sábado, 14 de diciembre de 2019

BALANCE POLÍTICO DE 2019 (II)

Por el vacío de liderazgo y absoluto de legitimidad estemos vigilantes y preparados porque en cualquier momento, como lo enseña la historia, puede producirse el suceso con el cual vendrá el que esperamos
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Termina 2019: año 20° del dominio de Cuba sobre Venezuela y 7° del títere Maduro al frente de la narcotiranía comunista de la delincuencia organizada.

Terminamos 2019 con dos presidentes títeres: Maduro títere de Cuba y Guaidó de la MUD colaboracionista. Ambos cohabitan en el mismo territorio. Con dos asambleas nacionales: la AN controlada por los colaboracionistas, legítima de origen pero en proceso de deslegitimación por el colaboracionismo, y la ANC (Constituyente), controlada por los comunistas títeres de Cuba, ilegítima de origen y de ejercicio. Ambas asambleas cohabitan en el mismo territorio y comparten la misma sede física. Con dos tribunales supremos de justicia: el TSJ de la narcotiranía títere de Cuba, ilegítimo de origen y desempeño, y el TSJ en el exilio, legítimo de origen pero en proceso de anulación por los colaboracionistas. Son los únicos que no cohabitan ni comparten territorio y sede.

Es un caso insólito el venezolano por esquizofrénico que sólo tiene una explicación: ambos títeres y ambas asambleas cohabitan porque son gemelos y coadyuvan al mantenimiento de la tiranía. Los títeres no temen a los colaboracionistas, precisamente porque son colaboracionistas y al serlo son inofensivos para la tiranía, absteniéndose de hacer algo efectivo para derrocarla. Se limitan a montar un entretenimiento para distraer al público, como ha sucedido este año.

Terminamos 2019 con el títere Maduro execrado por el 90% de los venezolanos que piden expulsarlo del poder YA. Y con el títere Guaidó desconocido por el 80% de los venezolanos que le han retirado su confianza. Ninguno de los dos tiene pueblo.

Terminamos 2019 con una Asamblea Nacional colaboracionista que ha perdido el apoyo del 85% de los venezolanos y con una Constituyente títere que jamás lo tuvo, además sin reconocimiento internacional. Ninguna de las dos asambleas tiene pueblo.

Institucionalmente terminamos 2019 como un país descabezado, con un vacío político inmenso. Pero con un pueblo que no se ha resignado ni entregado, sino sufre de desánimo por una crisis de fe. Enseña la experiencia que  un país no puede estar así mucho tiempo y que todo vacío de liderazgo tiene los efectos de una aspiradora porque alguien lo llena. Es una ley matemática de la política, por lo cual podemos decir que algo y alguien deben estar en camino, confirmada por la historia de Venezuela. Los últimos ejemplos en el siglo XX: 1958 y 1992.

Hablemos entonces sobre organización, estrategia y mensaje, para alumbrar el camino de la insurgencia de quienes, civiles o militares, se llenarán de gloria. Es la recomendación que viene desde Cristo en circunstancia semejante: “ESTEMOS VIGILANTES PORQUE EN CUALQUIER MOMENTO VENDRÁ EL QUE ESPERAMOS.” Estar vigilante significa preparar mensaje, estrategia y organización para alumbrar el advenimiento.

13-12-19

viernes, 13 de diciembre de 2019

BALANCE POLÍTICO DE 2019 (I)

La gente no se ha entregado. Sólo está desanimada porque no ve un liderazgo y un camino. Hay que dárselo
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Termina 2019: año 20° de la dominación de Cuba sobre Venezuela y 7° de la narcotiranía de la delincuencia organizada presidida por el títere Maduro.

Que la dominación de Cuba sobre Venezuela haya durado 20 años y aún continúe, es motivo suficiente para relevar a los dirigentes políticos, supuestamente de oposición, por ineptos. Podríamos esperar su relevo si en sus partidos se practicase la democracia interna: elecciones primarias o convenciones cada dos o tres años y junta o comité ejecutivo que se reuniese semanal o quincenalmente. Pero no son partidos sino movimientos electoreros, propiedad privada de sus fundadores. En consecuencia, no cabe esperar que surja en ellos disidencias o posiciones críticas que cambien su estrategia y sean factores decisivos en el derrocamiento de la narcotiranía títere de Cuba. Con Guaidó se hizo evidente esta lamentable realidad porque, habiendo tenido poder de masas para imponer un cambio político y encabezar una auténtica oposición, optó por ser títere del jefe-fundador de su partido, en el cual no hay democracia interna, y, por su intermedio, títere de la MUD, donde tampoco hay democracia interna en los partidos que la forman.

