domingo, 22 de junio de 2014

LA RENUNCIA DE MADURO ES EL PRIMER PASO

Con la renuncia se activaría el proceso de cambios que demanda el país ante el colapso del sistema político-económico que nos ha impuesto Cuba valiéndose de sus títeres
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A la muerte de Chávez, le quedaban a Maduro dos caminos de salvación y uno de perdición. El primer camino de salvación era el viraje dentro del comunismo siguiendo el modelo chino: sistema político comunista con sistema económico capitalista. Era la única opción para salvar a la oligarquía comunista, a la cual pertenece, de la consecuencia del colapso de la economía, que en China fue la liquidación de la “banda de los cuatro” y sus secuaces.
El segundo camino de salvación era un viraje rupturista, tanto en lo político como en lo económico, siguiendo el modelo del Rey Juan Carlos de España, para lo cual necesitaba un Adolfo Suárez con liderazgo dentro del PSUV y un general Gutiérrez Mellado con liderazgo militar, y con ellos formar un triunvirato que hiciese la transición a la democracia y a la economía de mercado. Para este viraje hubiese contado con el apoyo de la MUD, su aliada colaboracionista, que no habría tenido inconveniente en garantizar la impunidad de los delitos cometidos por la oligarquía comunista: crímenes de lesa humanidad y saqueo del Tesoro Nacional, a cambio de la apertura.
Maduro tomó el camino de su perdición: no efectuó ninguno de los virajes posibles, sino ha persistido en la implantación del comunismo siguiendo el modelo cubano. ¿Porqué? Porque Maduro es un títere de Cuba. No tiene libertad de decidir. Ni siquiera de pensar. Él está donde está porque Cuba lo puso allí, y sigue allí porque los comunistas de aquí, civiles y militares, son unos cobardes vendepatrias, incapaces de rebelarse contra Cuba. Maduro no tiene liderazgo civil ni tampoco militar. Por este motivo, que garantiza su sumisión,  lo escogieron los cubanos. Y por este motivo el difunto aceptó la escogencia de Cuba, que era su patria, tan amada por él que decidió pasar allá su enfermedad y morir allá. Se sentía mejor entre cubanos.
Con Maduro no hay posibilidad ninguna de viraje. Él sabe muy bien quienes lo pusieron allí donde está y para qué lo pusieron. Él sabe muy bien que no tiene capacidad de maniobra. Simplemente debe hacer lo que se le ordena desde La Habana. Él sabe muy bien que si desobedece lo liquidan los cubanos sin contemplación. Les bastará con darle orden a su anillo de seguridad, que no es de seguridad para Maduro sino de seguridad para los cubanos sobre Maduro. Él es un prisionero voluntario de los cubanos, a los cuales vendió su alma.
Este solo hecho, que Maduro no es Maduro sino Cuba, es motivo suficiente para exigirle la renuncia al cargo que usurpa. Hay muchos motivos más, pero éste es el determinante porque de que Maduro es títere de Cuba se desprenden todas las desgracias que padece el pueblo venezolano. Por sostener a Cuba, que nos puso a Maduro, estamos arruinados. Por sostener a Cuba, que nos puso a Maduro, sufrimos hiperinflación y escasez, pobreza y desempleo, inseguridad y desamparo. Por sostener a Cuba, que nos puso a Maduro, nos hemos empobrecido y nos seguiremos empobreciendo hasta caer en la miseria.
La renuncia de Maduro nos liberará de Cuba, que es la causa de la ruina de Venezuela y del empobrecimiento general de los venezolanos. No es sólo por patriotismo, que debería ser suficiente, sino por supervivencia, debemos exigir la renuncia de Maduro, que es el primer paso para la liberación nacional. Al liberarnos de Maduro, con su renuncia, estaremos dando el primer paso para liberarnos de Cuba, de la tiranía que nos ha impuesto Cuba con su títere Maduro para poder implantar el comunismo, del comunismo que nos ha empobrecido a todos y ha disminuido nuestra calidad de vida.

