Sin duda varias son las causas, pero en mi opinión hay una determinante: el Estado de Bienestar. Con el Estado de Bienestar la democracia derrotó al comunismo en Europa. Por no haberlo establecido en Venezuela la democracia fue derrotada por el comunismo. Entonces lleguemos a esta conclusión: cuando tengamos democracia de nuevo hay que establecer el Estado de Bienestar, desde luego perfeccionado con la experiencia mundial. Esta debe ser la promesa fundamental.
Desde 1811 hasta 1945 todas las Constituciones
proclamaron el Estado Liberal de Derecho, enunciado así por la primera en el
Art. 1: “Son derechos del hombre la libertad, la seguridad, la propiedad y la
igualdad. La felicidad general, que es el objeto de la sociedad, consiste en el
perfecto goce de estos derechos.” Pero nunca fue realidad, porque el país
padeció sucesivas tiranías.
En 1947 la Constitución proclamó el Estado Democrático
y Social de Derecho en la Declaración Preliminar, siendo más explícita la de
1961, al precisar en el Preámbulo el concepto de Social dentro los fines de la República: “proteger y
enaltecer el trabajo, promover el bienestar general y la seguridad social;
lograr la participación equitativa de todos en el disfrute de la riqueza, según
los principios de la justicia social y fomentar el desarrollo de la economía al
servicio del hombre”; y al consagrar como derecho social fundamental al que
sustenta el Estado de Bienestar (Art. 94: En forma progresiva se desarrollará
un sistema de seguridad social tendiente a proteger a todos los habitantes de
la República contra infortunios del trabajo, enfermedad, invalidez, vejez,
muerte, desempleo y cualesquiera otros riesgos que puedan ser objeto de
previsión social, así como contra las cargas derivadas de la vida familiar).
Si la democracia hubiera cumplido en Venezuela lo que
ella misma proclamó no hubiera sido derrotada por el comunismo, porque ya en Europa
se había demostrado que la mejor vacuna contra el comunismo es el Estado de
Bienestar, cuyo fundamento es un sistema de seguridad social integral y
universal. De haberse establecido, financiándolo con el exceso de renta
petrolera que hubo desde los años 70, el pueblo hubiera estado vacunado contra
el comunismo.
El error de la democracia fue que, en lugar del Estado
de Bienestar que crea en las personas la conciencia de ciudadano, optaron por
el asistencialismo que convierte al pueblo en mendigo agradecido del
gobernante, el cual amarra así su voto. Este es el sistema populista del
clientelismo. Comenzaron a practicarlo los adecos en las elecciones de 1946 y
1947, intercambiando dádivas por la tarjeta blanca. Lo continuó URD con
Larrazábal y su Plan de Emergencia de 1958, por el cual arrasó en Caracas y
casi gana la elección presidencial. Sucumbieron también los copeyanos a hacer
lo mismo. Así, cuando ya no pudieron dar tanto a los que pedían, se le abrieron
las puertas a Chávez, que lo transformó en una compra masiva de votos en forma
descarada, dándole el nombre “misiones” a la mayor perversión del pueblo.
Fue la democracia la que creó el mecanismo de compra
de votos, en forma de asistencialismo o clientelismo, del cual se aprovechó el
comunismo para derrotarla y del que sigue aprovechándose para perpetuarse en el
poder. Estamos sufriendo las consecuencias de un error histórico de los
partidos democráticos. Su ceguera al no verse en el espejo de Europa y asimilar
su experiencia del Estado de Bienestar como la vacuna más efectiva contra el
comunismo.
CONSTITUCIÓN SOCIAL 1 31-01-17
No hay comentarios:
Publicar un comentario