Liberación Nacional y
No-Reelección (32)
Los políticos de oposición pueden
esperar 14 años más, porque son empleados públicos (alcaldes y gobernadores).
Nosotros, los que padecemos sin paraguas la tragedia que nos ha echado encima
el gobierno títere de Cuba, no podemos esperar más. Exigimos acción en forma de
oposición de calle.
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Cuba nos instaló su títere el
08-12-2012. Tiene, pues, seis meses usurpando el cargo, con reconocimiento
internacional. La MUD y su candidato ya no cuentan. Se los acaban de decir el
presidente de México, después del Perú, de la audiencia del Papa Francisco y de
la gira europea. Es comprensible, porque antes de que ellos hablaran la MUD se
había rendido. Lo hizo cuando aceptó complacida la invitación para la piñata de
cargos públicos (elecciones municipales) con la cual El Títere celebrará su
primer año en el poder (08-12-2013). La MUD se prepara entusiasmada para la
fiesta cumpleañera.
No contemos con la MUD para salir
de la tiranía comunista. Nos toca a nosotros, como sociedad civil, actuar en
consecuencia. ¿Cómo actúa la sociedad civil? Haciendo oposición de calle. Para
saberla hacer hay que comenzar por determinar los flancos del jefe del enemigo
para ir creando las condiciones subjetivas.
Es, ante todo, un títere de Cuba,
puesto por Cuba para continuar su dominio sobre Venezuela y explotar su riqueza
petrolera. En doscientos años de historia republicana sólo ha habido aquí dos
gobernantes títeres: el difunto y su heredero. Al difunto lo eligió el pueblo y
fue después de electo que traicionó a su patria. El heredero fue escogido por
la monarquía comunista cubana. Entonces la liberación nacional es la tarea
fundamental, apelando al patriotismo. ¿Que está adormecido el sentimiento
patriótico? No es verdad. Sólo está desorientado por la prédica del difunto,
que lo dirigió contra Estados Unidos y no contra Cuba, país ocupante. Tuvo éxito porque no hubo oposición con la
prédica contraria. Nos toca hacer que el patriotismo funcione contra Cuba hasta
provocar la ruptura.
Es un gobernante ilegítimo.
Primero fue puesto por una interpretación acomodaticia de la Constitución
inventada para complacer a la monarquía comunista cubana. Y luego se “robó las
elecciones”, según opinión general fundada en hechos ciertos e indubitables,
denunciados ahora por observadores internacionales. Su ilegitimidad no tiene
cura. Lo acompañará, como estigma, por los siglos de los siglos. ¿Motiva la
ilegitimidad una reacción popular? Desde luego, si se la provoca. En una crisis
económico-social la ilegitimidad es factor decisivo.
Es un infiltrado. Hasta ahora no
ha podido probar que es venezolano por nacimiento. Esconde la partida o acta
que lo prueba. Sus acompañantes se contradicen: que nació en El Valle, que fue
en Catia, que en Valle Abajo, que en Táchira. No aparecen el partero, ni la
clínica, ni los testigos. Es lo cierto que su madre es colombiana. Se presume
que su padre también lo sea. En consecuencia, al nacer adquirió la nacionalidad
colombiana por filiación (jus sanguinis). Su cédula venezolana no dice que lo
sea por nacimiento. Ni que haya renunciado a la doble nacionalidad. En resumen,
existe en contra suya, por los indicios, la presunción de haber nacido en
Colombia y tener la doble nacionalidad, luego de adquirida la nacionalidad
venezolana, en el supuesto de que lo haya hecho legalmente. Esta presunción nos
conduce a considerarlo un infiltrado (el que ha penetrado subrepticiamente en
país extranjero para tomar posiciones claves). ¿Quién lo infiltró? La monarquía
comunista cubana, que lo adoctrinó y adiestró a fines de los 80. ¿Quiénes eran
sus compañeros entonces? Jóvenes comunistas colombianos, por los cuales lo
hemos sabido. ¿Quiénes le ayudan a ocultar la infiltración? Está por verse. No
descartamos que sea el gobierno colombiano, porque le beneficia tener a un
connacional como Comandante en Jefe de la FAN. Pero en verdad conviene más a
las FARC, que ahora tendría de Comandante en Jefe de la FAN a un compañero
comunista colombiano. Es el premio gordo de la lotería jamás soñado, lo que
explicaría que hayan subido la apuesta en las conversaciones de paz. Tienen el
as en la mano. ¿Es este un flanco por donde atacarlo? Desde luego, el mayor. El
que esconda su partida de nacimiento que, según opinión predominante entre
colombianos, prueba haber nacido en Cúcuta, es su mayor debilidad, porque la
nacionalidad colombiana y/o la doble nacionalidad provocarían su destitución
inmediata.
Atacar al jefe enemigo por sus
flancos más débiles: traición, fraude y engaño, oponiéndole los valores:
SOBERANÍA, CONSTITUCIÓN Y VERDAD, para crear las condiciones subjetivas de la
reacción popular.
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