La renuncia de Maduro es el objetivo inmediato para la liberación nacional. Convertirla en exigencia imperativa con fundamento en el colapso económico y social debe ser nuestra tarea. Será apenas el primer paso, pero el decisivo para activar el proceso de cambios que está latente.

martes, 17 de junio de 2014

NO TENGAN MIEDO

Es absolutamente necesario el deslinde ideológico y estratégico teniendo por delante el lema de Juan Pablo II: “no tengan miedo”, que sirvió para la movilización de los demócratas en la victoria contra el comunismo.
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Una alianza electoral es circunstancial. Se la forma para una elección determinada. Después de la elección se le pone fin o se la mantiene en estado latente para repetirla en la próxima. Pero una alianza electoral no supone ni puede exigir la renuncia al perfil ideológico ni a la identidad estratégica, que son absolutamente necesarios para crecer diferenciándose.
La oposición verdadera cayó en la trampa que le tendió el enemigo valiéndose de agentes suyos infiltrados, cuando aceptó que la alianza electoral se convirtiera en un partido que ha terminado siendo colaboracionista de la tiranía comunista.  Con el chantaje de la unidad, se ha combatido a quienes discrepan con el fin de impedir que su disidencia se desarrolle como una alternativa que ponga en peligro al gobierno títere de Cuba, del cual son socios los que determinan el rumbo y las acciones. Así la MUD viene sirviendo de instrumento y apéndice del régimen.
La mejor demostración de lo dicho está en el mal llamado diálogo. Resulta evidente que su objeto fue sofocar la disidencia, la que convocó a la “oposición de calle” por considerar que es la salida. Funcionó el supuesto diálogo como una tenaza, en lo interno la sociedad entre los que tienen el poder y los que le sirven de comparsa simulando lo que no son y en lo externo UNASUR, el aparato creado por la Internacional Comunista de América Latina (Foro de Sao Paulo) para ahogar a los movimientos populares que se rebelen contra los gobiernos comunistas o filocomunistas.
Llamaron “diálogo” a lo que fue el encubrimiento de los asesinatos (42 hasta ahora) de la tiranía comunista, la cual ha podido pasar sin problemas a culpar de asesinos a los insurgentes como lo hizo con Simonovis al que achacó el genocidio cometido por los pistoleros de Puente Llaguno. Además el diálogo sirvió para entregar todos los disidentes a la filial venezolana del G-2 cubano (van miles), contra cuyas figuras más destacadas se viene practicando una redada con el montaje de un magnicidio. El proceder de estos colaboracionistas ha sido idéntico a los de Vichy en la Francia ocupada que fueron cómplices de los crímenes y las persecuciones de la Gestapo contra la resistencia.
El aparente retroceso ha sido un avance. Ya el mundo entero sabe que estamos bajo una tiranía. Se acabó el engaño de que el gobierno títere es democrático. Ya los venezolanos saben que la MUD no es oposición sino colaboracionismo. Y ya los latinoamericanos saben que UNASUR es un invento de la Internacional Comunista para impedir que los movimientos democráticos tomen el poder. Ha llegado la hora del deslinde ideológico y estratégico. El deslinde ideológico que muestre lo que nos diferencia tanto del gobierno títere, que sí tiene clara su ideología comunista, como de los colaboracionistas, que carecen de definición presentando una imagen de hermafroditismo ideológico. El deslinde estratégico que muestre lo que nos diferencia tanto del gobierno títere, que sí sabe para dónde va guiado por Cuba, y de los colaboracionistas, que hacen el papel del Príncipe Carlos que ha envejecido esperando que la Reina de Gran Bretaña muera o abdique. Aquí los colaboracionistas llevan años esperando que los títeres de Cuba les permitan ganar una elección y en formar lo que ellos llaman una nueva mayoría, que será con viejos enclenques porque los jóvenes están emigrando por millares.
El primer paso para el deslinde ha sido anunciado: constituir un frente político-social con quienes coincidimos en estas ideas fundamentales. Un frente político porque debe tener un fin político: llegar al poder y no ser comparsa de la tiranía comunista. Un frente social para que traslade la lucha de lo electoral a lo social, haciendo “oposición de calle” hasta lograr el objetivo político.
Espero que los políticos de la consigna “la salida está en la calle”, aprovechen esta oportunidad para darle un vuelco a la situación. Les recuerdo el lema de Juan Pablo II para la insurgencia contra el comunismo: “no tengan miedo.” El cristianismo se hizo religión universal con la persecución.

