miércoles, 27 de febrero de 2019

A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO



Este proverbio resume lo que debe hacer Guaidó ahora mismo:
1.- Solicitar de los países  democráticos de América el auxilio militar para liberar a Venezuela de Cuba, de la cual Maduro es títere como lo ha reconocido claramente el Presidente de los Estados Unidos. Y como títere de Cuba está al frente de la delincuencia organizada constituida en ejército de ocupación.
No habrá auxilio extranjero si no lo pedimos. Y aún pidiéndolo puede suceder que no se nos dé. Por tanto, se deben movilizar los dos ejércitos civiles actualmente desmovilizados por estar esperando que los demás nos hagan el favor. Los ejércitos civiles con que contamos son: los más de 20 millones de venezolanos que estamos en Venezuela y los 5 millones de venezolanos que emigran al extranjero. Hay que movilizarlos ya. Y en consecuencia:
2.-  Convocar al pueblo venezolano a la lucha por la liberación de Venezuela, organizándolo y movilizándolo para su desenlace en la huelga general insurreccional cuya fecha se fijará cuando se la haya organizado. Y, en este sentido, constituir un Gabinete de Emergencia integrado por tres Ministros: Interior, Exteriores y Defensa, encargados de comandar la acción cívico-militar para el restablecimiento de la vigencia efectiva de la Constitución en cumplimiento de los Arts. 333 y 350.


LIBERACIÓN NACIONAL  237                         

lunes, 11 de febrero de 2019

RESPONDER A LOS EJERCICIOS MILITARES CON LOS EJERCICIOS CIVILES


(preparativos de la huelga general insurreccional)

Nuestro enemigo verdadero es Cuba, personificada en Maduro. Para nosotros los venezolanos, Maduro es Cuba porque Cuba ocupa a Venezuela, donde gobierna por medio de Maduro, quien es su títere. A Maduro lo sostiene Cuba. Y Cuba vive de Venezuela, que la alimenta a cambio de la miseria y el hambre de los venezolanos.
Aquí la oligarquía comunista de Cuba se está jugando su supervivencia. Si pierde a Venezuela, caerá irremediablemente. Y sabe la tragedia que entonces le sobrevendrá. Lo que debió ocurrirle en los años 90. Y no le ocurrió por algo sin antecedentes en la historia universal: un acto de “mariconería política”, en virtud del cual los gobernantes de Venezuela pagaron a la oligarquía comunista cubana para que los poseyera, lo que aún siguen haciendo. Pagan para que los posean, algo nunca visto en política internacional, cuando lo contrario es la regla: el que paga, posee y manda.
Entendamos entonces que nuestra lucha no es sólo por la democracia, sino principalmente por la soberanía y la dignidad nacional mancillada. Y que Maduro, representante y títere de Cuba, no se irá sino lo echamos, lo que significará expulsar a Cuba de Venezuela. No habrá, pues, cese de la usurpación sino hay antes o simultáneamente cese de la ocupación cubana. Ambas son causa y consecuencia. La ocupación cubana es la causa de la usurpación de Maduro, porque Cuba lo impone en la presidencia ya que lo necesita allí para sobrevivir, lo que sólo puede lograr explotando a Venezuela.
Es, pues, inevitable la confrontación con Cuba, personificada en Maduro. Su fortaleza ha estado, hasta ahora, en que cuenta con el Alto Mando Militar, escogido por Cuba para que la FANB funcione como ejército de ocupación. Y, para exhibirlo como su fortaleza, Maduro se retrata con los altos mandos y ejecuta ejercicios militares. Por su parte, las fortalezas de nuestras fuerzas, bajo el mando de Guaidó como líder de la transición, está en que contamos con la comunidad internacional y con el 85% del pueblo venezolano que rechaza a Maduro, como lo confirman las encuestas y las manifestaciones pacíficas.
Pero Guaidó debería iniciar, en respuesta a Maduro, los ejercicios destinados a exhibir las fortalezas de las fuerzas democráticas, paso previo a la confrontación inevitable. A la exhibición militar de Cuba y Maduro, debería responder con el retiro de la denuncia del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) acompañado de la invocación a todos los países democráticos de América de auxiliarnos ante la ocupación cubana, que es una agresión.
Simultánea con esta demostración de fuerza militar internacional, este 12 de febrero debería pasarse a otra etapa de la movilización civil, que es la de organizar el ejército civil (el 85% de la población) para la acción decisiva en las calles que será necesariamente la huelga general insurreccional. Subrayo: insurreccional, como fue la declarada el 21-01-1958 que culminó con el derrocamiento del tirano el 23 de enero. Los preparativos de la huelga general insurreccional serían equivalentes a los ejercicios civiles, los cuales me abstengo de indicar aquí por razones obvias. En resumen: erigirse Guaidó en Comandante en Jefe del Ejército Civil, que con la huelga general insurreccional terminará de imponerlo como Comandante en Jefe de la FAN. 
La huelga general insurreccional tendrá entre otras ventajas: 1) Creará las condiciones para que insurja la mesocracia militar (de coroneles hasta sargentos) contra Cuba y sus títeres Maduro y el Alto Mando; 2) Justificará, si fuere necesario, el auxilio de los países de América con fundamento en el TIAR, para lo cual es absolutamente necesario insistir que estamos luchando contra la ocupación cubana, de cuya agresión son representativos Maduro y el Alto Mando Militar.
La etapa de las manifestaciones disuasivas para demostrar apoyo multitudinario se ha agotado, porque al enemigo no lo han conmovido. Pasemos a la etapa de los ejercicios de respuesta, demostrativos de nuestras fortalezas, para decirle al enemigo que no le tememos a la confrontación, pero el resultado de ella sería su destrucción total.


LIBERACIÓN NACIONAL 235 

sábado, 9 de febrero de 2019

CESE DE LA OCUPACIÓN CUBANA

(Para que cese la usurpación)

Con el juramento prestado el 23-01-19 el diputado Juan Guaidó asumió como Encargado de la Presidencia de la República y, al hacerlo, asumió el liderazgo del país en el inicio, por lo menos, de lo que ha dado en llamar “transición.” Es un hecho de inmensa trascendencia. Y durante los 17 días transcurridos ha obtenido el reconocimiento internacional, produciéndose en consecuencia el aislamiento de la narcotiranía. A pesar de ello, Maduro no ha cedido. La explicación es que Maduro es títere de Cuba. Fue puesto por Cuba para cumplir órdenes de Cuba. Y sólo entregará si recibe órdenes de Cuba. Se diferencia así de los anteriores tiranos, porque ninguno de ellos fue títere de un país extranjero.

Entonces Maduro personifica la ocupación cubana de Venezuela. Derrotada Cuba en su primera invasión a Venezuela en los años 60, optó por infiltrarse la FAN con agentes suyos que le entregaron Venezuela sin disparar un tiro en la mayor traición de la patria registrada en la historia universal. Prevalida de su éxito, Cuba controla toda la República:

1.- Maduro es su títere y títere todo su gobierno paralelo.

2.- Al ser títere de Cuba el usurpador Comandante en Jefe de la FANB, es también títere de Cuba el Alto Mando Militar designado por el usurpador, cuya composición la determina Cuba.

3.- Al ser títere de Cuba el Jefe de Estado usurpador, son también títeres de Cuba los funcionarios del servicio exterior paralelo.

4.- Al ser títere de Cuba el Jefe del Gobierno usurpador son títeres de Cuba todos los cargos de seguridad del gobierno paralelo por estar sometidos a la dirección de los cubanos que les han enseñado las torturas más refinadas.

5.- Al ser títere de Cuba el Jefe de Gobierno usurpador son también títeres todos los cargos de identificación, migración y extranjería de su gobierno paralelo.

5.- Al ser títere de Cuba el Jefe del Gobierno usurpador son también títeres de Cuba todos los altos cargos de su gobierno paralelo.

A lo anterior se agrega que, no conforme con haber convertido a  la usurpadora FANB en ejército de ocupación al servicio de Cuba, están destacados dentro del territorio venezolano aproximadamente 44.000 militares o milicianos cubanos, muchos encubiertos como médicos, educadores o entrenadores deportivos.

Ocupado como está el territorio e intervenido el gobierno por Cuba no cabe esperar que Maduro renuncie a la usurpación o se vaya pacíficamente, ni sus acompañantes en el gobierno paralelo lo hagan por cuyo motivo hay que: 1) Activar los mecanismos de defensa con auxilio internacional; y, 2) Organizarse como ejército civil para coadyuvar a este auxilio.

Lo procedente, primero, es entonces que el Presidente Encargado Juan Guaidó anuncie y haga efectivo el retiro de la denuncia del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca hecha en 2012 por la narcotiraría títere de Cuba. Y enseguida solicite el auxilio de todos los países de América ante la invasión cubana del territorio nacional.

Al restablecer la vigencia de ese Tratado: 1) Presionamos a Cuba para que se vaya de Venezuela o exponerse a que la echemos por la fuerza con auxilio de los demás países de América; y, 2) Prevenimos el apoyo de Rusia, China y Turquía a la narcotiranía títere de Cuba

Para que cese la usurpación de Maduro debe cesar la ocupación cubana. Porque la usurpación de Maduro es consecuencia de la ocupación cubana. Vayamos a la causa y no nos quedemos en la consecuencia. Hagamos, pues, prioridad absoluta la liberación de Venezuela frente a Cuba.


