Antes de comenzar, advierto que
este artículo como los anteriores y siguientes recogen mis reflexiones y
consejos anticipados a los que serán actores de la nueva etapa política.
Ya sabemos que, no habiendo
aceptado Maduro la oferta de Estados Unidos de un Gobierno bipartito de
Emergencia Nacional como salida pacífica, la transición a la democracia llegará
forzosamente por una de estas dos vías:
1.- Rebelión de los mandos
militares medios, adelantándose a una intervención militar extranjera, visto
que nada se gana con prolongar esta agonía hasta lo inevitable; ó
2.-Intervención militar por una
coalición internacional encabezada por Estados Unidos, ahora inevitable por el
desafío de entregarle la industria petrolera venezolana a Irán y el terrorismo
islámico, agravado por haber nombrado para esta tarea al primer acusado de
narcoterrorismo por la justicia de aquel país.
Las dos vías serán violentas. No
podrán ser de otra manera. Como consecuencia la transición tendrá que ser una
etapa de gobierno de mano dura, de limpieza y depuración de las instituciones y
de la sociedad. Sólo así se podrá liberar a Venezuela de Cuba, del comunismo,
del terrorismo islámico, de las bandas paramilitares y de delincuentes comunes
(pranes) y sobre todo de los carteles del narcotráfico, para poder echar las bases
de una democracia moderna, honesta y duradera. Tarea muy diferente a las
anteriores transiciones de una tiranía militar clásica a la democracia, sin
mayores traumas.
Tendrá que ser, pues, una
transición autoritaria de mano dura para imponer la ley y el orden, acabando
con el bandolerismo del crimen organizado, por lo cual debemos mantener durante
la misma a la Constitución vigente de 1999 porque, como lo enseña la
experiencia, las cosas se desmontan del mismo modo que se montaron. Y en verdad
no hay peor cuña que la del mismo palo. Con la misma Constitución que acabaron
con la democracia acabemos con la narcotiranía comunista que sirve de títere de
Cuba, en alianza con el terrorismo islámico. Démosles con el mismo garrote con
que nos han dado durante 21 años.
Cumplida la tarea, no antes,
procederá aprobar una nueva Constitución, la que regirá a la democracia
venezolana del Estado de Bienestar correspondiente a la sociedad del
conocimiento.
A cómo organizar el gobierno de
mano dura para esta transición me referiré en el siguiente artículo. Y en el
mismo responderé a los que seguramente están diciendo: Guaidó no es el hombre
para esta tarea. Advierto una vez más que no soy su amigo, ni siquiera lo
conozco personalmente. Sólo que como nací en el campo aprendí que el buey ara
según la yunta que se le ponga. Y en política yunta significa junta.
Jesús Antonio Petit Da Costa
GOBIERNO DE TRANSICIÓN 5 27-04-20
Muy acertado!!!
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