Liberación Nacional y No-Reelección (78)

jueves, 12 de junio de 2014

Un subalterno de Maduro no puede ser jefe de la oposición


 Tenemos un presidente hablachento, que no calla un día siquiera, y un gobernador, que se presenta como jefe de la oposición, que habla hasta por los codos. Los dos compiten en mediocridad y nos torturan todos los días con sus necedades. Oírlos o leerlos es como recibir una lección diaria de embrutecimiento, lo cual explica la degradación de la política en Venezuela.
Por razones de higiene mental acostumbro pasar de largo ante su verborrea. Pero no puedo dejar de referirme a la última de Capriles que lo confirma como el más colaboracionista de los colaboracionistas del gobierno títere de Cuba. Rechaza que se le exija la renuncia a Maduro porque “Nicolás no va a renunciar”. ¿Cómo lo sabe? Nadie es adivino. El futuro está por escribirse.
Si Capriles no fuera colaboracionista aprovecharía cualquier oportunidad para hacerle oposición al gobierno títere de Cuba. Si otros proponen exigirle la renuncia a Maduro, no los descalificaría ni desanimaría. Mucho menos contestaría como lo hizo, propio de un vocero de Maduro. Al contrario, viendo la persecución, represión y encarcelamiento de opositores, así como el engaño del diálogo, un verdadero líder de oposición habría puesto a Maduro en aprietos emplazándolo: “si no exhibes de inmediato tu partida de nacimiento para salir de dudas sobre tu nacionalidad y el acta de defunción del difunto para salir de dudas sobre el lugar, fecha y causa de su muerte por sus consecuencias constitucionales y para despejar todas las dudas sobre magnicidio, debes renunciar ya.  Has tenido más de un año para exhibirlas y no los ha hecho. No aceptamos más demora. Es cuestión de cumplimiento de la Constitución.”
Pues bien, como Capriles se opone a que se le exija la renuncia a Maduro, lo que confirma su colaboracionismo, habrá que pedirle la renuncia a él. ¿Porqué motivo? Porque no puede ser gobernador y jefe o líder de la supuesta oposición. Son incompatibles ambos. Los gobernadores de estados no pueden ser activistas políticos. No pueden ser dirigentes de partidos, ya que los funcionarios públicos en general están al servicio del Estado, y no de parcialidad alguna (Art. 144). Está al servicio de una parcialidad el gobernador que ejerce como jefe o líder de la oposición. En un demócrata, que se califique como tal, esta incompatibilidad genera la obligación, no sólo constitucional, sino moral de renunciar al cargo de gobernador o al de líder de la supuesta oposición. No vengan con que así lo hacen ellos, porque precisamente ellos lo que hacen es pisotear la Constitución y envilecer la política. Hacer lo mismo que ellos es caer tan bajo como ellos.
Además no puede ser jefe o líder de la oposición un empleado público que le debe lealtad al Presidente de la República por ser subalterno. Subvierte el orden institucional que un gobernador sea el jefe de la oposición al presidente. Puede militar en un partido de oposición que lo haya postulado, pero no puede ser su líder o dirigente y mucho menos el que enfrente al presidente. Este relajo institucional sólo tiene una explicación: al gobierno títere de Cuba le conviene que la oposición esté dirigida por empleados públicos a los cuales puede domesticar con el situado para que le sirvan de comparsa en el fraude electoral.
Tres razones más: 1) El cargo de gobernador es a dedicación exclusiva, por lo cual resulta incompatible con cualquiera otra actividad; 2) El cargo de gobernador es remunerado en función de su desempeño exclusivo, por lo cual cualquiera otra actividad puede considerarse corrupción; y, 3) Constituye ventajismo, que quebranta el principio de igualdad, que los gobernadores, valiéndose de los recursos de la gobernación, compitan para dirigir partidos contra los demás aspirantes que carecen de estos recursos.
Por todos estos motivos es que procede exigirle a Capriles la renuncia al cargo de gobernador de Miranda o al de jefe de la supuesta oposición representada en la MUD. Opte por la que prefiera, pero tenga claro que no puede seguir siendo empleado del gobierno y líder de la supuesta oposición.
REFLEXIONES 57                                                12-06-14

