sábado, 30 de mayo de 2020

LA ENCARGADURÍA ES UN NEGOCIO REDONDO DE LA MUD-G4


Recordemos que el ciudadano Juan Guaidó asumió el 10-01-19, por ministerio de la ley (Art. 233 de la Constitución), como Encargado de la Presidencia de la República pero sólo hasta tanto se celebre la elección del titular del cargo para el período en curso (2019-2025), la cual debió efectuarse en el plazo de un mes (10-02-19). Esta es su misión cuyo cumplimiento prometió en 3 pasos: 1) CESE DE LA USURPACIÓN DE MADURO; 2) GOBIERNO DE TRANSICIÓN, con el solo fin de crear las condiciones para la elección presidencial pendiente; y, 3) ELECCIONES LIBRES, primero la presidencial y luego las otras.

Han transcurrido 16 meses sin que el Encargado Guaidó haya cumplido la misión que le asignó la Constitución, única justificación de su investidura no electiva. Ni siquiera está a punto de dar el primer paso: CESE DE LA USURPACIÓN.

Por aplicación analógica del deber que le impone la Constitución a los que ejercen el cargo como titular, el Encargado Juan Guaidó debió presentar el 10-01-20, o en la fecha más inmediata siguiente, el Mensaje Anual a la AN mediante el cual rendiría cuenta de su gestión, explicando los motivos de su fracaso en el cumplimiento de la misión que le fuera encomendada por la Constitución.

No lo hizo ni lo hará porque sabe que su fracaso en el CESE DE LA USURPACIÓN obedece a tres motivos, de los cuales adelanto estos dos que comprometen a la mayoría de la AN:

1.- Se subordinó al jefe de su partido VP, siendo que el ejercicio de la Presidencia de la República, así sea como Encargado, es incompatible con la subordinación a tercera persona (que para colmo ha negociado su libertad en secreto con Maduro en condiciones indignas según declaración pública de un representante al Congreso de Estados Unidos) porque así Guaidó es el mandatario de su jefe a cuyos intereses personales responde y no a los superiores de la República, lo que constituye causal grave de destitución en otros países.

2.- Se ha sometido a la MUD-G4, que es una sociedad de colaboracionistas, propietarios de movimientos electoreros constituidos para arreglos y negocios, que como tales no sólo negocian con Maduro desde hace años (p. ej. UNT negoció con Maduro la libertad de su jefe a cambio del CNE que quedó bajo el control del tirano) sino forman una comandita que se reparte por igual los ingresos de la Encargaduría, que para ellos es un negocio redondo porque no están obligados a rendir cuenta[JP1] .

Por estos motivos el Encargado Guaidó hubiera sido destituido mediante voto de censura si en Venezuela rigiese el sistema parlamentario. Y de seguir en la Encargaduría sin resultado alguno podría presentársenos el absurdo impensable del revocatorio a un Encargado, que de hecho ya se ha efectuado vía de las encuestas que lo condenan.

Pero nada pasará, porque ninguno de los socios de la cohabitación Maduro-MUDG4 tiene interés en acabar con la narcotiranía ni con el negocio redondo de la Encargaduría que la retroalimenta. La MUD-G4 todo lo ensucia hasta la ilusión que despertó Guaidó.

La víctima de que continúe la cohabitación con Maduro, que es el pueblo venezolano, no tiene mayoría en la AN. Pero igual que apareció el coronavirus, surgirá de repente y con toda seguridad la insurreción que, como el barbarazo del merengue, acabará con todo esto.

Jesús Antonio Petit Da Costa


ENCARGADURÍA 33                            30-05-20


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