Recordemos que en 2010 vino a Venezuela el general cubano Ramiro Valdés. Lo envió la monarquía comunista cubana (dinastía Castro) para que supervisara al gobierno títere de Cubazuela, su posesión de Tierra Firme, entonces presidido por el Traidor Supremo. La excusa de su presencia en el país fue la crisis eléctrica, atribuida entonces como ahora a la sequía, cuando en verdad se debía entonces como ahora a la falta de gerencia y de inversión para la mejora y mantenimiento de la red eléctrica, lo que entonces ocasionaba frecuentes cortes de suministro pero no tantos como ahora. “Valdés, fundador del temible G2 y en dos ocasiones ministro del Interior, ejercía como Ministro de Informática y Comunicaciones. La era digital hacía de las conexiones entre modernos dispositivos el nuevo ámbito al que extender el aparato represivo del Estado. En aquellos meses estaba en marcha el proyecto de un cable submarino de fibra óptica entre Cuba y Venezuela”. En conclusión, Valdés no vino a resolver la crisis eléctrica como se ha demostrado 6 años después. Y no lo podía hacer porque no sabía de electricidad más que aplicarla como tortura a presos políticos. Valdés vino a organizar el aparato represivo del gobierno títere, conectado electrónicamente con el cubano por medio del cable submarino. Como es propio del aparato represivo de todo gobierno títere “Valdés tomó bajo su mando el control de las cédulas de identidad y los pasaportes de todos los venezolanos, proceso tecnológico entregado a Cuba. Unos años antes Venezuela había encargado un programa de transformación y modernización del sistema de identificación, migración y extranjería a la empresa cubana Albet, vinculada a la Universidad de las Ciencias Informáticas (de La Habana) que dependía de Valdés. De acuerdo con uno de los documentos del contrato que obtuve, la parte cubana manejó millones de soportes vírgenes para producción de carnets de identidad y pasaportes. La falta de transparencia del proceso sembraba dudas sobre el destino de esos soportes, sin descartarse que pudiera estar relacionado con casos de identidad falsa de votantes en las elecciones. Valdés se marchó de Caracas sin arreglar el problema eléctrico, pero en las siguientes elecciones presidenciales la conectividad informática Cuba-Venezuela probó ser decisiva. También eran cubanos los sistemas informáticos de la presidencia y de los ministerios, así como de los programas sociales, los servicios policiales y la petrolera PDVSA”.
“Además de gestionar el Sistema Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), que pone en manos de La Habana la base de datos personales de los venezolanos, los cubanos también pasaron a encargarse del Servicio Autónomo de Registros y Notarías (SAREN), que incluye registros civiles, mercantiles y de la propiedad, lo que da conocimiento (a Cuba) sobre bienes y transacciones. Asimismo, tienen labores de codirección en los puertos, presencia en los aeropuertos y puestos de control migratorio y mando sobre diversas esferas de la Administración Pública venezolana. Entre estos últimos estaban los casos de Bárbara Castillo, militante del Partido Comunista de Cuba, con gran autoridad en la gestión de los recursos alimenticios de Venezuela, cuyo reparto en situaciones de escasez constituye un arma ideológica, y de Rosa Campo Alegre, quien al desempeñar labores de supervisión del plan de estudios de la Universidad Nacional de la Policía, incide en el adoctrinamiento de los agentes de seguridad”.
En los “Papeles de Panamá” consta que la tecnología de los documentos de identidad es alemana, porque una empresa alemana fue contratada para tal fin. Pero no fue contratada por Venezuela, sino por Cuba, a cuyas instrucciones responde, las cuales se ajustan sin duda a tener el control efectivo de los venezolanos.
Tenemos entonces:
1.- Que estamos cedulados como cubazuelanos, ya que nuestras cédulas de identidad son cubanas, puesto que las emite Cuba aunque bajo el nombre de República Bolivariana de Venezuela que es el nombre oficial de Cubazuela.
2.- Que nuestros pasaportes son cubanos, puesto que los emite Cuba aunque ocultándolo bajo el nombre oficial de Cubazuela.
3.- Que todos nuestros datos personales y patrimoniales los tiene Cuba, que como potencia colonial nos sabe la vida y milagro.
4.- Que todos nuestros viajes internos y movimientos migratorios están bajo control de Cuba, que nos vigila.
5.- Que los alimentos están controlados por los cubanos.
6.- Que los servicios de seguridad los forma Cuba y están bajo su control.
Las preguntas claves: a) Porqué soportamos esto?; b) Porqué la oposición no ataca a Cuba; y, c) Porqué nadie en la Asamblea Nacional habla de esta vergüenza? Es que no hay un partido nacionalista ni diputados nacionalistas?
NOTA: Todas las citas son del libro BUMERÁN CHÁVEZ de Emili Blasco.
NARCOTIRANÍA 17 27-04-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario