLEXIONES 99                           20-08-16

miércoles, 17 de agosto de 2016

La MUD-AN contribuye a reforzar la imagen de cobardía que tenemos en el mundo


Convendrán ustedes conmigo que es sumamente sospechoso que una AN con mayoría de oposición, que se proclama democrática, se niegue a debatir sobre una cuestión fundamental que concierne a la legitimidad del Presidente de la República y sobre todo a la seguridad nacional, a pesar de que lo proponga formalmente una diputada como lo es la honorable Ing. Melva Paredes, del Estado Aragua. Convendrán ustedes conmigo que, además de sumamente sospechoso ya que para un parlamento democrático no hay ni puede haber tema tabú, es reprobable que unos diputados que juraron cumplir y hacer cumplir la Constitución se nieguen a constatar si efectivamente existe una violación flagrante de la misma al incumplir el Presidente de la República el requisito de la nacionalidad exigido por los Arts. 41 y 227. Convendrán también ustedes que, además de sospechoso y reprobable, es inmoral que unos diputados que fueron electos para salir de Maduro falten a la promesa hecha a sus electores y el consiguiente mandato recibido de ellos al rehuir el debate sobre un hecho que podría ser decisivo para conseguirlo. Y, por último, convendrán ustedes que, además de sospechoso, reprobable e inmoral, es inhumano prolongar el sufrimiento del pueblo por negarse a debatir sobre una cuestión cuya conclusión podría precipitar el desenlace que le ahorraría sufrimiento.
Agreguemos que, por faltar los diputados a su deber y juramento, los venezolanos sufrimos la indignidad y vergüenza de que Venezuela siga siendo Cubazuela, único país de América sometido a otro, gobernado por un títere de Cuba y que le permitamos a este títere la humillación de burlarse de todos no presentando el Certificado de Nacionalidad Venezolana por nacimiento y sin otra nacionalidad, que dispone la Ley de Nacionalidad y Ciudadanía en desarrollo de los preceptos constitucionales citados y, sobre todo, ocultando su partida de nacimiento y las de sus padres, lo mínimo que un país tiene derecho a saber de su gobernante: donde nació como lo saben de sus presidentes todos los demás países; quiénes fueron y de dónde eran sus padres, cuál su nacionalidad, origen y fama: si eran mafiosos, narcotraficantes, delincuentes, fugitivos nazis, o gente de bien.
Era deber de los diputados evitarnos a los venezolanos esta humillación, poniéndole fin al bochorno que sufrimos, convertidos en el hazmerreir del mundo, por tener un gobernante que con su origen oscuro nos avergüenza y deshonra. De esta humillación se han hecho copartícipes ahora los diputados al negarse a restituirnos la dignidad nacional con el debate sobre la nacionalidad de Maduro, que dejaría claro su origen y el de sus padres, tal como la diputada Melva Paredes les ha solicitado, sentando el precedente para el futuro de exigir transparencia respecto a la vida de los gobernantes. A la humillación que nos hace Maduro, al crearnos ante el mundo la imagen de un país sin hombres que se hagan respetar, se le ha agregado la vergüenza de que los investidos de autoridad para devolvernos la dignidad nacional contribuyen al escarnio haciendo mayor el agravio.
Los venezolanos hemos sido agraviados por Maduro haciéndonos aparecer como un pueblo de cobardes, que no defiende soberanía ni dignidad. Esta imagen de cobardía ha sido reforzada por una AN que no atreve a averiguar siquiera quién es el títere que nos ha puesto Cuba.

REFLEXIONES 97                         16-08-16

domingo, 14 de agosto de 2016

Revocatorio de calle: ¿cómo comenzarlo?


