lunes, 26 de noviembre de 2012

Liberación Nacional y No-Reelección (6) Sin salida electoral, no cabe oposición electorera



Se acabó el tiempo de la oposición electorera, que nos deja el comunismo de herencia

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NO HAY SALIDA ELECTORAL. Téngalo claro: no hay posibilidad alguna de sacar a los comunistas del poder mediante el voto. Si antes era una afirmación discutible, ahora es una verdad irrefutable. La próxima elección presidencial, que es la que cuenta porque las demás (regionales y municipales) son de adorno, está prevista para 2018. Demasiado tiempo. Si usted y yo no estamos muertos para entonces, estaremos viviendo ya definitivamente bajo el comunismo. Y usted sabe cómo son las elecciones bajo el comunismo porque tiene a Cuba de ejemplo. Si hoy, cuando apenas se han echado las bases del comunismo, es imposible para los demócratas ganar una elección presidencial, será inimaginable cuando el comunismo se haya implantado. En 2013 entraremos en el comunismo con la construcción del Estado Comunista (disfrazado de Comunal), en el cual votarán únicamente los comunistas para elegir únicamente a comunistas, porque únicamente los comunistas son pueblo. Los demás somos basura. ¿Lo duda? Léase las leyes que ya están vigentes.

Entonces, ¿qué vamos a hacer?  Partamos de este hecho. Hay dos oposiciones: la electorera, burocrática o pro-sistema, y la radical, rebelde o anti-sistema. La electorera le ha servido a los comunistas porque, primero, le ha mentido al pueblo sobre la verdadera naturaleza del régimen. No le ha dicho clara y tajantemente: es una tiranía comunista, títere de Cuba. No, por el contrario, estamos bajo una democracia, el gobierno no es comunista sino populista, con Cuba no hay problema, también nosotros haremos negocios con ellos. La oposición electorera no sólo adormeció a los demócratas, permitiendo que el comunismo avanzara descaradamente sin obstáculo, sino que los acobardó. Les inculcó cobardía. Nada de protestas de calle porque es un riesgo, sólo votar. No digan nada de fraude, porque nuestro elector cobarde se corre. No digan nada contra el CNE, porque nuestro elector cobarde no va a votar por miedo. ASÍ EL VOTO HA TERMINADO SIENDO UN ACTO DE COBARDÍA. No un gesto desafiante de rebeldía ante la tiranía comunista títere de Cuba, sino un acto de cobardía de un elector al cual se lo ha tratado como un bebé: no hagan ruido porque me lo hacen llorar, no asusten al nené, bebito si votas todo saldrá bien, es mentira que habrá fraude, es mentira que estamos bajo una tiranía, es mentira que existe el comunismo, es mentira que el gobierno es títere de Cuba, nada de eso es verdad, son cosas de unos hombres malucos que andan diciendo locuras, ya verás que ganaremos, nos reconocerán la victoria, nos entregarán pacíficamente,  y después gobernaremos sin problemas. Así las campañas se han desenvuelto como un entretenimiento al estilo de Gaby, Fofó y Miliki.

Además de acobardar a los demócratas para reducirlos a electores pasivos, la oposición electorera se condujo, en palabras de Gil Yépez, como “una partidocracia. Esto significa que…tratan de manejar la política sin involucrarse en las dificultades que diariamente viven los sectores sociales frente a los ataques del régimen. Están proyectando un mensaje incompleto COMO SI TODO EL PROBLEMA NACIONAL FUESE UN PROBLEMA ELECTORAL: EL QUE ELLOS SUSTITUYAN A CHÁVEZ EN EL PODER…LOS PARTIDOS DE OPOSICIÓN SE OCUPAN DE ASUNTOS ELECTORALES Y A FUTURO, EN VEZ DE OCUPARSE- HOY CUOTIDIANAMENTE- DE APOYAR Y DEFENDER A LOS SECTORES FRENTE AL GOBIERNO” (J.A. Gil Yépez: Cómo ganar o perder las elecciones presidenciales de 2012 en Venezuela, libro que circuló mucho antes del 7-O).  Efectivamente tienen de sobra candidatos para cuanto puesto haya, pero no tienen líderes sociales al estilo de los viejos partidos, en los cuales destacaron sindicalistas, agraristas, gremialistas, dirigentes de barrios, etc. Y sólo los que demostraban poder de calle tenían posibilidad de ser postulados.

Este, no descuido sino aversión a la calle, tiene su explicación es que son partidos burocráticos. ¿Quién es el líder del partido? El alcalde o el gobernador. Siendo así, el líder del partido no se puede poner al frente de una oposición de calle. Se lo impide el cargo, al cual debería dedicarse a tiempo completo. Desde luego, partidos así son partidos burocráticos. Son los nuevos PPG (antes Partido de los Partidarios del Gobierno y ahora Partido de los Partidarios del Gobernador).  Y al ser burocráticos forzosamente se integran al sistema. No pueden estar contra el sistema, porque son parte integrante del sistema.

