Permítame,
estimado lector, recordarle lo que escribí el 07-05-16 con el título: PARA
ENTENDER LO QUE ESTÁ PASANDO, con el Nº 18 de la serie NARCOTIRANÍA: “Maduro
no es Maduro. Es Cuba. Esta es la premisa de la cual debemos partir en el
análisis de la situación de Venezuela. Veamos el caso del revocatorio: 1.-
Antes de las elecciones parlamentarias del 6D, se informó que John Kerry,
Secretario de Estado de Estados Unidos, se trasladaba a La Habana para dialogar
con Raúl Castro, presidente de Cuba. Entre los temas a tratar estaba la
situación de Venezuela. De este modo reconocía Estados Unidos que Venezuela es
propiedad de Cuba, la cual decide nuestro destino. Maduro sólo ejecuta las
órdenes que recibe de Cuba, por ser persona interpuesta en calidad de títere.
2.-
Inmediatamente después que Kerry se reunió con Castro en La Habana corrió el
rumor de que habían convenido el resultado de las elecciones parlamentarias de
Venezuela. Se le reconocería mayoría a la MUD a cambio de la estabilidad de
Maduro en la presidencia. Nadie desmintió el rumor ni lo confirmó. Pero el jefe
del partido dominante en la MUD (Julio Borges) declaró: “la salida de Maduro no
será prioridad para nosotros” (ver la prensa antes del 6D).
3.- Según aquel rumor, el pacto entre Kerry y
Castro era reconocerle a la MUD una mayoría simple. Así tendría justificación
para cumplir el pacto de no salir de Maduro, ya que alegaría carecer de la
mayoría calificada (2/3). Para sorpresa de todos, los electores aprovecharon la
apertura hecha por Cuba en el blindado sistema electoral dándole una mayoría
aplastante a la MUD. De este modo el electorado de oposición puso en peligro el
pacto, interpretando la mayoría calificada como un mandato imperativo de salir
de Maduro de inmediato.
4.- Enseguida el gobierno títere, por
instrucciones de Cuba, tomó medidas destinadas a impedir el incumplimiento del
pacto. La primera: designar de urgencia un TSJ encargado de evitarlo, lo que
viene haciendo eficientemente. La segunda: reducir la mayoría de dos tercios a
lo convenido a fin de evitar la tentación de romper el pacto por presión de los
radicales, lo que hizo el TSJ apenas se instaló la AN”.
Sólo por la existencia de este pacto se
explicaría lo inexplicable:…c) Que la AN no tome decisión alguna contra Maduro
a pesar de que no ha probado que cumple el requisito de la nacionalidad exigido
para el ejercicio del cargo; d) Que la AN ni siquiera se ha interesado en el
acta de defunción de Chávez, junto con el informe médico, que por ser la prueba
legal de la falta absoluta por fallecimiento, declarada por la AN, debe estar
en sus archivos y, en su defecto, debía requerirlos de Maduro, a fin de saber
si la sucesión presidencial se ajustó a la Constitución y si es verdad lo dicho
por el Vice Istúriz de que a Chávez lo mataron, por lo cual el primer
sospechoso es Maduro; y, e) Que ante la presión del pueblo de salir de Maduro,
la MUD opte por el revocatorio que le garantiza a Maduro quedarse hasta 2017
por lo menos, cuando tal vez se desista de efectuarlo por su inutilidad.
Mientras tanto, se distraerá al pueblo centrando el debate en planillas,
captahuellas , CNE y diálogo involucrando al Vaticano, aparte de la posible
elección de gobernadores, que es la mejor manera de cumplir el pacto de que
Maduro siga en el cargo.
Todo encaja. Y, sin embargo, bastaría para
desmentir la existencia del pacto tomar esta iniciativa: Que la AN proceda
contra Maduro por ser ilegítimo al no haber probado el cumplimiento del
requisito de la nacionalidad dejando sin efectos su juramentación y toma de
posesión. Y motive también la remoción invocando los Arts. 333 y 350 de la CN
(por ser títere o monigote de Cuba a la cual se le ha cedido la soberanía) y
233 (por abandono del cargo al delegar parcialmente en el general Padrino la
función de Jefe de Gobierno), lo cual es aún más grave que la nacionalidad.
En razón
de lo anterior contra la MUD-AN opera una presunción juris
tantum sobre el pacto, porque
no sólo se abstiene de proceder contra Maduro. Es que ni siquiera debate estos
temas, sobre todo la pérdida de la independencia y soberanía de Venezuela
conocida ahora como Cubazuela. Su conducta inexplicable refuerza la presunción del
pacto secreto, que sólo sería desmentido por la prueba en contrario: remover de
inmediato a Maduro con fundamento en los preceptos constitucionales citados.
NARCOTIRANÍA 19 01-10-16
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