LIBERACIÓN NACIONAL 234        09-02-19




viernes, 1 de febrero de 2019

LOS HECHOS ESTÁN DÁNDONOS LA RAZÓN A LOS EXECRADOS RADICALES: "GUERREROS DEL TECLADO"



I) Sosteníamos que la abstención masiva y militante era la mejor manera de deslegitimar a la narcotiranía comunista de la delincuencia organizada, porque pondría en evidencia ante el mundo entero que en Venezuela no hay democracia.
Estamos viendo los resultados de la abstención masiva y militante: 1) Anuló política y jurídicamente primero a la Constituyente Comunista desconocida como autoridad por el pueblo venezoalno y por todos los países democráticos, quedando reducida a parapeto grotesco. 2) Anuló políticamente a los gobernadores, convertidos en payasos colaboracionistas los cuatro que se prestaron a la farsa. 3) Anuló política y jurídicamente la reelección fraudulenta de Maduro para el período 2019-2025, con la consecuencia del desconocimiento de su autoridad por la AN, por la OEA y por todos los países democráticos de América y Europa. Así, pues, la abstención masiva y militante nos ha dado tres victorias políticas de repercusión mundial, ganando a nuestro favor el apoyo contundente de la comunidad internacional.
II) Sosteníamos la obligación de la AN de elegir a un Encargado de la Presidencia de la República, llamado por algunos Presidente Encargado o Presidente Interino, como consecuencia de dos decisiones suyas que respaldamos: 1) La del 23-10-16 que declaró roto el orden constitucional por el Golpe de Estado dado por Maduro en connivencia con el TSJ, lo cual constituía el supuesto de hecho previsto en el Art. 333 de la Constitución, cuya consecuencia jurídica es restablecer su vigencia efectiva tomando discrecionalmente las medidas conducentes a este fin, que en este caso debió comenzar por la deposición de Maduro y designación de su sustituto; y, 2) La del 09-01-17 que declaró la falta absoluta de Maduro (Art. 233), cuya consecuencia jurídica es la acefalía o vacancia del cargo que había desempeñado hasta esa fecha, debiéndose por tanto proveerlo con un Encargado de la Presidencia de la República. Sostuvimos que, por abstenerse de proveer el cargo, la AN había incurrido en omisión constitucional en ambos casos. La respuesta que nos dieron los colaboracionistas fue: ambos acuerdos de la AN son “inejecutables.”
Sucedió entonces que el 10-01-19 se produjo la falta absoluta del Presidente Electo por su inexistencia, por cuyo motivo el Presidente de la AN, diputado Juan Guaidó, quedaba investido, por disposición expresa de la Constitución (Art. 233), como Encargado de la Presidencia de la República, y así debía reconocerlo la AN. Pero los colaboracionistas empezaron a maniobrar con diversos pretextos para que también la Constitución fuera “inejecutable”.
Movido por los radicales “guerreros del teclado” el pueblo exigió a Guaidó que asumiera el cargo cumpliendo el deber que le impone la Constitución. Y, sin duda, fue por este motivo que Guaidó obvió los impedimentos de los colaboracionistas prestando ante el pueblo el juramento que se le exigía para su reconocimiento internacional.
III) Al asumir Guaidó como Encargado de la Presidencia de la República se produjo el efecto político que estábamos buscando desde cuando en 2016 propusimos hacer esta designación. La autoridad de Maduro está desgastándose cada día. Cuando Maduro, como todos los tiranos, no puede poner preso a Guaidó resulta evidente que ha perdido la autoridad. Y cuando Maduro, como todos los tiranos, reconoce de hecho que si toca al legítimo se expone a la reacción violenta del pueblo y a la acción concertada de la comunidad internacional, resulta evidente que nada detiene su caída.
IV) Sostuvimos que la salida está en la calle. Sin calle no hay  salida. Y el Presidente Guaidó lo ha reconocido convocando a sucesivas manifestaciones. El paso sucesivo deberá ser organizarnos como ejércitos civiles los 5 millones de venezolanos en el extranjero y los 20 millones que permanecemos aquí.
Cualquiera de los tiranos que ha padecido Venezuela habría salido del país ante la certeza de la proximidad del fin de la tiranía. Pero ya lo he advertido: Maduro no es Maduro. Es Cuba, de la cual es títere. Si traiciona a Cuba, lo ejecuta Cuba. Ha vendido su alma al diablo. Y es el diablo el que se la llevará.
Como se ve: estamos próximos al desenlace porque los execrados radicales, “guerreros del teclado”, nunca se rindieron. Y los hechos les han dado la razón.


LIBERACIÓN NACIONAL 23              01-02-19