La MUD le ha dado una puñalada por la espalda a los jóvenes
universitarios que vienen siendo víctimas del gobierno títere, la tiranía
comunista que sirve a Cuba. Le ha dado la puñalada trapera al abogar por sus
asesinos, torturadores y perseguidores ante el gobierno de los Estados Unidos
para que no les apliquen la mínima sanción que merecen: negarles la visa y el
derecho a tener cuentas y bienes en el imperio que hipócritamente dicen
combatir.
Es un crimen político
abominable, que compromete la responsabilidad de todos los miembros de la MUD
que no demuestren su inocencia exigiendo del Departamento de Estado que haga
público los nombres de los que han actuado vilmente contra la juventud que
lucha por la democracia. Exigencia que están obligados a hacer, no sólo para
condenar la traición sino para expulsar de su seno a los traidores.
En el editorial de El Nuevo País se afirma hoy que efectivamente
“hubo tales gestiones en Washington, pero no las hizo un político sino el vocero
de una institución financiera con aspiraciones nobiliarias.” No parece
verosímil esta afirmación, porque la vocera del Departamento de Estado fue muy
clara al decir que la solicitud de que no sancionaran a los asesinos,
violadores y torturadores de jóvenes estudiantes, eran políticos de los que
dialogan con el gobierno títere. Y éstos son los miembros de la MUD. Pero si
fuere cierto lo que dice El Nuevo País significaría que el banquero
colaboracionista que financia a la MUD, y por ello tiene un representante en su
seno, se considera dueño de la misma y como tal con derecho a usurpar su
representación. En este supuesto la MUD está en el deber de denunciar la
usurpación y expulsar al traidor.
El silencio opera contra la MUD y enloda la reputación de sus miembros.
REFLEXIONES 50 10-05-14
Los venezolanos de bien, tenemos que ser solidarios con este comentario.
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