Liberación
Nacional y No-Reelección (74)
El colapso del proyecto cubano para Venezuela es la oportunidad para un militar comunista, medianamente inteligente, de encabezar un viraje estratégico que comience por invertir la relación de dependencia con Cuba
El colapso del proyecto cubano para Venezuela es la oportunidad para un militar comunista, medianamente inteligente, de encabezar un viraje estratégico que comience por invertir la relación de dependencia con Cuba
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El proyecto cubano para Venezuela está sumido en una
crisis política y hundido en el colapso económico, apenas iniciada la tercera
etapa que es la implantación definitiva del comunismo. La crisis política se
origina por la muerte de su líder máximo, a quien le ha sucedido una troika (en
ruso=triunvirato): Maduro, Cabello y Ramírez, ninguno de los cuales tiene el
liderazgo popular y militar del difunto, ni tampoco su carisma personal. Por su
mediocridad e infantilismo ideológico (aprendieron el marxismo en la Misión
Robinson y ni siquiera caletrearon el manualito introductorio de Politzer), no
están preparados para conjurar la crisis y salvarse del colapso heredado con un
viraje estratégico como el efectuado por Deng Xiao Ping en China a la muerte de
Mao, que reservó el poder político a los comunistas a cambio de implantar una
economía capitalista abierta a la inversión extranjera. Maduro no se parece en
nada a Deng por su indigencia intelectual. El parecido de Cabello es más con
Kruschev por rechoncho y por su mentalidad de comisario político del Ejército
Rojo. Ramírez, el más comunista de los tres, está inhabilitado para liderar el
viraje que necesita la tiranía comunista para salvarse debido a su vulnerabilidad
por varios motivos.
No sólo por las carencias personales de la troika
descartamos un viraje estratégico dirigido por uno de ellos, sino por el hecho
de que Venezuela es un país satélite de Cuba, cuyos monarcas (los Castro) son
los que mandan aquí. Saben muy bien los de la troika que no fueron electos por
las bases del PSUV sino por la monarquía comunista, que ejerce sobre ellos
vigilancia, por lo cual pueden terminar
purgados (llaman “purga” a la liquidación política y hasta física de sus
adversarios internos a los cuales acusan de desviacionistas) por una sospecha y
hasta por un chisme, llevado por alguien, como una de las ambiciosas y
desocupadas hijas del difunto, al Rey Emérito de Venezuela, Fidel Castro, que
dispone de más tiempo que el Regente del
Reino, Raúl Castro, para oír a los intrigantes. Este correveidile, esencial en
el protocolo de la sumisión, no avergüenza a los comunistas venezolanos,
quienes por el contrario se enorgullecen de ser traidores a la patria. La
traición es un mérito entre ellos, tanto que pujan por exhibirla.
Repasando la historia de los países satélites de la
URSS, qué lecciones extraemos de ella para aplicarla aquí? El país dominante aplasta
todo intento de apertura y flexibilización del sistema que intenten los comunistas
del país satélite. Pasó con la apertura provocada por la rebelión de los
jóvenes húngaros en 1.956. También con la “Primavera de Praga” de 1.968. El
país satélite no se puede apartar de la línea oficial trazada por el país
dominante. Si hay apertura debe comenzar por éste último para ser imitada por
los satélites. Es Cuba la que está negociando la apertura. Su satélite
Venezuela debe esperar sus instrucciones.
Pero hubo una excepción a esta regla: Yugoslavia, que
desafió a Stalin y se declaró independiente de la URSS. Lo pudo hacer por el
liderazgo y la inteligencia del Mariscal Tito. Fue un dictador, como todo
comunista, pero nacionalista. Si Tito pudo hacerlo con éxito (porque era
militar) ante una gran potencia como la URSS, que sostenía a los satélites, con
mayor razón lo podría hacer un militar venezolano ante una Cuba arruinada que
vive de Venezuela. Pero no veo a un militar comunista semejante a Tito que
aproveche esta oportunidad, la de liberarse del yugo cubano e invertir la
relación de dependencia de manera que sea la Venezuela comunista la que negocie
directamente con las potencias occidentales, metiendo a Cuba en el paquete como
país satélite o dejándola afuera. La ministra de defensa se parece a Tito únicamente
en la corpulencia. Pero debe haber un militar por ahí (porque tiene que ser un
militar) que vea la oportunidad y aproveche la coyuntura de colapso del sistema
para, no sólo imitar a Tito, sino ir más allá: tomar en sus manos la suerte de
Cuba.
Atados a Maduro por un pacto de trastienda, los colaboracionistas
siguen con la obsesión electorera renunciando a lo primario para un patriota:
exigir la recuperación de la independencia
de Venezuela frente a Cuba como condición previa a toda negociación y
así abrirle espacio a los comunistas que quieran imitar a Tito en su posición
nacionalista.
Dr. Petit. La respuesta definitiva es que no lo hay, no hay un militar ni con la inteligencia,, ni con el patriotismo, ni con los cojones para producir ese viraje.
ResponderEliminarPermítame la acotación
ResponderEliminarQuizás el más viejo y conocido oxímoron se expresa en "Inteligencia Militar", son dos términos que se contradicen entre si y eso tiene su origen, desde la remota época en que las tribus organizaron unidades de combate para defenderse de los congéneres depredadores.
El militar es un sujeto que desde el primer día que ingresa a esa vida, lo primero que se le prohibe es pensar, hasta convertirlo en un simple objeto, uno que sólo y exclusivamente obedece órdenes de sus superiores; entre ellas, los extremos, rendir su propia vida en la misión y/o extinguir la vida de todos los semejantes que tenga frente a sus armas.
Militar, un objeto de y para el exterminio que, 25 años después de servicio, alguien le pone una charretera en cada hombro y le ordena; óigase bien, le ordena a partir de ese momento: pensar.
Cosa que jamás o muy excepcionalmente y sólo en las mejores individualidades y más distinguidos profesionales de las armas y por propia dedicación y voluntad, se podrá lograr.
Para el resto de los militares ascendidos –con y sin charreteras–, nada cambia, seguirán siendo objetos en manos de los que ordenan; sobre todo, dúctil en manos de quienes mejores dividendos crematísticos pongan a su alcance y disponibilidad para la acumulación.
Y en ese juego entramos y estamos; evidentemente, la más rentable y rápida actividad que garantiza acumulación de fondos líquidos, las gerenciadas por el Crimen Organizado y entre ellas, la de mayor velocidad la cocaína.