Ordenándole el pueblo en la calle a los diputados: vuelvan a la AN a hacer el trabajo que se les encargó de salir de Maduro. Mientras no lo hagan, no tienen derecho a vacaciones
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No habrá revocatorio con votos. Eso era fácil de prever. Bastaba con tener claro lo único de que se sabe de Maduro: 1) Es un títere de Cuba, formado e impuesto por Cuba y, en consecuencia, obediente a la monarquía comunista cubana, la que usa a Cubazuela como propiedad suya en su negociación con Estados Unidos y la Unión Europea; 2) Como títere de Cuba cumple el papel que tuvieron los Capitanes Generales hasta Emparam, que fue pagar a la Corona Española, esta vez la monarquía comunista cubana, un tributo que, para ésta, es de petróleo y dólares, a costa de la pobreza y el hambre de los venezolanos; 3) Como títere de Cuba sigue el modelo económico comunista cubano como está expuesto en los planes sexenales (Plan Socialista 1907-1913 y Plan de la Patria 1913-1919), que responden al sistema comunista de economía dirigida que ensayó la Unión Soviética (planes quinquenales), con resultado catastrófico; 4) Como títere de Cuba aplica el modelo político cubano que es una tiranía militar (no hay dictadura del proletariado), cuyo servilismo se ha asegurado Cuba asociándola al narcotráfico; 5) Como títere de Cuba ha armado un ejército irregular de delincuentes, que a cambio de impunidad, le sirva de contrapeso frente a los militares, de los cuales desconfía a pesar de haber extendido la corrupción en sus filas. En resumen, Maduro no es Maduro. Es Cuba. No se va sino lo echamos, teniendo como ejemplo el 19 de abril de 1810. Sin calle no sale Maduro.
Muchos lo advertimos: en este contexto es imposible que la tiranía acceda a ser revocada. Es cuestión de sentido común. Sugerimos usar simultáneamente todas las formas de luchas: la agitación, las protestas coordinadas y las movilizaciones, poniendo el acento en la crisis económico-social. Dadas todas las condiciones objetivas para la rebelión popular darle lo único que falta para que estalle: liderazgo, cuyo ejercicio requiere valor personal. No tengan miedo, dijo Juan Pablo II a los demócratas que luchaban contra el comunismo soviético. Ellos son pocos, nosotros somos más. Lo mismo habría que repetirle a los venezolanos que luchan contra el comunismo cubano, personificado en Maduro. El miedo nos llevará a la hecatombe. Moriremos de hambre o en el desamparo ante la enfermedad y la delincuencia si no hacemos nada. Pero sobre todo moriremos en la ignominia, por haber demostrado una cobardía a tal extremo que preferimos morir de mengua que morir como todo un hombre, con las botas puestas.
El revocatorio que ya no va, era una excusa de la cobardía. Ahora toca la prueba de la hombría que será el revocatorio de calle: revocar a Maduro y su narcotiranía con el pueblo en la calle. Sería la segunda etapa del revocatorio del 6D, correctamente interpretado por los Obispos como el mandato imperativo dado a los diputados para salir de Maduro. Puesto que no lo han hecho, el revocatorio de calle debe comenzar por reclamar a la MUD-AN que proceda a declarar la falta absoluta de Maduro por estas causas: 1) No cumplir con el requisito de la nacionalidad exigido por los Arts. 41 y 227 de la Constitución, al no haber presentado el Certificado previsto en la ley respectiva junto con los documentos que le sirvan de fundamento. Es inmoral que una MUD-AN que se dice democrática se niegue a debatir siquiera este asunto. 2) Por haber abandonado el cargo de Jefe de Gobierno al delegarlo en el General Padrino (233); y, 3) Haber roto el orden constitucional (333). Esta declaración de falta absoluta se haría ejecutar con el pueblo en la calle, en días sucesivos, hasta que Maduro se vaya.
Es inaceptable que la AN se haya ido de vacaciones sin resolverle el problema a un pueblo que está muriendo de hambre y de mengua, acosado además por la delincuencia. Si la frase célebre del 19 de abril de 1810 fue “vuelva usted al Cabildo”, el lema del 1 de septiembre debería ser dirigida a los diputados: “Vuelvan ustedes a la AN a resolver el problema al pueblo, haciendo el trabajo que se les encargó de salir de Maduro. Ustedes no tienen derecho a vacaciones hasta que no hagan su trabajo. De lo contrario, sus vacaciones serán eternas porque se irán con Maduro. ”

