viernes, 29 de noviembre de 2013

LA CONSECUENCIA DEL PLEBISCITO: RENUNCIA MADURO O RENUNCIA CAPRILES


La MUD y Capriles sostienen que las municipales son un plebiscito. Tomémosle la palabra y veamos las consecuencias.
En el supuesto negado por imposible de que la MUD gane la mayoría de las 335 alcaldías, cuál sería la consecuencia jurídica? Ninguna. En efecto, constitucionalmente las municipales no tienen nada que ver con el ejercicio de la presidencia de la República. Desde los años 80 se las separa de la elección presidencial para que ésta no las contamine y el debate se centre en los problemas locales. Políticamente es diferente. Procedería exigir la renuncia inmediata de Maduro. Capriles y la MUD estarían obligados a demandarla lanzando la gente a la calle al estilo de la “primavera árabe” hasta que consigan que se vaya. ¿Lo harán? Sus antecedentes hacen pensar que no. Pero si no lo hacen habrán engañado a sus electores, víctimas de una publicidad engañosa. En este caso, quienes deberían renunciar son Capriles y la MUD.
En el supuesto probable, a causa del sistema electoral fraudulento, de que el PSUV gane la mayoría de las alcaldías, podría considerarse Maduro ratificado en la presidencia? No, en absoluto, por las mismas razones constitucionales expresadas antes. Pero, en cambio, sería una derrota política de Capriles y la MUD, con efectos plebiscitarios conforme a su propaganda, por cuyo motivo deberían renunciar de inmediato a seguir dirigiendo la oposición. No tendrían otra salida honorable. Si no renuncian, su liderazgo debe ser repudiado por su fracaso reiterado (4 derrotas consecutivas en un año).
El 8D debe renunciar Maduro o, en su defecto, Capriles y la MUD.
REFLEXIONES 25                                                            29-11-2013

domingo, 24 de noviembre de 2013

El plan cubano para domesticar a la oposición


Liberación Nacional y No-Reelección (51)

El proyecto cubano preveía manipular a la oposición para que le preste la careta democrática al comunismo. Es hora de quitársela.
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El primer paso fue eliminar la financiación de los partidos por la República. En efecto, no aparece en la Constitución del 99, como se estila en las democracias occidentales y se venía haciendo en la vieja democracia venezolana. Al no haber financiación oficial de los partidos, con cargo al presupuesto nacional, desaparecen los partidos nacionales, o por lo menos se reducen a su mínima expresión. Es lo que ha sucedido. No hay actualmente en la oposición partidos nacionales de masas. Quedan los restos mortales de AD y COPEI. Su lugar lo ocupan los minoritarios partidos regionales, apéndices de los gobernadores electos, quienes los sostienen con el presupuesto del Estado respectivo. No son partidos doctrinarios, sino clientelistas, puestos al servicio de la ambición reeleccionista del gobernador, tan grande como la del difunto, tanto que ninguno ha prometido no hacerse reelegir más. Como el gobernador y su partido viven del presupuesto regional, la tiranía comunista los engancha por allí. Los integra al sistema, ya que sin el cargo no son líderes y sin el presupuesto carecen de maquinaria. Amarrarse al cargo es cuestión de sobrevivencia política, por lo cual deben renunciar a cualquiera otra forma de lucha distinta a la electoral, por ejemplo la lucha social, no sólo por incompatibilidad con el cargo, sino porque pone en peligro su estabilidad.  
Quedaban, sin embargo, dos vías de escape: la financiación extranjera y la financiación privada. Con el control de cambios se impide la extranjera y con leyes represivas se la persigue. En cuanto a la empresarial se fue estrechando el cerco en la medida que avanza el comunismo.  Con la maldad propia de la monarquía comunista cubana se fue ejecutando una estrategia de asfixia para que terminaran los partidos de oposición dependiendo de la burguesía colaboracionista (boliburguesía) y así, indirectamente, de la tiranía comunista. El plan se ejecutó en tres etapas: 1) Eliminación progresiva del empresariado agro-pecuario que, por ser nacionalista, constituía un peligro para el proyecto comunista importado de Cuba. Esto se hizo mediante invasiones, confiscaciones e importaciones. Cerrada esta fuente nacionalista de financiación de los partidos de oposición, se pasó a la segunda etapa. 2) Eliminación progresiva del empresariado industrial que, por ser nacionalista, constituía otro peligro para el proyecto comunista importado de Cuba. El desmantelamiento del aparato industrial trajo por consecuencia la imposibilidad de aportes a las campañas políticas. Y, 3) Fortalecimiento de la burguesía colaboracionista, fundamentalmente financiera e importadora, favoreciendo su enriquecimiento con su participación en el saqueo al Tesoro Nacional. En esta etapa del proyecto comunista se le ha asignado a la burguesía colaboracionista, que se enriquece haciendo negocios con el gobierno, darle a la oposición el “abrazo de la muerte” para inmovilizarla antes de asestarle el “golpe de gracia” después de las municipales, cuando el comunismo se implante definitivamente.
Ahora mismo la mejor manera, aunque no la única, para salvarnos del comunismo en la raya, es la de que rompan con la oposición electorera los que, siendo críticos, aún permanecen dentro de ella y se sumen a los radicales en una estrategia común que use todas las formas de lucha, sin descartar ninguna, incluyendo desde luego la ineludible alianza cívico-militar.

