miércoles, 26 de marzo de 2014

Protestas por todo y en todas partes


¿Cuál es el objetivo? La LIBERACIÓN NACIONAL, lo que significa:
-    *   Liberarnos de Cuba para recuperar independencia y soberanía.
- * Liberarnos de la tiranía comunista, títere de Cuba, y en su lugar restablecer la democracia (Estado Democrático de Derecho).
-  *  Liberarnos del comunismo importado de Cuba y en su lugar establecer la economía social de mercado (Estado Social de Derecho) como existe en todos los países desarrollados.
-  *  Liberarnos de la pobreza a que nos condena el comunismo y en su lugar crear una república de propietarios y emprendedores (capitalismo con justicia social).
¿Cómo conseguir este objetivo? Con otro 23 de enero.
Los dos primeros pasos de la ruta que conduce a este desenlace son los siguientes:
1.- Irrupción/Ruptura: Se produjo la irrupción el 12 de febrero cuando se lanzó la consigna: LA SALIDA ES LA CALLE.
Su consecuencia: la ruptura con el sistema político-económico imperante. Implica ruptura con la tiranía a la cual se la desafía, acabando con el miedo, y ruptura con los colaboracionistas, sostén del sistema.
La ruptura es definitiva. La línea divisoria está trazada. Ha sido creado el clima emocional y de opinión. No hay vuelta atrás. El que se cansa, pierde. Y el que se devuelva, quedará apartado. Los vacíos de liderazgo serán llenados por figuras emergentes.
Esta primera etapa ha sido cumplida con gran éxito (mérito de los estudiantes de todo el país y de los políticos que se decidieron por la oposición de calle). La tiranía ha quedado desnuda ante el pueblo venezolano y la comunidad internacional. Su piso político está cuarteado. Ha sido tanta la conmoción que ha movido a sus aliados de la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo) para que la auxilia montando el teatro de los cancilleres de UNASUR. Y, desde luego, han apelado a los colaboracionistas para que le repongan la careta democrática que le habían prestado. Pero de nada le vale ya.
2.- Agitación/Protestas: Se agita con las protestas constantes y múltiples. Protestas por la inseguridad, por la represión, por el costo de la vida, por la escasez, por la tarjeta de racionamiento, por la devaluación, por los apagones, por la censura, por el desastroso estado de la salud, por el desastre de la educación, por los pésimos servicios públicos, por el empobrecimiento general, etc. Protestas por todo y en todas partes.
Con este fin la “resistencia” debería organizarse siguiendo la línea de “asume tu liderazgo”, lo que significa que cada uno constituya su “junta patriótica” con su familia, con sus vecinos, con sus compañeros de trabajo, de gremio o de sindicato. Cinco millones de personas, de las siete que votaron contra el régimen en la elección presidencial, organizadas en grupos de cinco sumarían un millón de juntas patrióticas. Una fuerza semejante sería la base más sólida de la acción cívico-militar y luego del gobierno de transición. Pero siquiera un tercio excedería las expectativas.
Cada “junta patriótica” debe ser creativa sobre medios y oportunidad de la agitación, mediante las protestas en su entorno. La tarea de cada “junta patriótica” es elemental: protestas, protestas y más protestas, protestas todos los días y en cada ocasión, desde las locales o vecinales hasta las  multitudinarias (manifestaciones y marchas).
Así, pues, no nos cansemos de protestar y veremos el resultado. No dudemos. ¿Cuántos dudaron de la eficacia de la “oposición de calle” para acabar con el miedo y la pasividad, cuando insistíamos en ella desde el año pasado? Vista su eficacia, sólo falta dar el paso siguiente: organícese cada quien para las protestas constantes y múltiples asumiendo su liderazgo personal. Protestando usted contribuye a crear el clima de agitación necesario para el desenlace. De usted depende.
REFLEXIONES 43                                                            26-03-14

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