Antes de la exitosa gira de Guaidó por Europa, Estados
Unidos y OEA, en la cual se le reconoció y recibió como el PRESIDENTE LEGÍTIMO
DE VENEZUELA, se reunió en Bogotá la CUMBRE HEMISFÉRICA CONTRA EL TERRORISMO.
No debemos creer que fue por coincidencia que dicha reunión precedió a la gira,
sino por una planificación estratégica de Estados Unidos y los países
limítrofes con nuestro país (Colombia y Brasil). Una frase del Secretario de
Estado, Mike Pompeo, ilustra sobre el objetivo de la reunión: “Irán con su
brazo armado terrorista Hezbolah está en Venezuela.”
El terrorismo integra, junto con el narcotráfico y el
lavado de dinero, el mayor conglomerado criminal mundial. Son la delincuencia
organizada transnacional, de tanto poder que se han apoderado de Venezuela y la
gobiernan, algo sin precedentes en la historia. Contra este poder NO PODEMOS
SOLOS. Evidentemente necesitamos ayuda. Se entienden entonces las palabras del
presidente Trump usando el verbo “aplastar”, porque al terrorismo en general y
al transnacional en particular se lo aplasta, no sólo se lo derrota. Y, desde
luego, visto lo sucedido en Libia y Siria por la inexistencia de un gobernante
sustituto reconocido por la comunidad internacional, hay que tener, para evitar
el caos, un gobernante legítimo que goce de este reconocimiento.
Al ser admitido en Davos, Guaidó recibió también el
reconocimiento del poder financiero mundial ante el cual dijo: “Estamos luchando contra un conglomerado
criminal. No podemos solos.” No sólo necesitamos ayuda para derrotar y
desalojar del poder al conglomerado criminal que nos gobierna, sino que,
liberados de los criminales, el presidente legítimo, con su gobierno
constituido previamente, necesitará urgentemente la ayuda de los poderosos de
la finanza mundial para estabilizar económicamente el gobierno de transición.
Todo está servido, pues, para que Guaidó, con el
carácter de PRESIDENTE LEGÍTIMO DE VENEZUELA, dé el paso siguiente. Nuestra
tarea es forzarlo a darlo.
ENCARGADURÍA 2 10-02-20
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