martes, 10 de junio de 2014

Una Constituyente ahora es un suicidio


 María Corina de Machado ha propuesto una hoja de ruta. El próximo paso a dar sería constituir una alianza político-social de todos los que coincidimos en que “la salida está en la calle”. Me parece acertado hacer esto de inmediato, porque corrige un error: haber tomado la calle sin dirección y sin organización que previese la caída en prisión de los dirigentes. Esperamos que cumpla lo prometido. Y que en el seno de la alianza se discutan objetivo, estrategia y organización, únicas garantías de la victoria, que así estaría próxima.
Me ha sorprendido, sin embargo, que un vocero de Voluntad Popular anuncie que su partido va a empezar a recoger firmas para la convocatoria de la Constituyente. Así comenzamos mal. Es poner la carreta delante del caballo. Dar el segundo paso sin haber dado el primero: constituir la alianza. ¿En qué se diferenciarían entonces la alianza propuesta y la MUD? En nada. Ambas coincidirían en que la salida no está en la calle, sino en unas elecciones imposibles de ganar por el ventajismo y el fraude. Ambas coincidirían en el engaño a los electores. Veamos porqué.
Para convocar válidamente a una Constituyente hay que reconocer la legitimidad de un CNE integrado inconstitucionalmente por cuatro fichas comunistas del gobierno y un colaboracionista. Hay que aceptar un registro electoral adulterado, con millones de electores fantasmas. Hay que aceptar la votación por las máquinas del gobierno y la transmisión de datos por la telefónica del gobierno En fin, hay que aceptar de antemano el ventajismo y el fraude. Esto es lo que viene haciendo la colaboracionista MUD.
Este CNE cuestionado sería el que suministraría las planillas de recolección de firmas. Nada impide que incluyan la exigencia de huellas digitales y una foto del firmante. Al recoger las firmas, los promotores de la Constituyente le estarán prestando un servicio invalorable a la tiranía comunista: identificar a sus adversarios. No menos de tres millones y medio que pasan al registro del G-2 cubano, el cual maneja a las policías venezolanas.
Está demostrado desde 2004 que en Venezuela la iniciativa popular es el modo tramposo inventado para que los electores de oposición renuncien voluntaria e ingenuamente a la garantía del secreto del voto, que tanto costó conseguir. Los recolectores de firmas le regalarían a la tiranía comunista los datos necesarios para actualizar la Lista Tascón y la Lista Maisanta. Esto, señores, sería un crimen imperdonable y una delación repudiable. En una tiranía, que aumenta progresivamente la represión, hay que preservar hasta donde sea posible a los opositores que no hacen política activa, guardando la confidencialidad que demanden sus circunstancias personales, ya que mientras la tiranía no los identifique pueden ser útiles para tareas clandestinas (aportes, información, correos, escondites o conchas, etc.)
Presentadas las firmas, el CNE podría tachar muchas con el fin de que los promotores le amplíen el registro de adversarios del régimen. Y aún así, puede declararlas insuficientes para la convocatoria. En este momento Maduro, para quedar como un demócrata consumado ante la comunidad internacional, podrá decir: “A pesar de que los burgueses apátridas no han conseguido el número de firmas requerido para convocar a la Constituyente, yo como demócrata que soy he decidido darles una lección convocándola por decreto.”
Desde luego él tendría asegurado el triunfo, no sólo por el ventajismo y el fraude, sino por las condiciones para la elección que serían las mismas de 1999: cada elector vota hasta cinco veces. Es lo que se llamó el kino. Al votar cinco veces, o sea, por cinco candidatos, queda eliminada la representación proporcional y así, asegurada la mayoría con el fraude, los comunistas ganan el 90% de los diputados a la Constituyente. Y entonces, en nombre del pueblo soberano, dictan una Constitución comunista que instaure el Estado Comunal (Comunista) y establezca una cláusula pétrea: “el socialismo (por pudor así llaman al comunismo) es irreversible.” Igualita a la Constitución de Cuba.
Ya lo dije y ahora lo repito: primero se toma el poder y después se convoca a la Constituyente. No sean tercos. Una Constituyente ahora es un suicidio.
REFLEXIONES 56                                                                                   10-06-14