lunes, 18 de noviembre de 2013

SIN OPOSICIÓN EL COMUNISMO LLEGA A SU FASE CULMINANTE


Con la Habilitante entramos en fase de implantación definitiva del comunismo, al cual la MUD le abrió las puertas al no confrontarlo directamente haciéndole oposición de calle
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Para entender los últimos acontecimientos hay que partir de estas premisas:
1.-  El proyecto político de Cuba para Venezuela es la implantación del comunismo, a los fines de la fusión de ambos países (Confederación Vene-Cuba) que ya existe de hecho.
2.-   El proyecto cubano prevé la implantación del comunismo en Venezuela en tres etapas: en la primera, 1999-2006, se cumplió el objetivo con la eliminación de la institucionalidad democrática y concentración de todos los poderes públicos (totalitarismo-tiranía); en la segunda, se empezó la construcción del comunismo (Plan Socialista 2007-2013); y la tercera, que está pendiente de ejecución, tiene por objetivo la implantación definitiva del comunismo (Plan de la Patria 2013-2019).
Al disponerse a entrar en la tercera etapa, el proyecto sufrió un tropiezo: la muerte del difunto después de reelecto. La monarquía comunista cubana lo resolvió escogiendo como sucesor al títere cuya sumisión había probado cuando ejercía el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela. Ya sabemos que desde entonces la Cancillería ha estado en La Habana, desde donde se dirige la política exterior de Venezuela.  En consecuencia, cada vez que analicemos las medidas que anuncia Maduro, recordemos que él es un títere puesto en la presidencia de Venezuela por la monarquía cubana para ejecutar la tercera etapa del proyecto comunista bajo la dirección de los hermanos Castro (Fidel y Raúl). No importa que Maduro sea ignorante o inculto. Por él piensan los Castro. Y a él lo asesoran los agentes cubanos destacados por los Castro en Venezuela.  Ante lo que dice y hace Maduro debemos preguntarnos: ¿qué se proponen con eso los Castro y su corte de cubanos?
Está claro entonces que Maduro fue escogido por los hermanos Castro para ejecutar la tercera etapa del proyecto comunista en la cual Venezuela se convertirá en otra Cuba, facilitando la existencia formal de la Confederación Vene-Cuba que ya funciona de hecho bajo el dominio cubano. Cumplido el requisito electoral, valiéndose de un fraude masivo y descarado, Maduro solicitó una Ley Habilitante con el fin de darle apariencia de legalidad a la implantación del comunismo con la denominación neutra de Estado Comunal, eufemismo para no llamarlo Estado Comunista como debería ser. Esta es, pues, la finalidad de la Ley Habilitante: instaurar el Estado Comunista.
Para encubrir la finalidad de la Ley Habilitante, el títere de Cuba motivó su solicitud afirmando que se proponía hacerle la guerra a la corrupción. La demora de meses para conseguir el apoyo parlamentario suficiente, dio tiempo a que se hiciera evidente el colapso del proyecto comunista antes de la ejecución de la tercera etapa. Todo indicaba la inminencia de un estallido social que acabaría con el proyecto comunista derrumbando el régimen, a pesar de no haber oposición sino comparsa electoral.
Ante la inminencia de un estallido social la monarquía comunista cubana decidió dar un giro táctico: adelantarse desviándolo y encauzándolo contra los empresarios. La línea política que bajaron fue negar el fracaso del proyecto comunista. No hay tal colapso. Todo lo malo que estamos viviendo se debe a la “guerra económica” de la burguesía. En consecuencia, hay que castigar a la burguesía saqueándoles sus negocios. Acatando esta línea de sus amos cubanos, los títeres en Venezuela han promovido saqueos de negocios, pero selectivos y controlados. De este modo creen haber conseguido la justificación socio-política de la Habilitante, ya como instrumento directo contra la burguesía y, en consecuencia, para implantar el comunismo.  Por este motivo anuncia ahora que su primer decreto-ley será, no ya contra la corrupción porque este pretexto perdió vigencia, sino contra la especulación, que es mucho mejor porque permite ir directo a la eliminación de la propiedad privada.
¿Porqué Maduro ha podido conseguir todo lo que se proponía? Porque no tiene oposición. La MUD no ha enfrentado el comunismo frontalmente, como cuestión de vida o muerte, por lo cual ha sido apenas comparsa electoral.
@petitdacosta

