Sucede que la Constitución ha dejado de observarse por la Fuerza
Armada Nacional porque los militares bolivarianos (o sea, los comunistas
militantes del partido de gobierno) han tomado el mando y desde allí mantienen
un estado de rebelión continuada contra la Constitución. Por este hecho, la
Fuerza Armada Nacional ha dejado de ser la institución profesional apolítica,
al servicio de la Nación y no de un partido o una persona, como lo dispone la
Constitución, para convertirse en cuerpo armado identificado con una ideología
y un partido político y con la persona que encarnaba dicha ideología y era jefe
de este partido político. Desde el momento de esta conversión, la FAN, ahora FANB
para subrayar su identificación partidista, se ha puesto fuera de la ley, de lo
cual sus integrantes hacen ostentación reiterada, en actitud desafiante a la
sociedad democrática, con el saludo comunista que se intercambian en público y
a viva voz.
El saludo comunista de los alzados contra la Constitución
Los militares comunistas (bolivarianos) alzados contra la Constitución, para
hacer ostentación de su condición de “fuera de la ley” por tener militancia
política, se identifican con un saludo comunista. El primer saludo fue “PATRIA
O MUERTE, VENCEREMOS”, con el cual hicieron suyo el de los comunistas cubanos
cuyo jefe Fidel Castro lo estableció en 1960. Con este saludo hicieron patente
su identificación plena, no sólo con el comunismo que tenía este saludo como
propio, sino con la monarquía comunista cubana y, por su intermedio, con la
Internacional Comunista de América Latina (Foro de Sao Paulo). Fue la primera
manifestación pública de que los comunistas habían tomado la FAN y con ella en
su poder se habían rebelado contra la Constitución desacatando expresamente sus
normas.
En 2007 cambiaron el saludo por PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE, VENCEREMOS,
adaptación de un lema del Ché Guevara, inspirador de las FARC colombianas y de
todas las guerrillas que han combatido a los ejércitos de América Latina. El
cambio obedeció, según parece, a que el general Angel Vivas se negó a dar el
saludo cubano, calificándolo de traición a la patria, un gesto valiente y
patriótico que se le deberá reconocer llegado el momento, y en todo caso, a la
necesidad urgente de hacerle propaganda al socialismo/comunismo con vista al
referéndum constitucional de ese año, en el cual el régimen comunista sufrió la
única derrota electoral hasta ahora.
Al enfermarse el ahora difunto, por miedo a la muerte o por superstición,
cambió el saludo comunista entre militares. Entonces impuso INDEPENDENCIA Y
PATRIA SOCIALISTA, VIVIREMOS Y VENCEREMOS. Una reiteración de su voluntad de
imponer a los venezolanos por la fuerza de las armas el socialismo/comunismo. Pero
los militares bolivarianos (comunistas) la consideraron insuficiente y
decidieron hacer una declaración explícita de su rebelión contra la
Constitución agregándole su adhesión a la persona del entonces enfermo, en un
gesto de adulación extrema sin antecedentes en la historia de Venezuela. Desde
entonces a la insolencia de pisotear la Constitución declarando su militancia
política (socialista/comunista), pública y descaradamente, en desafío al pueblo
venezolano que rechazó con su voto la implantación del comunismo, le han agregado la declaración de “ser orgullosamente chavistas”,
para dejar absolutamente claro de que consideran un honor estar fuera de la ley
(outlaw).
El deber constitucional de aplastar la rebelión de los militares comunistas
Con toda claridad la oposición política o, en su defecto la
sociedad civil, debería hacerles ver a los militares comunistas que están en
estado de rebelión permanente contra la Constitución al manifestar pública y
reiteradamente su militancia política socialista/comunista y su adhesión a una
persona como se hizo en vida, manteniéndose después de muerto sólo como un
desafío insolente a la Nación, con el cual pisotean la Constitución.
Así mismo la oposición política, o en su defecto la sociedad civil,
ante esta rebelión de los militares comunistas contra la Constitución,
constitutivo de un evidente acto de fuerza por el cual ha dejado observarse en
el seno de la institución militar, debería recordarles a los militares
constitucionalistas, si los hay, el deber que les impone el Art. 333 de la
Constitución de restablecer su efectiva vigencia, lo cual implica aplastar la
rebelión y someter sus mandos al imperio de la Constitución.
Por último, la oposición política, o en su defecto la sociedad civil,
debería denunciar ante la OEA el estado de rebelión permanente de los militares
bolivarianos (comunistas) contra la Constitución, a los fines de la aplicación
de la Carta Democr ática
de América, si algún día va a servir para algo. La denuncia serviría, por lo
menos, para crear conciencia en gobiernos democráticos y en los pueblos de
América sobre la existencia de una fuerza armada que se declara públicamente ejército de una
ideología, un partido y una persona, en contravención expresa de la Constitución.
REFLEXIONES 6
08-06-13
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