domingo, 11 de diciembre de 2016

Declaremos la Emergencia-333


Para que asumamos el control del país que, por culpa de títeres y colaboracionistas, está cayendo como avión que se le acabó el combustible y ninguna autoridad legítima en la cabina de mando
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Estamos como estaban los pasajeros segundos antes de la tragedia cerca de Medellín: montados en un avión que se le acabó el combustible porque la tripulación (Maduro y el cogollo colaboracionista de la MUD) hizo un cálculo equivocado. Aquí el error ha sido creer que esto aguanta hasta 2019. Y, en lugar de evitar la tragedia forzando los cambios en 2016, el cogollo colaboracionista de la MUD decidió seguir así engañando al pasaje con el cuento de un diálogo respecto al cual se contradicen los sobrecargos: será el 13 de enero, que no será, que nos sentamos, que no nos sentamos, que nos levantamos, que no nos levantamos. Ya nadie cree este cuento. Todos los pasajeros sentimos la cercanía de la tragedia. Y nos damos cuenta que sólo nos salvaremos si decidimos actuar declarando la Emergencia-333 y asumimos el control del avión con la autoridad que nos confieren los Arts. 333/350 de la Constitución, que es nuestro manual de vuelo. Decidámonos porque queda poco tiempo antes de estrellarnos.
Veamos cuál es la situación. Al país se le acabó el combustible. Está hundido en la estanflación: parálisis económica con hiperinflación de 1.000% y moneda a 4.000 por dólar, en un panorama desolador de hambruna y crisis humanitaria. Vamos directo a la hecatombe. En la cabina de mando hay un vacío de poder. Todos los tripulantes se han peleado desautorizándose entre sí, negándose legitimidad. Un desorden total. El TSJ desconoce a la AN declarándola en desacato. La AN desconoce al TSJ, revocando su nombramiento inconstitucional y llamando malandros a los magistrados. Maduro desconoce a la AN y asume abiertamente la dictadura decretando el estado de excepción sin acatar la decisión de aquélla. La AN desconoce a Maduro, declarando que ha roto el orden constitucional con un Golpe de Estado, por lo cual es un gobernante de facto por ilegítimo y golpista. El CNE desconoce a la MUD negando el revocatorio. La AN desconoce al CNE por inconstitucional y se prepara para sustituirlo. El TSJ le niega a la AN esta atribución porque está en desacato. Mientras tanto, los diputados de Amazonas entran un dí ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽or ce al CNE e inicia s diputados de Amazonas entran y salen de la AN, dmo niños desor escuela por ce al CNE e inicia ía y salen el siguiente de la AN, dándosele el trato discriminatorio de indios. Un verdadero relajo institucional. Constitucionalmente hablando Venezuela está sin gobierno legítimo. Todas las instituciones se han deslegitimado mutuamente. Todas carecen de legitimidad. Estamos, pues, en un vacío de poder absoluto, que se sostiene en equilibrio inestable porque los únicos con poder real para ponerle fin, que somos los ciudadanos y la FAN, no hemos actuado contra este relajo inconstitucional.  
En estas circunstancias procede que declaremos la EMERGENCIA-333 y actuemos de uno de estos tres modos:
1.- La AN cumple el deber constitucional de destituir o deponer a Maduro y su Vice-Presidente, junto con los demás poderes públicos partícipes en el Auto-Golpe, con fundamento en el Art. 333 de la Constitución, por haber dado un Golpe de Estado y haber roto así el orden constitucional, y los desaloja de la cabina de mando. Y ordena a la FAN a ejecutar esta decisión, autorizándola a que, si Maduro se resiste a acatarla, proceda como hizo el Ejército de Honduras cuando Zelaya desacató a la Asamblea Nacional y a la Corte Constitucional.
2.- Si la AN se abstiene de cumplir con su deber constitucional, podrían hacerlo los militares demócratas que, por ser ciudadanos investidos de autoridad, están igualmente obligados a restablecer la vigencia de la Constitución, la que ha dejado de observarse por el auto-golpe de Maduro, calificado como tal por la AN, como por el relajo inconstitucional que ha devenido en la ilegitimidad de todos los poderes. En este caso desalojarían a Maduro de la cabina de mando para que lo sustituya una nueva tripulación civil.  Los civiles en general, investidos o no de autoridad, estaríamos obligados a colaborar con los militares y forzar a la AN a completar el restablecimiento de la vigencia efectiva de la Constitución con la reinstitucionalización integral del país.
3.- Si la AN y los militares demócratas se abstienen de cumplir con el deber que les impone el Art. 333 de la Constitución, todos los ciudadanos debemos forzarlos a cumplirlo, del modo que siempre se ha hecho en Venezuela: rebelión popular.
Declaremos, pues, la EMERGENCIA-333. Y actuemos antes de que ocurra la tragedia de estrellarnos todos junto con el país.