Sucede que los movimientos electoreros de propiedad privada no sólo son ineptos por electoreros sino electoreros por colaboracionistas y colaboracionistas por corruptos. Varios son creaciones del sistema, ideados y subvencionados para dividir y debilitar a los partidos tradicionales (UNT y VP fraccionan a AD- los tres de la Internacional Socialista- y PJ fracciona a COPEI-los dos de la Internacional Demócrata Cristiana). A su vez, los partidos tradicionales-AD y COPEI-cayeron en poder de la “sargentería” (así bautizó el difunto Manuel Alfredo Rodríguez a los segundones de ambos partidos ayunos de ideología y moralidad porque conciben y practican la política como negocio de tráfico de cargos y contratos a todo nivel).

Precisamente por este motivo, fallecido Chávez no cayó la tiranía, sino se produjo en los años siguientes la reafirmación del títere Maduro que, hasta la presente fecha, ha durado más de los cinco años correspondientes a los presidentes de la democracia. Chávez, por ser militar, conocía a los militares y por conocerlos los pervirtió. Maduro conoce a los políticos de la sargentería (porque él es uno de ellos) y por conocerlos los pervirtió.

Vemos entonces que la narcotiranía títere de Cuba tiene dos partidos: uno en el gobierno, el PSUV, y otro pelele de oposición-la MUD (tal como lo hubo en la Alemania Comunista denominada por ello República Democrática de Alemania-RDA). Aquél es gobierno de fachada (Cuba es el verdadero gobernante) y ésta colabora ocupando el espacio que corresponde a la rebelión popular para impedir o desactivar la que inicie espontáneamente la sociedad civil. Fue lo que sucedió con las iniciadas en 2014 y 2017, desactivadas por la MUD. Y lo que viene sucediendo desde entonces, que explica el desánimo de la gente. Es desánimo pero no entreguismo. Lo prueba el rechazo a Maduro  (de quien anhelan salir ya) y a la MUD simultáneamente que reflejan las encuestas, rechazo que se expresa con tanta dureza contra Guaidó por haberse comportado como títere de la MUD defraudando a la inmensa mayoría que esperaba verlo encabezar el viraje.

¿Qué hacer entonces? Puesto que la gente no se ha entregado, sólo está desanimada porque no ve un liderazgo y un camino, hay que darle ese liderazgo que la ponga en el camino de la liberación. Es lo que debemos debatir y decidir ya.

12-12-19

domingo, 8 de diciembre de 2019

El pueblo quiere salir de Maduro YA



El que lo complazca, militar o civil (que no será Guaidó) se llenará de gloria

1.- La última encuesta de MEGANALISIS confirma que el 86,1% de los 25 millones de venezolanos que permanecemos en el país, o sea, 21,5 millones, rechazamos a Maduro. Si les sumamos 5,1% que tampoco lo apoya, puesto que no contesta afirmativamente, resulta que Maduro tiene en contra al 91,2% (22,8 millones) de los venezolanos que estamos en el territorio nacional, contando apenas con el apoyo de 8,7% (vale decir, 2.1 millones), una minoría ínfima relativa.

Conclusión 1: Maduro no tiene pueblo.

2.- La misma encuesta muestra que el 86,6% (o sea, 21,6 millones de los venezolanos) queremos que se vaya ya, sin más demora. Queremos, pues, salir de Maduro por cualquier medio. Sólo 8,9% se opone a que se vaya.

Conclusión 2: La salida de Maduro por cualquier medio contará con apoyo masivo de la población. El que lo intente tendrá respaldo masivo. El que lo haga, civil o militar, se llenará de gloria.

3.- La encuesta levantada antes de que el escándalo iniciado con las declaraciones del Embajador en Colombia, Humberto Calderón Berti, alcanzara las repercusiones negativas que ha tenido, mostraba que ya el 68,5% no creía en Guaidó, los que sumados al 12,9% que nunca creyó en él, arroja que el 86,1% de los venezolanos (son 94.3% si sumamos el 8.2% que reponde no sabe) no cree en Guaidó, habiendo perdido así toda credibilidad en una proporción igual al rechazo de los venezolanos a Maduro (21,5 millones de los venezolanos que rechazan a Maduro tampoco creen en Guaidó). Apenas le queda el apoyo de 10,3% (2,5 millones), y tal vez sean menos ahora por el último escándalo de corrupción.

Conclusión 3: Guaidó tampoco tiene pueblo. Perdió la oportunidad que le deparó el destino. Compite con Maduro en que ninguno de los dos tiene pueblo.

