Continúo
glosando el artículo de Alex Vallenilla intitulado: “LA CRISIS ESTALLA: sin
alimentos, sin dinero y sin gasolina”, con este encabezado: “la depresión
económica, que no ha sido atendida por la Administración Maduro ocupada en no
perder el poder, hunde a Venezuela en el colapso general. La población no tiene
alimentos, el dinero efectivo se esfuma porque la inflación se lo traga, se le
suma la escasez de gasolina y gas doméstico en gran parte del país. El conjunto
configura un peligroso ^cóctel explosivo^ de orden social.”
Después
de hablarnos sobre el hambre, nos explica sobre el dinero: “la escasez de
billetes tiene que ver con la inflación. La subida de precios es tan acelerada
que cada vez se necesita más dinero físico para cubrir las operaciones de
intercambio con dinero efectivo. La liquidez monetaria sigue en aumento y cada
vez se acelera más. El año pasado subía 100,36% al cierre de julio 2016, es
decir, duplicaba la cantidad de dinero circulante en el sistema. Y para julio
2017 la subida ha sido de 385,10%, es decir, cuatro veces más. Esto implica que
la agresiva expansión monetaria destroza el valor del bolívar… Al mismo tiempo,
la subida de liquidez es mucho más fuerte en su forma electrónica. No sólo se
imprime dinero efectivo sino que el déficit nacional y las pérdidas de PDVSA se
cubren emitiendo créditos desde el BCV que se convierten en gigantescas masas
de dinero que sólo es posible moverlas de manera virtual o electrónica. Se
trata de dinero que no existe físicamente, sino en cuentas contables, en
asientos de libros… Por cada bolívar que hay en dinero efectivo físico .., hay
14,31 bolívares electrónicos. Lo anterior explica la escasez de billetes. A los
bancos se les hace imposible manejar tales distorsiones en la disposición de
efectivos.” Agrega: “entre las distorsiones que sufre la banca y que más
afectan a los cajeros automáticos está que el costo de transporte de dinero por
un camión de valores (incluyendo el seguro) es mucho más alto que el valor
nominal del dinero que llevan los camiones, lo que genera pérdidas a la banca
por mantener las operaciones con billetes y monedas.” Concluye con este dato
ilustrativo: “Las pérdidas del BCV por el manejo de efectivo es tal, que un
billete de 500 bolívares cuesta producirlo 1.900,80 calculado al dólar Dicom, y
si se calcula con el precio del dólar paralelo las pérdidas se quintuplican.”
Esta
situación contradictoria (hiperinflación por depreciación brutal e indetenible
de la moneda nacional causada por exceso de dinero inorgánico y, al mismo
tiempo, iliquidez de la gente por límites de retiro de la banca), unida a la
hambruna que se extiende, sería motivo de la mayor agitación social por la
oposición en cualquier otro país. Pero aquí no. Nada de esto ha motivado a la
MUD. Lo único que le interesa es conseguir empleo a la burocracia de los
partidos. En medio del colapso del país y del empobrecimiento general, de
hambre, escasez e hiperinflación, la MUD está dedicada a la elección de los
gobernadores, que en nada influirá en la solución de los problemas que sufrimos
los venezolanos y ni siquiera nos mejorará en algo. Únicamente beneficiará a
los políticos, que tendrán salario y comida seguros, carro con chofer y escolta
y contratistas amigos.
En
Europa surgieron los indignados a consecuencia de una crisis financiera que
apenas fue un resfrío ante el cáncer que padece Venezuela. Aquí, donde sólo
falta la chispa de la agitación social para la rebelión popular, tal vez sean
unos indignados los que enciendan esa
chispa. Favor que harían a Venezuela
evitándole un estallido popular anárquico.
REFLEXIONES
118 22-08-17
Claro y raspao! nada que agregar por el momento en esta fotografía en BN de la realidad venezolana... De todos modos, gracias Jésus Petit
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