jueves, 5 de junio de 2014

PARA PERSEGUIR OPOSITORES NO FUE CREADO EL CARGO DE FISCAL GENERAL


Hasta la Constitución de 1.945 el Procurador General de la Nación, que formaba parte del Poder Ejecutivo Federal (denominación apropiada en un Estado Federal), ejercía el doble rol de Abogado de la República y Abogado de la Nación o de la Sociedad, esto último en calidad de jefe del Ministerio Público Federal.
La Constitución de 1947 separó acertadamente ambas funciones. La de Abogado de la República se la asignó exclusivamente al Procurador General. Para la de Abogado de la Sociedad o jefe del Ministerio Público creó el cargo de Fiscal General, independiente del Ejecutivo Federal. La separación de estas funciones en cargos distintos se explica: el ejercicio de las acciones penales no puede estar sometido a instrucciones del Presidente de la República.
La Constitución de 1953, hecha a la medida del dictador, restableció la concentración en ambas funciones en el Procurador y su dependencia directa del Presidente de la República. No obstante, hay que reconocerle a Pérez Jiménez que no usó a fiscales ni a jueces para perseguir a políticos. Lo hacía sin subterfugios legales valiéndose de la policía secreta (SEGURIDAD NACIONAL). En aquellos tiempos volvió a imperar la frase: “preso es preso y su apellido calabozo”.
Con la Constitución de 1961 reapareció la figura del Fiscal General como jefe del Ministerio Público, a la cual se le atribuía además algo importantísimo en una democracia: velar por el cumplimiento de la Constitución y de las leyes mediante el ejercicio de las acciones de nulidad por inconstitucionalidad e ilegalidad y de responsabilidad civil, penal y administrativa. Y al Procurador General se le devolvió a su función de Abogado de la República.
Está claro entonces que el cargo de Fiscal General de la República fue creado en democracia, y posteriormente restablecido por la democracia, para servir de poder contralor de la constitucionalidad y legalidad de los actos de los demás poderes públicos, sobre todo del Ejecutivo Federal ahora llamado Nacional. Y, en ejercicio de esta función contralora, acusar a los altos funcionarios, comenzando por el Presidente de la República, si incurriesen en delito o en causal de destitución. A esto obedece su independencia del Ejecutivo, del cual no puede recibir órdenes ya que la sola pretensión de dárselas viola la Constitución. Y a esto también obedece su jerarquía que tiene por finalidad darle poder suficiente para enfrentar al Presidente de la República si fuere necesario llevándolo a juicio.
No hacía falta crear el cargo de Fiscal General y de elevarlo a la máxima jerarquía para poner presos a particulares o personas sin poder, ya que esto puede hacerlo cualquier funcionario sin jerarquía y hasta un policía. El Fiscal General está para enjuiciar al Presidente de la República y a todos los “peces gordos” con poder. Para eso fue creado el cargo. Para llevar a la cárcel a los altos funcionarios si violan la Constitución o cometen delitos especialmente de corrupción.
En la Constitución de 1999 se incluye al Fiscal General en un nueva rama del poder público, el Poder Ciudadano (o sea, de la sociedad civil), cuyo órgano rector se denomina CONSEJO MORAL REPUBLICANO, encargado no de cuidar la moral privada de los particulares, sino fundamental y principalmente de la moral pública (o moral republicana), lo que implica velar que los actos de los funcionarios estén sujetos a la ley y a la ética.
Esta retrospectiva constitucional nos enseña que el cargo de Fiscal General de la República fue creado para que sirva de contralor de la constitucionalidad y legalidad de los actos de los poderes públicos, en la persona de los altos cargos comenzando por el Presidente de la República. Y que se lo dotó de la máxima jerarquía para darle a su titular poder suficiente para enfrentar a los poderosos, que son los gobernantes, llevándolos a juicio si incurren en delito. Para acusar a ciudadanos sin poder no hacía falta este cargo. Bastaba con que funcionarios subalternos continuaran lo que se venía haciendo desde la Colonia sin que existiera un Fiscal General. Para meter presos a los opositores, dictaduras y gobiernos anteriores no lo necesitaron. Los que lo necesitan son los opositores y la sociedad civil para meter en cintura a los gobernantes, impidiendo los abusos de poder en forma de violaciones de la Constitución y de las leyes.
REFLEXIONES 55                                                                           05-06-14

miércoles, 4 de junio de 2014

¿QUIÉN PUEDE TENER INTERÉS EN MATAR A MADURO?