Entonces lo primero que debemos hacer es ponerle fin a la etapa de la oposición electorera y burocrática, de probada ineficacia para impedir que llegara al comunismo y totalmente inepta para enfrentarlo cuando ya está aquí. Y pasar a otra etapa, la de enfrentar el comunismo en la calle, de lo cual hablaremos la próxima semana.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Liberación Nacional y No-Reelección (5) ¿Dónde estamos?



Estamos en un calabozo de gruesos barrotes. Allí nos tiene encerrados la tiranía comunista. Allí nos metieron los “tontos útiles” al comunismo, con el señuelo del voto. Estamos atrapados y sin salida, porque votar no es salida sino reforzar los barrotes del calabozo. Definitivamente no hay salida electoral.

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Estamos en un calabozo llamado tiranía. ¿Porqué tiranía? Porque no tenemos quien nos ampare de El Tirano. No tenemos para donde coger si necesitamos auxilio. La Asamblea Nacional es propiedad de El Tirano. El Tribunal Supremo es propiedad de El Tirano. El Poder Ciudadano es propiedad de El Tirano. El CNE es propiedad de El Tirano. ¿A quién acudir? Sólo nos queda la Corte Celestial, pero después de muertos.

Estamos en un calabozo en un país satélite de Cuba, bajo un gobierno títere de Cuba. ¿Porqué país satélite? Porque la política interior y exterior de Venezuela la decide Cuba. Tanto así que Cuba impone el orden de sucesión presidencial. Maduro es el delfín escogido por Cuba, que le dará continuidad al gobierno títere. ¿Porqué gobierno títere? Porque es un pelele de Cuba. Las decisiones las toma Cuba. Siquiera Emparam estaba distante de España. Ahora las órdenes llegan en un segundo, directamente desde La Habana.

Estamos en un calabozo bajo una tiranía comunista, títere de Cuba. ¿Porqué comunista? Porque los títeres de Cuba, que nos gobiernan, son comunistas confesos. Y su propósito declarado es convertir a Venezuela en otra Cuba. Lo vienen cumpliendo en tres etapas: primero, instaurar la tiranía; segundo, someterse a Cuba; y tercero, implantar el comunismo con el nombre de Estado Comunal.  Esta etapa está ya en desarrollo.

¿Quiénes nos metieron en este calabozo? Los “tontos útiles” al comunismo. Se conoce en la historia por “tontos útiles” a los ingenuos, para no llamarlos de otro modo, que le allanan el camino al comunismo con mentiras piadosas. Han sido “tontos útiles” los que dicen que esta es una democracia imperfecta, pero democracia al fin. Y se niegan a reconocer que estamos bajo una tiranía. Rebuscan en los textos jurídicos una definición que no consiguen sólo por negarse a ver lo que está a la vista. No conforme con ello disfrutan de la reelección indefinida, sin darse cuenta que es un caramelito que le dan a chupar hasta que le administren el purgante del comunismo. Estos son unos solemnes “tontos útiles.” Para completar ninguno de los “tontos útiles” ataca a Cuba ni plantea la lucha en términos de liberación nacional. Para los “tontos útiles” esto no es comunismo. Y entonces caen en una discusión académica sobre fascismo, autoritarismo, populismo, fidelismo, estatismo, y cuantas majaderías se les ocurre, para concluir que esto no es nada de eso sino algo que se les parece y no se les parece. Provoca gritarles: coño, no sean pendejos, esto es comunismo, oyeron: COMUNISMO. Se los repito: CO-MU-NIS-MO.

¿Cómo los “tontos útiles” metieron al pueblo en el calabozo? Lo fueron llevando con una tonada como el ganado cuando lo van a meter en el corral: vota, vota, vota, sigue votando, no dejes de votar, no te canses de votar que ya vas llegando. Y con cada voto el pueblo manso daba un paso al calabozo. Ya dentro en 2012 los “tontos útiles” le regalaron el candado a El Tirano: las elecciones fueron limpias, no hubo fraude. Con un candado así marca CNE, no hay quien salga del calabozo.

Aquí estamos, pues, presos y con las manos atadas. Atrapados y sin salida, PERO SIN SALIDA ELECTORAL. NO HAY SALIDA ELECTORAL. DEFINITIVAMENTE LA SALIDA ELECTORAL HA SIDO CLAUSURADA. ¿Esperar hasta la próxima elección presidencial? Será en 2018. ¿Y quién nos asegura que, si estamos vivos, podremos salir cuando el candado del CNE sigue puesto, engrasado con ventajismo y fraude? Lo mismo podríamos decir de las parlamentarias en 2015.  Las regionales y municipales no cuentan para detener el comunismo, en el supuesto negado por imposible de que no haya ventajismo y fraude.

