Recordemos que el ciudadano Juan
Guaidó asumió el 10-01-19, por ministerio de la ley (Art. 233 de la Constitución),
como Encargado de la Presidencia de la República pero sólo hasta tanto se
celebre la elección del titular del cargo para el período en curso (2019-2025),
la cual debió efectuarse en el plazo de un mes (10-02-19). Esta es su misión
cuyo cumplimiento prometió en 3 pasos: 1) CESE DE LA USURPACIÓN DE MADURO; 2)
GOBIERNO DE TRANSICIÓN, con el solo fin de crear las condiciones para la
elección presidencial pendiente; y, 3) ELECCIONES LIBRES, primero la
presidencial y luego las otras.
Han transcurrido 16 meses sin que
el Encargado Guaidó haya cumplido la misión que le asignó la Constitución,
única justificación de su investidura no electiva. Ni siquiera está a punto de
dar el primer paso: CESE DE LA USURPACIÓN.
Por aplicación analógica del
deber que le impone la Constitución a los que ejercen el cargo como titular, el
Encargado Juan Guaidó debió presentar el 10-01-20, o en la fecha más inmediata
siguiente, el Mensaje Anual a la AN mediante el cual rendiría cuenta de su
gestión, explicando los motivos de su fracaso en el cumplimiento de la misión
que le fuera encomendada por la Constitución.
No lo hizo ni lo hará porque sabe
que su fracaso en el CESE DE LA USURPACIÓN obedece a tres motivos, de los
cuales adelanto estos dos que comprometen a la mayoría de la AN:
1.- Se subordinó al jefe de su
partido VP, siendo que el ejercicio de la Presidencia de la República, así sea
como Encargado, es incompatible con la subordinación a tercera persona (que
para colmo ha negociado su libertad en secreto con Maduro en condiciones
indignas según declaración pública de un representante al Congreso de Estados
Unidos) porque así Guaidó es el mandatario de su jefe a cuyos intereses
personales responde y no a los superiores de la República, lo que constituye
causal grave de destitución en otros países.
2.- Se ha sometido a la MUD-G4,
que es una sociedad de colaboracionistas, propietarios de movimientos
electoreros constituidos para arreglos y negocios, que como tales no sólo
negocian con Maduro desde hace años (p. ej. UNT negoció con Maduro la libertad
de su jefe a cambio del CNE que quedó bajo el control del tirano) sino forman
una comandita que se reparte por igual los ingresos de la Encargaduría, que
para ellos es un negocio redondo porque no están obligados a rendir cuenta[JP1]
.
Por estos motivos el Encargado
Guaidó hubiera sido destituido mediante voto de censura si en Venezuela rigiese
el sistema parlamentario. Y de seguir en la Encargaduría sin resultado alguno
podría presentársenos el absurdo impensable del revocatorio a un Encargado, que
de hecho ya se ha efectuado vía de las encuestas que lo condenan.
Pero nada pasará, porque ninguno
de los socios de la cohabitación Maduro-MUDG4 tiene interés en acabar con la
narcotiranía ni con el negocio redondo de la Encargaduría que la retroalimenta.
La MUD-G4 todo lo ensucia hasta la ilusión que despertó Guaidó.
La víctima de que continúe la
cohabitación con Maduro, que es el pueblo venezolano, no tiene mayoría en la
AN. Pero igual que apareció el coronavirus, surgirá de repente y con toda
seguridad la insurreción que, como el barbarazo del merengue, acabará con todo
esto.
Jesús Antonio Petit Da Costa
ENCARGADURÍA 33 30-05-20
No hay comentarios:
Publicar un comentario