Por el vacío de liderazgo y
absoluto de legitimidad estemos vigilantes y preparados porque en cualquier
momento, como lo enseña la historia, puede producirse el suceso con el cual
vendrá el que esperamos
Termina 2019: año 20° del dominio
de Cuba sobre Venezuela y 7° del títere Maduro al frente de la narcotiranía
comunista de la delincuencia organizada.
Terminamos 2019 con dos
presidentes títeres: Maduro títere de Cuba y Guaidó de la MUD colaboracionista.
Ambos cohabitan en el mismo territorio. Con dos asambleas nacionales: la AN
controlada por los colaboracionistas, legítima de origen pero en proceso de
deslegitimación por el colaboracionismo, y la ANC (Constituyente), controlada
por los comunistas títeres de Cuba, ilegítima de origen y de ejercicio. Ambas
asambleas cohabitan en el mismo territorio y comparten la misma sede física.
Con dos tribunales supremos de justicia: el TSJ de la narcotiranía títere de
Cuba, ilegítimo de origen y desempeño, y el TSJ en el exilio, legítimo de
origen pero en proceso de anulación por los colaboracionistas. Son los únicos
que no cohabitan ni comparten territorio y sede.
Es un caso insólito el venezolano
por esquizofrénico que sólo tiene una explicación: ambos títeres y ambas
asambleas cohabitan porque son gemelos y coadyuvan al mantenimiento de la
tiranía. Los títeres no temen a los colaboracionistas, precisamente porque son
colaboracionistas y al serlo son inofensivos para la tiranía, absteniéndose de
hacer algo efectivo para derrocarla. Se limitan a montar un entretenimiento
para distraer al público, como ha sucedido este año.
Terminamos 2019 con el títere
Maduro execrado por el 90% de los venezolanos que piden expulsarlo del poder
YA. Y con el títere Guaidó desconocido por el 80% de los venezolanos que le han
retirado su confianza. Ninguno de los dos tiene pueblo.
Terminamos 2019 con una Asamblea
Nacional colaboracionista que ha perdido el apoyo del 85% de los venezolanos y
con una Constituyente títere que jamás lo tuvo, además sin reconocimiento
internacional. Ninguna de las dos asambleas tiene pueblo.
Institucionalmente terminamos
2019 como un país descabezado, con un vacío político inmenso. Pero con un
pueblo que no se ha resignado ni entregado, sino sufre de desánimo por una
crisis de fe. Enseña la experiencia que
un país no puede estar así mucho tiempo y que todo vacío de liderazgo
tiene los efectos de una aspiradora porque alguien lo llena. Es una ley
matemática de la política, por lo cual podemos decir que algo y alguien deben
estar en camino, confirmada por la historia de Venezuela. Los últimos ejemplos
en el siglo XX: 1958 y 1992.
Hablemos entonces sobre
organización, estrategia y mensaje, para alumbrar el camino de la insurgencia
de quienes, civiles o militares, se llenarán de gloria. Es la recomendación que
viene desde Cristo en circunstancia semejante: “ESTEMOS VIGILANTES PORQUE EN
CUALQUIER MOMENTO VENDRÁ EL QUE ESPERAMOS.” Estar vigilante significa preparar
mensaje, estrategia y organización para alumbrar el advenimiento.
13-12-19
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