miércoles, 16 de enero de 2013

A Jaua lo designó Raúl Castro, presidente de facto de Venezuela

El nombramiento de Elías Jaua para Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela fue hecho por Raúl Castro, quien ejerce la presidencia de facto de Venezuela, usando como títere a Nicolás Maduro. Forma parte del complot cubano contra Venezuela sustentado en el ocultamiento del cuerpo de El Tirano.
El nombramiento adolece, como todos los actos sucesivos del complot, del vicio de inconstitucionalidad absoluta. Primero, se origina en una usurpación del cargo de presidente de República, evidenciada porque no existe prueba de que el titular esté vivo y, en caso de estarlo, se encuentre en condiciones físicas y mentales para ejercerlo. El ocultamiento del cuerpo constituye indicio suficiente para presumir lo contrario. Si apareciere su firma al pie del decreto, deberá exigirse experticia grafotécnica, por tratarse de un documento forjado con firma falsificada. Segundo, en el supuesto de que efectivamente el titular del cargo esté vivo y consciente y haya firmado el decreto, de todos modos éste sería inconstitucional porque, estando en falta temporal por ausencia del país y enfermedad inacapacitante, no puede dictar este acto administrativo. Tercero, en el supuesto de que el titular esté vivo y consciente y haya firmado el decreto, de todos modos éste sería inconstitucional porque la presidencia de Venezuela sólo puede ejercerse dentro del territorio nacional y La Habana es capital de un país extranjero.
Todo indica que se trata de acto forjado en Cuba y por los cubanos, con participación de sus títeres en Venezuela. No es por casualidad que se lo comunique al país después de la reunión de la troika, que conforma el gobierno títere y traidor, con Raúl Castro. Se explica porque Elías Jaua goza de la confianza absoluta de los hermanos Castro, dueños de Venezuela. Lo demostró durante el ejercicio de sus cargos anteriores, entre ellos el de Vicepresidente. Recordemos entre sus últimos actos la visita a La Habana, recogida en una foto donde aparece, dentro de una camioneta, compartiendo con Fidel y su esposa y Raúl, en amable camaradería, como diciendo éstos que Elías es de la familia. Precisamente por este motivo necesitan su participación activa en el complot de Cuba contra Venezuela.
No importa que carezca de las calificaciones académicas para ser Canciller como lo demostró Maduro. Las relaciones internacionales de Venezuela son manejadas por Cuba desde La Habana. La cancillería cubana es la profesional. La venezolana cumple el papel de correveidile. No necesita de un internacionalista sino de un mensajero de confianza de Cuba, comprometido ideológicamente en la traición a la patria. Venezuela es traicionada escudándose en la solidaridad comunista.             



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