Si la MUD no fuera colaboracionista, que lo
es, habría planteado en la misma oportunidad una tercera cuestión previa:
suspender cualquier iniciativa de diálogo hasta tanto la OEA, de la cual forman
parte los once miembros de UNASUR, no se pronuncie sobre la denuncia de fraude
electoral en la elección presidencial que le fuera presentada por la MUD en
2013. ¿Cómo se puede dialogar con un gobernante ilegítimo al cual se lo ha denunciado
por fraude electoral de tal magnitud que el candidato de oposición dijo de él:
“me robó las elecciones”?
Recordemos que la MUD, por medio de su
candidato, impugnó ante el TSJ la totalidad de la elección presidencial
fundamentando su demanda en la comisión de fraude antes y durante las
votaciones y en los escrutinios. Recordemos también que el TSJ no se pronunció
sobre el fraude, por haber declarado inadmisible la demanda, lo que
políticamente debe interpretarse en la actualidad que efectivamente sí hubo
fraude. Un asunto de supremo interés nacional, como la legitimidad del
presidente, no se puede obviar con subterfugios porque como lo dispone la
Constitución: “no se sacrificará la justicia por omisión de formalidades no
esenciales” (Art. 257).
Hoy más que nunca, cuando el gobierno títere
de Cuba mata, hiere, tortura, veja y humilla estudiantes y se vale de bandas de
malandros criminales para reprimir las protestas, revivir la denuncia del
fraude descarado en la elección presidencial, junto con las dos cuestiones
previas, sería la respuesta de una oposición verdadera. A la represión oponerle deslegitimación.
REFLEXIONES
46 03-04-14
Caramba Dr Petit. Esas cuestiones previas 1, 2 ,3 se han debido proponer in -limine litis- y no dejarlas como punto previo para la sentencia definitiva, que indudablemente en este caso comportaría la nulidad absoluta de la elección presidencial, trayendo como consecuencia la declaratoria por irrita de todo lo actuado por NM y su gobierno, a partir la juramentación del cargo hasta la actualidad.
ResponderEliminarExcelente paralelismo de la problemática, con las reglas adjetivas del Derecho Procesal Civil. Empero, en un país donde el derecho sea aplicado de manera impecable y lejos de los intereses políticos, esa sería la solución a tan bochornoso asunto. Saludos.
Fragmento artículo de Rafael Rivero Muñoz ( Blog )
ResponderEliminar(sic)
...."Cuestión previa
Insistimos que el problema de Venezuela y de los venezolanos, ha sido, es y sigue siendo eminentemente político y aún cuando los análisis de muchos expertos se expresen –ayer y hoy– en términos jurídicos, ya sobre ese punto hemos elaborado empíricas apreciaciones.
En recientes notas del jurista Jesús Petit Da Costa, éste recuerda que a los abogados les:
“… enseñan que la ilegitimidad de la contraparte debe plantearse como cuestión previa antes de entrar a la consideración del asunto de fondo…”