Liberación Nacional y No-Reelección (195)



lunes, 5 de diciembre de 2016

Unámonos contra los hambreadores del pueblo


Los hambreadores del pueblo venezolano son Cuba, su gobierno títere y el cogollo colaboracionista de la MUD (AD, PJ, UNT), los tres juntos. 
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Hambre, hambre, hambre. Los venezolanos están pasando hambre. Hay hambre en todo el país. Los niños sufren de desnutrición severa que afectará su desarrollo físico y mental. Los estudiantes se desmayan en las escuelas por hambre. Los ancianos están muriendo por la hambruna. No hay alimentos en escuelas y asilos. Tampoco en los hogares. Colas interminables para comprar la escasa comida que llega a los mercados. Y cuando se consigue no alcanza el dinero para comprarla. Desatada la hiperinflación: los precios se disparan de la mañana para la tarde. El bolívar es basura. El país se hunde en el colapso. Ha entrado en barrena hacia la hecatombe. 

Toda esta desgracia se originó cuando Chávez regaló Venezuela a Cuba, en la mayor traición a la patria que se conozca en la historia universal. Entonces la monarquía comunista cubana tomó posesión de Venezuela procediendo a explotarla hasta dejarla en el suelo como está. Hemos sido víctima de una inmisericorde explotación colonial que nos ha hecho Cuba de esta forma: 1) Cuba se apoderó de PDVSA, apoderándose así económicamente de Venezuela. Y nos impuso un tributo colonial. Debemos entregarle 150.000 barriles diarios GRATIS. Y además debemos darle cada año unos 14.000 millones de dólares a cambio de unos supuestos servicios de cubanos. Así se llevan el dinero de los pobres venezolanos para comprar comida. 2) Cuba ordenó a sus títeres acabar con la producción agro-pecuaria, con una finalidad política: hacer que el pan de los venezolanos dependiera del gobierno títere, subordinado a Cuba; y con una finalidad mercantil: robarnos nuestro dinero con las importaciones, centralizadas por Cuba-Import, que se queda con la mayor parte para los cubanos. Así también Cuba insaciable le roba a los pobres venezolanos el dinero para comer. 3) Cuba ordenó a sus títeres acabar con el aparato industrial por ser un obstáculo para construir el comunismo y ejercer el control social sobre la población. Y ordenó establecer un control rígido de cambios para doblegar a los empresarios. No hay producción porque las empresas que no fueron expropiadas, están quebradas. Y la moneda no vale nada. Así Cuba, por pretender imponernos el comunismo, terminó siendo el barbarazo que acabó con todo: agricultura, ganadería, industria y hasta la moneda que es ahora basura. 

En conclusión, Cuba es la hambreadora del pueblo venezolano, al que le roba la comida y también el dinero para comprarla en el extranjero. Los agentes de Cuba que le quitan a los venezolanos el pan de la boca para dárselo a los cubanos son el títere Maduro y su gobierno títere. Así de simple. Pero no podrían hacerlo sino contaran con los colaboracionistas, que han aceptado que Maduro siga hasta 2019 sin que les importe que los pobres pasen hambre siempre que para ellos haya alcaldías, gobernaciones y diputaciones. Los colaboracionistas no hacen cola ni les falta comida. No padecen el hambre. Los hambrientos son los que votan por ellos creyéndoles sus falsas promesas. Los colaboracionistas son, pues, tan enemigos y hambreadores del pueblo como los títeres. 
Entonces unámonos contra estos hambreadores del pueblo. Preparemos, agitando, la rebelión del pueblo.  Empecemos exigiéndole, desde la calle y en toda tribuna, a los no-colaboracionistas que todavía quedan en la MUD-AN que se definan y propongan formal y públicamente la destitución de Maduro por hambreador del pueblo venezolano; y a tal fin, planteen la reposición del proceso en contra suya al estado en que se encontraba el 30 de octubre cuando fue inconstitucionalmente suspendido el que se le seguía por Golpe de Estado y ruptura del orden constitucional. No más politiquería. 
Unámonos, independientes radicales y partidos no-colaboracionistas, contra los hambreadores del pueblo venezolano comenzando por forzar una definición de la AN, con el pueblo en la calle.

Liberación Nacional y No-Reelección (194)