Está abierto, por consiguiente, un espacio político inmenso para una figura emergente que llene el vacío de liderazgo del 90% de los venezolanos residentes aquí.

4.- Ya para la fecha de la encuesta el 85,3% no confiaba ni apoyaba a la Asamblea Nacional. Es de suponer después de haberse probado la corrupción de varios diputados de la MUD y de que uno de los que goza mejor reputación haya denunciado maletines llenos de dólares que usa la tiranía para comprar los votos (faltando apenas 3 para alcanzar la mayoría y controlar Maduro la AN), esta cifra haya llegado a 90%. Agréguese que el 72, 6% cree que existen acuerdos y negocios ocultos entre la AN y el chavismo. Y esto fue antes de que se descubriera el negocio sucio detrás del préstamo de la CAF, por el cual se reconocería a Maduro como presidente legítimo a cambio, desde luego, de una comisión cuantiosa. Es la deslegitimación del que era el único poder legítimo que existía. Todo está podrido, de arriba abajo.

Conclusión 4: Ni la AN ni tampoco ninguno de los jefes de la MUD tiene pueblo. Están desprestigiados por corruptos. En consecuencia, ninguno de los jefes de la MUD podrá llenar el vacío de liderazgo existente en la actualidad. El único y último servicio que pueden prestar la AN, controlada por los desprestigiados jefes de la MUD, es respaldar a los que asuman el poder después de sacar a Maduro por cualquier medio.

5.- Preguntados los encuestados si están dispuestos a salir a protestar si son convocados por Guaidó y/o la Asamblea Nacional, el 84,8% contestó: NO. Únicamente el 10,9% respondió sí.

Conclusión 5: El desprestigio de la MUD, colaboracionista por corrupta, nos ha eliminado un obstáculo que nos ha impedido salir de Maduro y su narcotiranía de la delincuencia organizada.

Este desprestigio arrastra a Guaidó por haberse prestado a ser títere de la MUD, en lugar de encabezar la rebelión popular organizando a la sociedad civil como Ejército Constitucional, para poner cese a la usurpación y restablecer la vigencia de la Constitución, tal como lo ordena en el Art. 333. Y dotar el Ejército Constitucional con los cuantiosos recursos provenientes de empresas como Citgo y Monómeros, en poder suyo por acuerdo de la comunidad internacional, recursos derrochados en negocios turbios como el pago de los bonos 20-20 y en repartos a partes iguales en contratos a favoritos del G4 de la MUD.

petitdacosta@gmail.com


viernes, 6 de diciembre de 2019

SE PERDIÓ EL TREN por José Amando Mejía Betancourt

(Por considerarlo acertado y oportuno reproduzco este artículo del amigo y colega)

Las autoridades americanas han anunciado lo que todo el mundo sabía: llegó el tiempo electoral a la gran democracia del norte y la reelección del Presidente Trump es la primera prioridad, sin lo cual no hay ni pasará nada. A comienzos de año todo estaba listo para la intervención militar, los ciudadanos estaban conscientes y animados, pero el gran logro de los partidos colaboracionistas y de sus amigotes mercantilistas es haberla obstaculizado e impedido, pasó el tiempo y Venezuela perdió el tren. Estamos de nuevo en el punto de partida, con una traición a cuestas, pero con el panorama más claro: “colaboracionistas y chavistas” son la misma cosa, las dos caras de la misma moneda, como el grito histórico: “españoles y canarios”. No quedan dudas que la Asamblea Nacional se salió de la Constitución y está condenada por los artículos 333 y 350. Ya es parte de la dictadura por activa o por pasiva, quedó desnuda y de manera solapada, mercantilista y disimulada sucumbió ante la dictadura que como la barbarie “atrae, traga y mata”. Resultó ser un “caballo de Troya” dentro de la Venezuela democrática. Lo que haga o diga no tiene ningún valor, vigencia, legitimidad o eficacia constitucional. Ganó el colaboracionismo y perdió Venezuela entregada a un inmenso, indescriptible y doloroso sufrimiento.
La sociedad civil debe apoyar el nuevo liderazgo que, firme y decidido, está surgiendo de sus entrañas sin ningún compromiso con el colaboracionismo ni con el pasado y continuar organizando la nueva estructura política de resistencia a la dictadura en toda Venezuela y en todas partes. Recordemos que, de aquí a un año, cuando el Presidente Trump sea reelecto, el tren volverá a pasar y si los ciudadanos están listos ese gran amigo de Venezuela vendrá con todo.



