El nombramiento de Elías Jaua para Ministro de Relaciones
Exteriores de Venezuela fue hecho por Raúl Castro, quien ejerce la presidencia
de facto de Venezuela, usando como títere a Nicolás Maduro. Forma parte del
complot cubano contra Venezuela sustentado en el ocultamiento del cuerpo de El
Tirano.
El nombramiento adolece, como todos los actos sucesivos del
complot, del vicio de inconstitucionalidad absoluta. Primero, se origina en una
usurpación del cargo de presidente de República, evidenciada porque no existe
prueba de que el titular esté vivo y, en caso de estarlo, se encuentre en
condiciones físicas y mentales para ejercerlo. El ocultamiento del cuerpo
constituye indicio suficiente para presumir lo contrario. Si apareciere su
firma al pie del decreto, deberá exigirse experticia grafotécnica, por tratarse
de un documento forjado con firma falsificada. Segundo, en el supuesto de que
efectivamente el titular del cargo esté vivo y consciente y haya firmado el
decreto, de todos modos éste sería inconstitucional porque, estando en falta
temporal por ausencia del país y enfermedad inacapacitante, no puede dictar
este acto administrativo. Tercero, en el supuesto de que el titular esté vivo y
consciente y haya firmado el decreto, de todos modos éste sería inconstitucional
porque la presidencia de Venezuela sólo puede ejercerse dentro del territorio
nacional y La Habana
es capital de un país extranjero.
Todo indica que se trata de acto forjado en Cuba y por los
cubanos, con participación de sus títeres en Venezuela. No es por casualidad
que se lo comunique al país después de la reunión de la troika, que conforma el
gobierno títere y traidor, con Raúl Castro. Se explica porque Elías Jaua goza
de la confianza absoluta de los hermanos Castro, dueños de Venezuela. Lo demostró
durante el ejercicio de sus cargos anteriores, entre ellos el de
Vicepresidente. Recordemos entre sus últimos actos la visita a La Habana , recogida en una
foto donde aparece, dentro de una camioneta, compartiendo con Fidel y su esposa
y Raúl, en amable camaradería, como diciendo éstos que Elías es de la familia.
Precisamente por este motivo necesitan su participación activa en el complot de
Cuba contra Venezuela.
No importa que carezca de las calificaciones académicas para
ser Canciller como lo demostró Maduro. Las relaciones internacionales de
Venezuela son manejadas por Cuba desde La Habana. La cancillería cubana es la profesional.
La venezolana cumple el papel de correveidile. No necesita de un
internacionalista sino de un mensajero de confianza de Cuba, comprometido
ideológicamente en la traición a la patria. Venezuela es traicionada
escudándose en la solidaridad comunista.
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