jueves, 28 de septiembre de 2017

APRENDAMOS DEL FRACASO PARA PODER LOGRAR EL ÉXITO


Reconozcamos que Venezuela es un fracaso político. Lo prueba que dos siglos después de habernos independizado de España hayamos perdido esta independencia, para mayor vergüenza no ante un gran imperio, sino ante una isla arruinada como es Cuba. Y no a consecuencia de una guerra librada con heroísmo sino por la entrega con indignidad y deshonor, sin disparar un tiro, lo más repugnante que podía sucedernos: la traición a la patria de civiles y militares que debieron defenderla.
La dimensión de este fracaso político se mide por el hecho de que somos el único país de América bajo el dominio de otro país, y para mayor humillación arrodillado ante uno de los más pobres y miserables, lo cual demuestra que hemos descendido a lo más bajo que se puede descender políticamente. Lavar esta deshonra exige un escarmiento que se recuerde por generaciones. Impedir que se repita deberá ser la primera previsión político-constitucional.
Venezuela es un fracaso político también porque la sucesión de dictaduras ha tenido la culminación en la tiranía de los peores: criminales, ladrones, narcotraficantes y terroristas. No se trata sólo de una tiranía, como tantas que ha padecido el país desde cuando los civiles se vistieron de militares para conquistar la independencia y desde entonces, ellos y sus herederos en el poder, consideran que el país les pertenece como una indemnización de guerra, que no le cobran a España sino a los venezolanos honestos y trabajadores.
Pero esta vez a la humillación por la Gran Traición se le agrega la vergüenza de tener a la única tiranía de la delincuencia organizada que existe en el mundo. Así el gobierno fantoche que tenemos no es sólo títere, cuando nunca antes habíamos tenido uno semejante, sino que además es una empresa criminal narcoterrorista. ¿Cómo llegamos a este horror? Es la pregunta obligada, que debemos completar así: ¿Cómo fue que, después del más largo período de democracia (40 años) con la única República Civil que hemos tenido en nuestra historia, haya venido desgracia tan grande, una verdadera catástrofe moral acompañada de un colapso general  de la economía y una crisis humanitaria? Pareciera que todos los demonios del mal estén vengándose del tiempo que debieron ocultarse por la primacía de principios y valores superiores, políticos y morales.  Gobierno y Constituyente dan la imagen de un aquelarre que sólo delibera para la maldad.
Como en cualquier momento habrán de producirse los sucesos que le pondrán fin a esta etapa tenebrosa, iniciemos el examen  de los errores cometidos en el diseño del sistema político que condujo a este fracaso estruendoso, a fin de tener pensado cómo corregirlos para que nunca más se repitan. 
Hagamos del fracaso estruendoso el aprendizaje para convertir a Venezuela en un éxito político y en todos los demás órdenes. Lo bueno de la situación actual es que, estando todo destruido, basta con limpiar el terreno para construir un país maravilloso.  
@petitdacosta



CONSTITUCIÓN POLÍTICA 1           28-09-17


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