jueves, 3 de abril de 2014

TERCERA CUESTIÓN PREVIA: ILEGITIMIDAD POR FRAUDE


                           
 Si la MUD no fuera colaboracionista, que lo es, habría aprovechado la entrevista con los ministros de UNASUR para plantearles, como ya lo he dicho, una primera cuestión previa antes de cualquier diálogo: exigir a Maduro la exhibición de su partida de nacimiento y las de sus padres para determinar con certeza si es exclusivamente venezolano por nacimiento, tal como lo requiere la Constitución, y en caso contrario, como se presume del misterio que rodea a su nacionalidad originaria, sea apartado del cargo; y conjuntamente una segunda cuestión previa: exigir a Maduro la exhibición del acta de defunción junto con el certificado médico que la debe acompañar para develar el misterio que los rodea, que hace presumir el ocultamiento de hechos tan graves, tal vez un magnicidio disfrazado de eutanasia, que vician de nulidad la sucesión presidencial con todos los actos de gobierno posteriores al 8 de diciembre de 2012 cuando se vio vivo al difunto por última vez. Si UNASUR no accede a estos pedimentos quedaría en evidencia lo que ya sabemos, que es un instrumento de la Internacional Comunista de América (Foro de Sao Paulo), y que como tal viene únicamente a respaldar a Maduro, no importándole su ilegitimidad.  
Si la MUD no fuera colaboracionista, que lo es, habría planteado en la misma oportunidad una tercera cuestión previa: suspender cualquier iniciativa de diálogo hasta tanto la OEA, de la cual forman parte los once miembros de UNASUR, no se pronuncie sobre la denuncia de fraude electoral en la elección presidencial que le fuera presentada por la MUD en 2013. ¿Cómo se puede dialogar con un gobernante ilegítimo al cual se lo ha denunciado por fraude electoral de tal magnitud que el candidato de oposición dijo de él: “me robó las elecciones”?
Recordemos que la MUD, por medio de su candidato, impugnó ante el TSJ la totalidad de la elección presidencial fundamentando su demanda en la comisión de fraude antes y durante las votaciones y en los escrutinios. Recordemos también que el TSJ no se pronunció sobre el fraude, por haber declarado inadmisible la demanda, lo que políticamente debe interpretarse en la actualidad que efectivamente sí hubo fraude. Un asunto de supremo interés nacional, como la legitimidad del presidente, no se puede obviar con subterfugios porque como lo dispone la Constitución: “no se sacrificará la justicia por omisión de formalidades no esenciales” (Art. 257).
Hoy más que nunca, cuando el gobierno títere de Cuba mata, hiere, tortura, veja y humilla estudiantes y se vale de bandas de malandros criminales para reprimir las protestas, revivir la denuncia del fraude descarado en la elección presidencial, junto con las dos cuestiones previas, sería la respuesta de una oposición verdadera. A la represión oponerle deslegitimación.  
REFLEXIONES 46                                                                                   03-04-14

2 comentarios:

  1. Caramba Dr Petit. Esas cuestiones previas 1, 2 ,3 se han debido proponer in -limine litis- y no dejarlas como punto previo para la sentencia definitiva, que indudablemente en este caso comportaría la nulidad absoluta de la elección presidencial, trayendo como consecuencia la declaratoria por irrita de todo lo actuado por NM y su gobierno, a partir la juramentación del cargo hasta la actualidad.
    Excelente paralelismo de la problemática, con las reglas adjetivas del Derecho Procesal Civil. Empero, en un país donde el derecho sea aplicado de manera impecable y lejos de los intereses políticos, esa sería la solución a tan bochornoso asunto. Saludos.

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  2. Fragmento artículo de Rafael Rivero Muñoz ( Blog )

    (sic)
    ...."Cuestión previa

    Insistimos que el problema de Venezuela y de los venezolanos, ha sido, es y sigue siendo eminentemente político y aún cuando los análisis de muchos expertos se expresen –ayer y hoy– en términos jurídicos, ya sobre ese punto hemos elaborado empíricas apreciaciones.

    En recientes notas del jurista Jesús Petit Da Costa, éste recuerda que a los abogados les:

    “… enseñan que la ilegitimidad de la contraparte debe plantearse como cuestión previa antes de entrar a la consideración del asunto de fondo…”

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