domingo, 10 de noviembre de 2013

Los cubanos le dan un giro político al colapso de su proyecto en Venezuela


Cada vez que analicemos las medidas que anuncia Maduro, recordemos que él es un títere puesto en la presidencia de Venezuela por la monarquía cubana para ejecutar la tercera etapa del proyecto comunista bajo la dirección de los hermanos Castro (Fidel y Raúl), que como sabemos son unos malvados. No importa que Maduro sea iletrado e inculto. Por él piensan los Castro. Y a él lo asesoran los agentes cubanos destacados por los Castro en Venezuela.  Ante lo que dice y hace Maduro debemos preguntarnos: ¿qué se proponen con eso los Castro y su corte de cubanos?
Partiendo de esta premisa (Maduro es un títere de los Castro para la implantación del comunismo en Venezuela), podemos ver con claridad lo siguiente: El proyecto cubano entró en colapso antes de llegar a la meta. Quedaba modificarlo dando un paso atrás, tal como lo ha propuesto el comunista H. Dieterich, o avanzar hacia el comunismo sin más demora. Los Castro optaron por esto último para aprovechar la debilidad de la oposición en este momento. Por una parte, la MUD sigue en su papel de comparsa electoral. No le importa el comunismo siempre que sus miembros estén enchufados, puesto que no lo combaten frontalmente. Por la otra, los “auto-convocados” constituyen un indicio de que existe la búsqueda de nuevos líderes que hagan oposición de calle, trasladen la lucha de lo electoral a lo social y concreten una alianza cívico-militar nacionalista y democrática. Indica que algo está en camino por lo cual los Castro decidieron actuar ya. Pasaron al ataque presentando el colapso como una guerra económica de la burguesía contra el pueblo, al cual convirtieron así en soldado inconsciente del comunismo contra la propiedad privada, que es precisamente su objetivo. Para estar seguros del éxito de su estrategia comenzaron con un ensayo el 9-N. De este ensayo hablaremos mañana.  
REFLEXIONES 23                                                            10-11-13

La orden de Cuba: avanzar hacia el comunismo


Para entender los últimos acontecimientos hay que partir de estas premisas:
1.-  El presidente ilegítimo de Venezuela es un títere de Cuba, puesto allí para cumplir sus órdenes.
2.-  El proyecto político de Cuba para Venezuela es la implantación del comunismo, a los fines de la fusión de ambos países (Confederación Vene-Cuba) que ya existe de hecho.
3.-   El proyecto cubano prevé la implantación del comunismo en Venezuela en tres etapas: en la primera, 1999-2006, se cumplió el objetivo con la eliminación de la institucionalidad democrática y concentración de todos los poderes públicos (totalitarismo-tiranía); en la segunda, se empezó la construcción del comunismo (Plan Socialista 2007-2013); y la tercera, que está pendiente de ejecución, tiene por objetivo la implantación definitiva del comunismo (Plan de la Patria 2013-2019). Para 2021 el comunismo, en cuanto sistema político-económico, podrá declararse irreversible, tal como lo establece la Constitución de Cuba.
Al disponerse a entrar en la tercera etapa, el proyecto sufrió un tropiezo: la muerte del difunto después de reelecto. La monarquía comunista cubana lo resolvió escogiendo como sucesor al títere cuya sumisión había probado cuando ejercía el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela. Ya sabemos que desde entonces la Cancillería ha estado en La Habana, desde donde se dirige la política exterior de Venezuela, habiendo sido Maduro apenas su vocero.
Ha surgido ahora otro problema: el proyecto comunista de Cuba para Venezuela entró en colapso, lo que obligó a decidir si se daba un paso atrás, como lo hizo Lenin en su momento, o avanzar a todo riesgo hacia el comunismo. Cuba y sus títeres han optado por esto último tomando en cuenta que el gobierno títere no tiene oposición a la cual temer. La MUD es simplemente una comparsa electoral.
Con estas premisas podemos hacer el análisis correcto de la situación.
REFLEXIONES 22                                                            10-11-13