Liberación Nacional y No-Reelección (179)


lunes, 8 de agosto de 2016

Audacia, audacia y más audacia es lo que demanda la situación


Los que no somos diputados debemos unirnos para cumplir el rol de la Sociedad Patriótica en 1811, ejerciendo presión sobre un Congreso timorato hasta  forzarlo, con el empuje del pueblo, a tomar la decisión de salir de Maduro ya
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Una semana más con el país camino a la hecatombe, acelerando el paso hacia el destino fatal: hambruna, mengua, delincuencia y desempleo masivo, los cuatro jinetes del apocalipsis venezolano. Cada día que pasa la vida vale menos. Lo dicen los que saben. Al final de 2016 habrá caído el PIB por quinto año consecutivo, pero esta vez al foso del menos 10% y la inflación no bajará del 700%, conjugándose ambos para que ya estemos en estanflación, una palabra inventada por los economistas para calificar la peor situación que se puede presentar, la cual equivale a terror o pánico por el peligro de muerte en un país donde no hay comida ni medicamentos y la delincuencia se desborda convirtiéndose en azote. Sus efectos los resume Alex Vallenilla con estas palabras: “La estanflación tropical que sufre este país tiene particularidades propias. La población venezolana ve como sus salarios mensuales no alcanzan para comprar ni siquiera alimentos por una semana, además de que el flagelo de la escasez hace mucho más difícil la tarea de abastecerse. En contraparte, las empresas ven como sus ventas se desploman en términos reales, luego que el alza inflacionaria sube mucho más que la velocidad de rotación que tienen actualmente los negocios, debido a que la población no puede comprar rubros diversos por los inalcanzables precios.” Todo conduce, pues, a la quiebra de las empresas y a la ruina de los  ciudadanos, especialmente los pobres que ya hurgan en la basura buscando lo mínimo para sobrevivir. En una palabra, hecatombe. La palabra maldita que define nuestro destino si no lo impedimos actuando ahora mismo.
Estamos, no en una emergencia económica, sino ante una crisis humanitaria que demanda acciones urgentes y sobre todo audacia de la oposición. La primera, urgente e impostergable: salir de Maduro y con él liberarnos del yugo cubano y de la narcotiranía de la delincuencia organizada, sin lo cual no podremos salvarnos de la hecatombe. Esta acción no puede seguir siendo demorada apostando a un revocatorio improbable, que debería quedar como recurso extremo si fracasaren los demás. En una crisis humanitaria lo que está peligro no es la Constitución, ni la AN, ni la MUD, ni los políticos, sino la vida de la gente, comenzando por los pobres. Se trata de salvarnos de la muerte a que estamos condenados por los cuatro jinetes del apocalipsis nuestro. Los primeros en caer son los pobres, y de ellos sus hijos. Y después seguiremos los demás. Nadie escapará de la tragedia, si no se la juega ya por sí mismo y por su familia.
Le hemos propuesto a la AN salir del quietismo y de la abulia y proceder con audacia a salir de Maduro, declarando su falta absoluta así: 1) Dejando sin efectos su juramento y toma de posesión por no haber demostrado su legitimidad de origen presentando el Certificado de Nacionalidad Venezolana, por nacimiento y sin otra nacionalidad, exigido por la Ley de Nacionalidad y Ciudadanía conforme a los Arts. 41 y 227 de la Constitución.  2) Deponerlo por haber roto el orden constitucional, tal como lo declaró la propia AN y lo ratificó la OEA por medio de su Secretario General, aplicando el Art. 333 de la Constitución que ordena a la AN restablecer su vigencia efectiva. 3) Declararlo en abandono del cargo, aplicándole el Art. 233 de la Constitución, por haber delegado la función de Jefe de Gobierno en el general Vladimir Padrino López, fundada en un estado de excepción inconstitucional por no haber sido aprobado por la AN.
Una mujer valiente, la Diputada por Aragua Ing. Melva Paredes, ha dado un paso trascendental en este sentido. Ha emplazado a sus colegas a debatir sobre la primera de las propuestas. Su iniciativa tendrá los efectos de tirar una piedra en un estanque, lo que eso ha sido hasta ahora la AN. Le ha dado a los diputados varones un ejemplo de audacia, sin la cual no se saldrá de Maduro. Nos corresponde a los que no somos diputados unirnos para ejercer el rol que cumplió la Sociedad Patriótica en 1811: presionar a un Congreso timorato para que rompa las cadenas que lo atan a la tiranía y convencerlo de que, si se atreven a hacerlo, el pueblo saldrá masiva y fervorosamente a la calle a hacer ejecutar su decisión y después a celebrarla.
No tengan miedo, señores de la MUD-AN. Sigan el ejemplo de la diputada Paredes. Decídanse. Su demora es inhumana.


Liberación Nacional y No-Reelección (178)