Fue Dumas el que acuñó la frase: “cherchez la femme” (busquen a la mujer), que partía de la hipótesis de que el motivo del crimen siempre era una mujer. Luego se la ha usado para indicar por donde debe comenzar la investigación policial: a quién beneficia?
En el magnicidio del Primer Vice-Presidente de la República, Juancho Gómez, su hermano el Presidente Juan Vicente Gómez, aplicó esta regla de investigación criminal. ¿A quién beneficiaba el crimen? Desde luego, al Segundo Vice-Presidente, que era su hijo Jos Vicebn﷽﷽﷽aba el crimen? Desde luego, al Segundo Vice-Presidente, que era su hijo José Vicente, que así ascendía a primero en la sucesión. Entonces el padre malicioso, convencido de detrás del hijo estaba la madre intrigante, cortó por lo sano: eliminó la Vicepresidencia y desterró al hijo a Francia, donde vivió hasta su muerte.
Desde entonces no hubo Vice-Presidente con derecho a la sucesión. Ocurrió, sin embargo, que en 1948 se instaló un gobierno colegiado llamado Junta Militar de Gobierno. Lo presidía el coronel Carlos Delgado Chalbaud, que estaba acompañado por los oficiales del mismo grado: Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez, en la práctica primero y segundo vicepresidentes. Sucedió que a Delgado lo asesinaron, después de haberlo secuestrado, cuando estaba próximo a cumplir dos años en la presidencia. Todo el mundo le imputó el magnicidio a Pérez Jiménez, que era el beneficiario. Los hechos posteriores confirmaron la regla.
Por estos antecedentes los redactores de la Constitución de 1961 descartaron restablecer la Vice-presidencia de la República. Optaron por crear la incertidumbre sobre la sucesión con este mecanismo: se encargaba por treinta días el presidente del Congreso, que era electo cada año, hasta que el mismo Congreso elegía al sucesor, por lo cual ningún magnicida tenía asegurado el cargo de presidente.
Llegó al poder el difunto y, por su incultura política (demostró ser ignorante en historia de Venezuela), cayó en la trampa de restablecer la vice-presidencia. Creyó que, siendo de su libre nombramiento y remoción, lo podía sacar del juego antes de que le hiciera daño. Se ve que tampoco había leído las tragedias griegas ni a Shakespeare, en las cuales el magnicida es siempre el príncipe heredero, su amado hijo, que se le mete por los ojos al padre y lo ciega, mientras los complotados hacen el trabajo.
¿A quién benefició la muerte del difunto? Al príncipe heredero del padre amado. ¿Fue una muerte natural? Eso dicen los complotados. ¿Alguien ha visto la historia médica y el informe del facultativo junto con el acta de defunción? Nadie. ¿Quién puede tener interés en ocultarlos? Sólo un magnicida. Nadie más. ¿Es que hubo magnicidio? No lo sabemos, pero toda muerte sospechosa de un presidente huele a magnicidio.
Tiene año y medio el misterio de la muerte del difunto, a quien vimos por última vez el 08-12-12. Nunca más habló ni se apareció. Sin desvelarse este misterio, viene ahora el sucesor y denuncia que lo quieren matar. Suponiendo que sea cierto, quién puede tener interés en matar a Maduro? Si Maduro muere, Leopoldo López no asume la presidencia. Tampoco María Corina Machado. Ni Diego Arria. Ninguno de ellos. La historia y la literatura enseñan que, tratándose de magnicidio, el primer sospechoso es el vice-presidente Arreaza, que además está en el secreto de la muerte de su suegro. Y más sospechoso aún, se hizo de la vicepresidencia con el cuento de que lo había dispuesto el suegro, cuando posiblemente estaba ya muerto. Este cuento de Arreaza lo hace sospechoso a la enésima potencia, si agregamos que vive como presidente en la residencia presidencial, formando parte de la familia real cuyos miembros, sobre todo las mujeres, no esconden su ambición y su decisión de ejercer el poder por derecho hereditario.
Si matan a Maduro, quién lo sucedería? El vice Arreaza, que debe convocar a elecciones. Y quién sería, con su apoyo, el candidato natural del gobierno? Su mujer o su cuñada, herederas legítimas de su padre. Faltaría más que a Arreaza lo crecieran las agallas queriendo ser el sucesor. Lo liquidaría su familia por afinidad.
Pero para matar a Maduro los complotados necesitarían el consentimiento de los Castro, que son sus dueños. Sus anillos de seguridad son todos cubanos. Por este motivo habría que ir a Cuba a convencer a los Castro. Esto no lo pueden hacer Arria, María Corina y López, porque no tienen acceso a los Castro que, por el contrario, los aborrecen.
Entonces: cherchez la femme. Por aquí debe comenzar la investigación.
REFLEXIONES 54                                                            04-06-14