sábado, 12 de agosto de 2017

Para los perseguidos políticos no hay espacio que valga


Venezuela está sojuzgada por Cuba, la cual ejerce el gobierno desde La Habana teniendo aquí una administración títere presidida por el lacayo Maduro. Esto hay que repetirlo hasta que se grabe en la mente de todos los venezolanos. Maduro no es Maduro. Es Cuba.
Alcadías y gobernaciones son órganos de la administración colonial. No son independientes. Ni siquiera autónomas. Por este motivo forman parte del gobierno títere de Cuba. Así es objetivamente, no importa que sus titulares militen en la MUD. Todos son objetivamente colaboracionistas. Colaboran con Cuba al darle a su tiranía la apariencia de una democracia.
El caso del capitán Caguaripano lo ilustra perfectamente. Perseguido por el gobierno títere, acusado de rebelión, fue apresado por la policía de un municipio con alcalde de la MUD en territorio del Estado Miranda con gobernador de la MUD. Sucedió cuatro días después que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos declarara que el gobierno títere practica toda clase de torturas crueles contra los presos políticos, llegando incluso a la muerte. Y cuatro días después que 17 países democráticos de América se habían pronunciado condenando la ruptura del orden constitucional en Venezuela, lo que significa que estamos bajo un gobierno de facto o tiranía “out law” (fuera de la ley), con el agravante, que añado, dependiente de la tiranía cincuentenaria de Cuba.
A pesar de estas circunstancias (gobierno títere de Cuba y tiranía criminal a su imagen y semejanza), de nada le sirvió a Caguaripano, como tampoco a ningún otro perseguido político, estar en jurisdicción de un Alcalde de la MUD y de un Gobernador de la MUD. Ninguno de los dos podía hacer nada para garantizarle integridad física y juicio justo. Aún más, en el supuesto de que se resistieran a la entrega irían presos también. Esto prueba la falsedad del argumento colaboracionista de los “espacios”: ganar espacios y preservar espacios. Para los perseguidos políticos no hay espacio que valga.
Fue lo mismo que sucedió en Francia ocupada por la Alemania Nazi, la que permitió una ficción de gobierno francés integrado por colaboracionistas, pero circunscrito a una región, como si dijéramos el Estado Miranda. En su territorio actuaron libremente la Gestapo y la SS, a las cuales las autoridades colaboracionistas francesas debieron entregar los miembros de la resistencia que apresaran. Porque las autoridades colaboracionistas tampoco tenían piedad con la resistencia. No los dejaban escapar, sino los entregaban de inmediato aunque sabían que los alemanes los matarían.
El caso Caguaripano demuestra que alcaldes y gobernadores de la MUD son útiles al gobierno títere con el cual colaboran forzosamente, pero no lo son para los ciudadanos en general y menos para los perseguidos políticos en particular. Al elegirlos no ganamos nada en protección legal y, en cambio, nos haríamos colaboracionistas de la tiranía ayudándole a simular democracia con alcaldes y gobernadores que objetivamente (no importa lo que piensen) son funcionarios de la administración colonial al servicio de Cuba.


NARCOTIRANÍA COMUNISTA 33         12-08-17


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