Liberación Nacional y No-Reelección (35)
Hace tres meses fue proclamado presidente electo de la
República el único candidato sin partida de nacimiento. Que todavía ejerza el
cargo demuestra que no hay una autoridad que haga cumplir la Constitución. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que se nos
exhiba ante el mundo como un pueblo pendejo que aguanta todas las burlas?
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Desde la Constitución de 1.830, que creó la República de
Venezuela separada de Colombia, sólo podemos ejercer la presidencia los
venezolanos por nacimiento. Nada más nosotros y exclusivamente nosotros. Como
la nacionalidad venezolana era excluyente, ya que no permitía otra, no había
nada que aclarar hasta la Constitución de 1961, lo que sí se hizo necesario en
la Constitución del 99 vigente porque permite la doble nacionalidad. Se comprende
entonces que expresa y categóricamente aclare y establezca que no pueden
ejercer el cargo los venezolanos por nacimiento que tengan además otra
nacionalidad. El que la Constitución repita en el Art. 227 lo establecido
previamente en el Art. 41 subraya la voluntad manifiesta del constituyente de
que la presidencia está reservada a los que somos, efectiva y únicamente,
venezolanos por nacimiento. En cumplimiento de la Constitución es, por tanto,
ineludible exigirle a los que sean postulados a la presidencia la prueba de
cumplir con el requisito de ser venezolano por nacimiento y no tener otra
nacionalidad, lo que se determina partiendo del acta de nacimiento, porque con
ella se sabe dónde nació y quiénes son sus padres, esto último decisivo tanto
para el supuesto de haber nacido en el extranjero de padres venezolanos como
para haber nacido en Venezuela de padres extranjeros.
Ahora bien, desde hace meses, han surgido fundados indicios
que hacen presumir que el señor Nicolás Maduro Moros no nació en Venezuela, ni
tampoco es hijo de venezolanos. La presunción se fundamenta en el hecho de que
no aparece su partida de nacimiento en el registro civil venezolano. No se la
ha conseguido en ninguno de los lugares donde dice haber nacido y él mismo
esconde la que seguramente tiene, lo que carece de sentido en cuanto lo
perjudica. No encontrándose la partida en los registros venezolanos, surgió
entonces la sospecha de que nació en Colombia y por eso allá se la ha buscado
también infructuosamente. Falta únicamente revisar en Cuba. ¿Será cubano por nacimiento, porque de
corazón no cabe duda? Lo único cierto para el día de hoy: el señor Nicolás
Maduro Moros es un presidente sin partida de nacimiento. Un caso insólito en el
mundo que completa el ridículo que venimos haciendo desde la telenovela de la
enfermedad y muerte del difunto.
Al no haber partida de nacimiento, no existe prueba legal
del lugar y fecha de su nacimiento. Ni de quiénes son sus padres, sus nombres,
domicilio y nacionalidad para aquella fecha; ni del vínculo entre ellos, si
eran solteros, casados o divorciados; y si realmente se llama Nicolás y sus
apellidos son Maduro Moros o son falsos los que aparecen en su cédula de
identidad. Esto es inconcebible y sólo puede ocurrir en la Venezuela actual.
Únicamente aquí se monta una burla semejante al pueblo venezolano, un modo
irrefutable de que el mundo nos tenga por el pueblo más pendejo de todos.
No existiendo prueba alguna de que Maduro Moros es
venezolano por nacimiento, y menos aún de que no tiene doble nacionalidad, ha
sido presentada demanda de nulidad absoluta de su elección por esta causal de
inelegibilidad. EL TSJ no puede eludir
un pronunciamiento al respecto. No le está permitido despacharlo con
subterfugios y formalismos. Aquí, como en ningún otro caso, cabe la aplicación
del precepto constitucional de que no se debe sacrificar la justicia por
omisión de formalidades (Art. 217), ya que se trata de un asunto de supremo
interés nacional. El TSJ está obligado a ordenar la exhibición de la partida de
nacimiento de Maduro, sin perjuicio de que solicite al SAIME el expediente
administrativo en el cual debe constar el documento presentado por él para la
emisión de la primera cédula de identidad. Y con fundamento en esta prueba
determinar si Maduro cumple con el requisito constitucional de ser venezolano
por nacimiento y no tener doble nacionalidad. La sentencia de fondo no admite
dilación.
Si el TSJ demora la sentencia o se vale de subterfugios y
formalismos para eludir pronunciamiento sobre la nacionalidad de Maduro,
deberemos concluir que es un usurpador de la presidencia y proceder en
consecuencia a restablecer la vigencia de la Constitución, apartándolo del
cargo tal como ella lo ordena, sin temor a ser llamados golpistas, porque
golpistas serían lo que convalidan y apoyan la usurpación.
Ya era hora que se hiciese algo en ontra de tanta ILEGITIMIDAD!!!
ResponderEliminarEl Ilegitimo de MADURO, va a tener 3 meses dirigiéndo un país, por el cual no fue electo, no pertenece a ese país y se postuló de forma irregular e ilegitima, por DIOSSSSSSSSSSSS!!!! Hasta cuando nos seguimos calando tantas irregularidades, atropellos, violaciones legales, INCONSTITUCIONALIDADES de este nefasto régimen castrocomunista, vende patrias comprobado.
VENEZOLANOS, por favor, por Dios, por tú Patria !!! ...REACCIONA!!!!!!!!!!!
VENEZUELA ES NUESTRA, DE LOS VENEZOLANOS X NACIMIENTOOOOOOOOO!!!!!
Buenas tardes Dr. Jesús,
ResponderEliminarSolo quería realizarle una pregunta relacionada con la Constitución Nacional.
¿La Constitución Nacional reza en algún lado que los venezolanos con doble nacionalidad no se pueden postular a la presidencia de la república?
Un abrazo.