Cuba tomó posesión de Venezuela, convirtiéndola en su
PROTECTORADO, coincidencialmente cuando se derrumbó el imperio comunista
soviético. De este acontecimiento tomó nota la jerarquía comunista cubana,
presidida por Fidel Castro, y extrajo lecciones para evitar que le sucediera lo
mismo con el primer país sojuzgado en América.
Probado que 70 años de adoctrinamiento del Ejército Rojo y
de los ejércitos satélites (Pacto de Varsovia) no garantizaron la defensa del
comunismo mediante el uso de las armas, Cuba copió de los nazis, para
estructurar la defensa de la ocupación de Venezuela, las previsiones a fin de
obligar al uso de las armas para la liberación de Venezuela. La primera: poner, junto al Ejército
(Wermatch), las milicias que los nazis llamaron Volkssturm (Tormenta del
Pueblo), por cierto con uniforme marrón. El papel de las milicias aquí es
evitar que se repita el ejemplo de los militares de los países comunistas de
Europa que aceptaron pacíficamente el derrumbe del comunismo.
Han copiado también de los nazis los escuadrones de la
muerte, las famosas SS, cuerpos represivos denominados FAES los uniformados y
Colectivos sin uniforme. Completa con los colaboracionistas (los Vichy de la
MUD) la adopción de la estructura nazi de dominación complementaria de la
comunista (gobierno títere, partido títere, ejército títere).
De este modo la ocupación de Venezuela por Cuba está
fortificada. En teoría no hay por donde entrarle. Sólo la pondría en peligro la
traición. Los comunistas cubanos no descartaron esta posibilidad. Posiblemente
se pasearon por un antecedente: la Primavera de Praga, que se produjo allá por
los años 67-68. En la historia se conoce con este nombre a la apertura
democrática que intentó Alexander Dubcék, líder del Gobierno y del Partido Comunista
de Checoeslovaquia. Fue aplastada militarmente por la URSS, pero le costó ocho
meses de lucha contra la resistencia.
Para impedir que en Venezuela se produzca algo semejante a
la Primavera de Praga, Cuba ha tomado estas previsiones tomando en cuenta que
en tal supuesto no podría invadir militarmente a Venezuela porque Estados
Unidos intervendría de inmediato: 1) Escogió como su títere, para suceder a
Chávez, a un caporal rústico con mentalidad de fanático inescrupuloso como
Maduro, sin formación intelectual, muy diferente al comunista culto como era
Dubcék. 2) Mantiene rodeado a este caporal rústico con un anillo de seguridad
integrado por 200 cubanos (sg. el general Figuera) que, con el pretexto de
cuidarlo, lo vigila, desde luego para liquidarlo si intenta traicionar o
desobedecer a Cuba.
CONCLUSIÓN.- No cabe esperar en Venezuela una “apertura
democrática” por parte de los títeres de Cuba, incultos y toscos. En
consecuencia, todo conduce a que, sólo mediante la rebelión armada, podrá
Venezuela ser liberada de Cuba y de Maduro, su títere.
petitdacosta@gmail.com
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