domingo, 1 de diciembre de 2019

ORGANIZAR Y DOTAR EL EJÉRCITO CONSTITUCIONAL


Empleando los recursos cuantiosos en poder del Presidente Encargado

1.- Llamo Ejército Constitucional a los civiles y militares que respondan a la convocatoria del Art. 333 de la Constitución para dar el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL a fin de restablecer su vigencia efectiva cuando ha sido roto el orden constitucional por un acto de fuerza. Y, por cuanto la usurpación de la presidencia de la República es un acto de fuerza con tales efectos, lo procedente es organizar y movilizar el Ejército Constitucional para poner fin a la usurpación (CESE DE LA USURPACIÓN), que es consecuencia de la ocupación de Venezuela por Cuba. El CESE DE LA USURPACIÓN es el primero de los tres pasos que conducen al restablecimiento de la constitucionalidad (GOBIERNO DE TRANSICIÓN Y ELECCIONES LIBRES son los siguientes).

2.- ¿Con quiénes iniciar la formación del Ejército Constitucional? Con su componente civil. Sabemos, por las encuestas, que más del 80% de los 25 millones de venezolanos que todavía estamos en el país, rechazamos al usurpador, al extremo de desear el CESE DE LA USURPACIÓN por cualquier medio, y sabemos que la casi totalidad de los 5 millones de venezolanos migrantes comparten el mismo sentimiento. A todos debería llamárseles a movilización general contra la usurpación. No haberlo hecho hasta ahora ha sido un desperdicio imperdonable.

3.- ¿Contra quiénes lucharía el Ejército Constitucional? Ya he explicado que el enemigo es Cuba, que sojuzga a Venezuela, y Maduro su títere que le sirve de mampara. El ejército de la usurpación es el ejército de ocupación de Venezuela, reclutado por Cuba usando la corrupción. Está integrado por los mandos de la FANB y las bandas paramilitares de delicuentes comunes mal llamadas “colectivos”, además de los elementos de la delincuencia organizada transnacional como son las guerrillas colombianas integradas en la red internacional del narcotráfico, los terroristas islámicos, los terroristas comunistas pertenecientes al Foro de Sao Paulo y las cuatro bandas del alto gobierno incursas en lavado internacional de dinero. Cuba, pues, ha estructurado la narcotiranía terrorista de la delincuencia organizada transnacional. Son los modernos “piratas del Caribe”, único gobierno delincuente que existe en la actualidad.   
4.- Cuba ha estructurado su ejército de ocupación para ejercer el poder por la fuerza. Lo prueba la usurpación, acto de fuerza que niega la salida pacífica. La ocupación por Cuba, fuente de la usurpación del poder por sus títeres, sólo se puede derrotar por la fuerza. No hay posibilidad ninguna de una salida electoral y pacífica. ¿Puede creerse que Cuba, después de haber montado este ejército de ocupación, que es la expresión máxima de la delincuencia organizada, va a entregar pacíficamente el poder y la explotación de las riquezas naturales de Venezuela y que el narcotráfico va a entregar su plaza pacíficamente?

5.- Si queremos liberarnos de Cuba y de su ejército de ocupación, que es el ejército de la usurpación del títere Maduro, tenemos que librar contra ellos, como Ejército Constitucional, una “guerra asimétrica”, que es la ordenada por la Constitución. Se llama así aquélla en la cual hay desproporción de armas y recursos entre los contendientes. Y evidentemente el enemigo ha tenido éxito en el acto de fuerza porque dispone de las armas y los recursos. Pero la historia enseña que las “guerras asimétricas” se pueden ganar a los poderosos, así sean delincuentes como en este caso.

6.- El gobierno interino dispone de recursos cuantiosos cuya propiedad le ha sido reconocida por la comunidad internacional. Usar estos recursos para organizar y dotar el Ejército Constitucional es lo que debería hacer.
Conclusión: para liberarnos de Cuba y de sus títeres integrantes de la narcotiranía de la delincuencia organizada, es inevitable la guerra asimétrica, usando la fuerza contra la fuerza, teniendo de arranque a nuestro favor que el enemigo tiene un flanco muy débil: Maduro y su gobierno títere rechazado por más del 80% de los venezolanos que vivimos en Venezuela y el 99% de los que han emigrado. Una ventaja con la cual no contaron los libertadores. Sólo falta organizar y dotar el Ejército Constitucional con los recursos de que dispone el encargado de la presidencia de la República. ¿Qué hacer para que lo haga? Es la pregunta clave a responder.


LEY, ORDEN Y BIENESTAR (11)


petitdacosta@gmail.com