Para asegurar la ocupación de
Venezuela, Cuba ha creado una estructura militar paralela a la Constitución:
1.- Suprimió la Fuerza Armada
Nacional (FAN), que es la establecida por la Constitución, y la sustituyó por
la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), denominación oficial del ejército
inconstitucional de ocupación de Venezuela al servicio (títere) de Cuba.
3.- Agregó inconstitucionalmente
un componente quinto a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)
incorporando inconstitucionalmente a las Milicias, que es la denominación
oficial del ala paramilitar cuya integración verdadera se desconoce, pero se
presume formada por guerrilleros, bandoleros y toda clase de criminales, que
así lavan su prontuario, poniendo por delante a viejos para encubrir.
4.- Ahora Cuba ha convertido en
Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire al títere Maduro que usurpa
la presidencia de la República, disfrazándolo con uniforme, gorra, insignias y
galones, según la más inconstitucional de todas las leyes: “Artículo 23. El
Presidente o Presidenta de la República Bolivariana de Venezuela tiene el GRADO
MILITAR de Comandante en Jefe y es la máxima autoridad jerárquica de la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana”. El colmo de la ridiculez para la suma de todas las
inconstitucionalidades:
4.1 La Presidencia de la
República es un cargo civil, vedado a los militares en actividad (Art. 330).
Por consiguiente, son inelegibles para el cargo los militares activos y queda
inhabilitado automáticamente para el cargo civil de Presidente de la República
el que, estando en ejercicio del mismo, se haga militar activo al asumir un
grado militar.
4.2 Ser Comandante en Jefe, no es
cargo ni grado militar, sino función privativa del Presidente de la República,
que la Constitución le confiere, en razón del cargo civil que desempeña,
precisamente para indicar la preeminencia del poder civil sobre el militar. El
que, estando en ejercicio del cargo, acepta grado militar subvierte el
espíritu, propósito y razón del precepto constitucional, porque de hecho acepta
la preeminencia del poder militar sobre el civil, ya que admite con su conducta
que un civil no puede mandar a los militares y que para mandar a los militares
hay que vestirse de militar.
Pero lo más grave: en un civil como Maduro el uniforme
militar es un disfraz que lo expone al mayor ridículo. Tanto que todos tenemos
fundados motivos para pensar que está tocado del cerebro. El peligro que corre
el país es que, con el uniforme puesto, se lo crea y delirando se le ocurra una
loquera.
La salida de Maduro se hace ahora
más urgente porque ésto de ponerse el uniforme militar hasta con medallas y
creerse Generalísmo son síntomas de extravío mental.
petitdacosta@gmail.com 18-02-20
No hay comentarios:
Publicar un comentario