Emili Blasco fue el corresponsal del diario ABC de
España en Washington hasta el año pasado. Allí tuvo acceso a información
fidedigna sobre Venezuela obtenida por los servicios secretos de Estados Unidos
y de los testimonios de quienes desertaron de las filas del chavismo, la cual
recogió en el libro BUMERÁN CHÁVEZ que servirá de guía a la justicia venezolana
cuando sea independiente para enjuiciar a los altos jerarcas de la tiranía
narco-comunista, títere de Cuba. Blasco se ganó la confianza de los venezolanos
por haber informado la verdad sobre la enfermedad y muerte de Chávez, a la cual
hizo seguimiento. Cuando seamos libres otra vez, deberemos hacerle un
reconocimiento por el servicio prestado desinteresadamente a nuestro país. Ha
sido más venezolano que muchos. Resumamos lo leído hasta ahora: 1) Chávez declaró en
secreto la guerra asimétrica contra Estados Unidos; 2) Esta guerra ha venido
siendo librada con un arma química: la cocaína, destinada a envenenar y
destruir a la población de aquel país, sobre todo a su juventud; 3) Todos los
altos funcionarios pasaron a ser combatientes en esta guerra, convirtiéndose en
narcotraficantes; 4) La proveedora de
esta arma es la FARC, cuya producción de droga es comprada por el gobierno de
Venezuela (Testimonio de Leamsy Salazar: “Chávez le dijo a Rafael Ramírez
adelántales a las FARC 500 millones de dólares por el negocio”); 5) En esta
guerra Chávez buscó de aliados al grupo terrorista sirio-libanés HEZBOLÁ,
entrenado y financiado por Irán; 6) Al efecto, Nicolás Maduro, siendo Ministro
de Relaciones Exteriores, se reunió en secreto (año 2007) con el jefe supremo
de Hezbolá en un hotel de Damasco (Siria); 7) Fue testigo presencial de esta
reunión secreta Rafael Isea, para entonces Ministro de Finanzas, de cuyo
testimonio (en poder de las autoridades de EE UU) se concluye en lo que se
convino: a) Hezbolá se incorpora a la guerra asimétrica contra Estados Unidos participando
en el narcotráfico; b) El gobierno de Venezuela suministrará armas a Hezbolá,
transportándola en aviones de Conviasa (Caracas-Teherán, escala Damasco); c) El
gobierno de Venezuela proveerá de pasaportes venezolanos a militantes de
Hezbolá para facilitar su desplazamiento por el mundo entero.
“Coincidencialmente después de celebrado este convenio
fue nombrado Ministro del Interior Tareck El-Aissami, venezolano de origen
sirio-libanés, quien desempeñó el cargo (como jefe de las oficinas de cédulas y
pasaportes), desde 2008 hasta 2012, con quien mantenía estrecha relación un libanés
naturalizado venezolano, que porta pasaporte diplomático venezolano, conocido por todos como Ghazi, captado en su
juventud por Hezbolá, cuyo nombre invocaban centenares de libaneses ante la
Embajada en Beirut para que les diera pasaporte venezolano sin cumplir con los
requisitos exigidos por la ley”.
Ghazi tiene un hermano de nombre Oday Nassereddine, el
apellido de familia, del cual informa Blasco: “La DEA estadounidense supo que
residía en Barquisimeto, a solo 26 kilómetros del campo de entrenamiento que
Hezbolá tenía en Yaritagua, en el vecino Estado Yaracuy, y que él mismo
comandaba. Las prácticas de guerrilla se realizaban en la finca que le fue
expropiada al diputado de la oposición Eduardo Gómez Sigala.” Significa
entonces que haciendas confiscadas (porque nunca pagaron la indemnización) era,
no para sembrar( de allí la escasez de alimentos), sino para servir de campo de
entrenamiento de grupos terroristas.
Continúa Blasco: “La ubicación satelital (que le tenía
la DEA a los hermanos Ghazi y Oday), porque manejaban el gran operativo de
Hezbolá en Venezuela, permitió captar un viaje que hicieron juntos a Cancún
(México) en los primeros meses de 2013. En este viaje los dos hermanos
contactaron con la mafia de la droga de Yucatán. El trato beneficiaba a las dos
partes: ayuda logística para que células de Hezbolá pudieran llegar hasta la
frontera de EE UU y atravesarla, a cambio de asociarse en el negocio de la
droga”.
Vemos, pues, que todo comenzó por la insensatez de
declararse en guerra asimétrica contra Estados Unidos, usando el arma química
que es la droga. Y cómo a esta estupidez se le agregó la alianza con los grupos
terroristas islámicos, hasta convertir a Venezuela en un
NARCO-ESTADO-TERRORISTA, esto último por aquello de dime con quién andas y te
diré qué eres.
NARCO-TIRANÍA 24 22-02-17
@petitdacosta
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