1
En 2015 el pueblo eligió una
Asamblea Nacional de oposición y le dio mayoría calificada de dos tercios,
inducido por la promesa de que, apenas se instalara, procedería a destituir a
Maduro y sustituirlo por un gobierno de transición.
En 2020, cinco años después, está
demostrada la inutilidad de la AN para conseguir este objetivo. En
consecuencia, nada se gana con elegir otra que terminará siendo la que acompañe
a Maduro, sirviéndole de comparsa, hasta 2025 cuando terminará el período
presidencial en curso.
2
¿A quién beneficia elegir una
nueva AN? A los políticos, que seguirán enchufados haciendo negocios con
Maduro. A la gente no la beneficia en nada. Lo prueba que en estos cinco años
(2015-2020), con una AN controlada por la MUD, la gente no se ha beneficiado
sino, por el contrario, su situación ha empeorado, porque Maduro sigue haciendo
arbitraria y despóticamente lo que le da la gana al extremo de ir consumando un
genocidio progresivo sin que nadie lo detenga. Para escapar de este genocidio,
5 millones de venezolanos han huido al extranjero.
Elegir una nueva AN en estas
condiciones sería votar por la continuidad de Maduro hasta 2025, por lo menos,
lo cual significa votar por la consumación del genocidio y porque vivamos cada
día peor que el anterior. Sería un acto de masoquismo, que culminaría en
suicidio colectivo.
3
Sirven a Maduro los que invitan a
votar en las elecciones parlamentarias con el argumento falaz: No podemos
regalarle la AN a Maduro/No podemos renunciar a los espacios.
Maduro no necesita de la AN para
seguir gobernando. Tiene a la Constituyente para que apruebe las leyes y todos
sus actos de gobierno. La Constituyente usurpa la función legislativa y de
control político de la Administración. Y tiene el TSJ para anular todo lo que
pretenda hacer la AN y para sustituirla, usurpando la función parlamentaria,
cuantas veces le dé la gana.
Realmente para lo único que
Maduro necesita hacer elecciones parlamentarias es para simular ante la
comunidad internacional que cumple con la Constitución y sobre todo para que
CESE EL INTERINATO de Guaidó, y de este modo dejar sin argumento a Estados
Unidos, la OEA, la UE y el Grupo de Lima. Si no hay usurpación ni encargaduría
de la presidencia, se acabó el cuento.
En consecuencia, los que voten en
las elecciones parlamentarias estarán votando por Maduro y para que ningún país
democrático nos ayude porque ya no habrá fundamento político-constitucional
para hacerlo.
Los que voten en las elecciones
parlamentarias se sumarán con su voto, objetivamente, a los colaboracionistas y
ultracolaboracionistas que han pactado las elecciones parlamentarias con
Maduro, en lugar de la presidencial que es la ordenada por la Constitución y la
única que beneficiaría a la gente porque cambiaría favorablemente su situación
al salir de Maduro y sus bandas de delincuentes.
ENCARGADURÍA 6 29-02-2020
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