¿Qué hacemos entonces? Es la pregunta que trataré de responder la semana entrante. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Insistiendo en el debate



No son los políticos los afectados por la derrota. Ellos tienen sus curules, sus gobernaciones y sus alcaldías. Somos los ciudadanos las víctimas de sus errores, lo que nos autoriza a exigir el debate que se nos niega, pero en el cual insistimos.
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La “nueva política” asumió la responsabilidad de dirigir la oposición en la pasada elección presidencial. Por consiguiente, la “nueva política” debe cargar con la responsabilidad de la derrota y sus consecuencias catastróficas. En la democracia existe la responsabilidad política. La de los gobernantes se hace efectiva mediante el juicio político y el voto de censura. El modo de hacerla efectiva en la oposición es el debate al que obliga la democracia interna, en el cual se haga la crítica de los errores y se establezcan responsabilidades. Cuando no hay posibilidad alguna de hacer efectiva la responsabilidad política, no hay democracia. No la hay si los gobernantes no responden de sus actos, sobretodo de los arbitrarios y despóticos. Y más grave aún, cuando tampoco en la oposición hay posibilidad alguna de hacerla efectiva porque, al igual que el gobierno, se niega el debate interno. Es lo que pasa en Venezuela: la negación absoluta de la democracia porque ni gobierno ni oposición admiten la responsabilidad política. Son políticamente irresponsables, en el sentido de que no responden por sus errores, el gobierno ante el pueblo porque no hay instituciones y la oposición ante sus seguidores porque no hay democracia interna.
La “nueva política” fracasó en la elección presidencial, porque no entendió lo que estaba en juego. No entendió que estamos bajo una tiranía. Es una tiranía porque no tiene frenos y contrapesos. El Tirano tiene bajo su control y dominio absoluto todos los poderes. Es una tiranía además por la reelección indefinida de El Tirano que lo convierte en presidente vitalicio, valiéndose del ventajismo y el fraude. Por no entenderlo perdió la oportunidad de aprovechar la campaña electoral para una movilización nacional anti-reeleccionista. No entendió tampoco que la tiranía es un gobierno títere que ha convertido a Venezuela en país satélite de Cuba. Por no entenderlo perdió la oportunidad de aprovechar la campaña electoral para una movilización nacionalista por la liberación nacional, para liberarnos de Cuba. No entendió que esta tiranía fue instaurada por Cuba para transformar a Venezuela en un país comunista a su imagen y semejanza, lo que se propone hacer de inmediato, antes de que la muerte de Fidel o de El Tirano, si fuere el caso, trastornen el plan. Por no entenderlo perdió la oportunidad de aprovechar la campaña electoral para un gigantesco movimiento anticomunista. No entendió que los agentes venezolanos al servicio de Cuba forman una oligarquía depredadora, que ha saqueado grosera y descaradamente a Venezuela, enriqueciéndose sin medida. Por no entenderlo perdió la oportunidad de transformar la campaña electoral en un movimiento de masas contra esta oligarquía cipaya de nuevos ricos.
La “nueva política” no entendió que estaba en juego la supervivencia de los venezolanos, demócratas o no. Para los venezolanos es cuestión de vida o muerte vencer a la tiranía comunista, a Cuba y a su oligarquía cipaya, porque si no lo hacemos perderemos definitivamente la libertad, perderemos la patria y perderemos nuestras propiedades y nuestro futuro por el comunismo. Así debió decírsele a los electores siguiendo el consejo de Sun Tzu en “El Arte de la Guerra”: “Colócalos en una situación de posible exterminio, y entonces lucharán para vivir. Ponles en peligro de muerte, y entonces sobrevivirán. Cuando las tropas afrontan peligros, son capaces de luchar para obtener la victoria.” Puestos en esta disyuntiva, los afectados habrían hecho lo imposible por conseguir la victoria, desde luego de primero el líder. En palabras de Sun Tzu: “El CAMINO significa inducir al pueblo a que tenga el mismo objetivo que sus dirigentes para que puedan compartir la vida y la muerte sin temor al peligro.”
Por no entender que, por lo que estaba en juego, esta era una batalla decisiva, que si se perdía le abría las puertas de par en par al comunismo, la “nueva política” cometió un error de principiante: pelear sólo en el terreno del enemigo, el electoral, donde éste tiene todas las ventajas por el ventajismo y el fraude, sin montar un plan B, tal como lo hicieron los demócratas peruanos para derrocar a Fujimori.