En la
Europa Latina, sobre todo en España, Italia y Portugal, hay
desempleo masivo y creciente de jóvenes con profesión universitaria.
Veamos el caso de España. En 2005 el paro juvenil rondaba el
20%. Ahora alcanza el 49,9%. Esto significa unos 2,5 millones de jóvenes
desempleados. Por ello el 55% de los menores de 34 años sigue viviendo con sus
padres. La generación mejor preparada tiene las peores perspectivas. La
sensación extendida entre ellos es que no hay futuro. El 75% cree que vivirán
peor que sus progenitores. Y el 70% de éstos opinan lo mismo. A consecuencia de ello 68% de los jóvenes
españoles están dispuestos a marcharse de España.
Esta es una oportunidad de oro para la Venezuela emergente que
deberá surgir al restablecerse la democracia. Podemos y debemos repetir la
política de inmigración europea, masiva pero selectiva, practicada por los
gobiernos durante los años 40 a
60.
Esta política debe tener dos aspectos. Primero, dar
facilidades para el regreso de todos los jóvenes con título universitario, cualquiera
sea su profesión, que emigraron debido a la situación crítica del país durante
la tiranía comunista. Y segundo, invitar a los jóvenes desempleados de la Europa Latina
(España, Italia y Portugal) con título universitario, a emigrar a Venezuela, dándole
preferencia a los de profesiones científicas y técnicas. La invitación debe
incluir una oferta de trabajo dependiente o autónomo, en la ciudad o el
campo. Los que opten por el trabajo
autónomo, o sea, los emprendedores, tendrían la posibilidad de financiación.
No creo que favorecer la emigración de jóvenes europeos a Venezuela sea una política adecuada si consideramos que 400 mil jóvenes del país egresados de institutos de educación superior se encuentran sin empleo. Creo que nuestros jóvenes tienen suficiente capacidad para sacar a este país adelante. El problema es que por tradición este país asocia lo extranjero con mayor calidad. Más oportunidades de formación y empleo para los jóvenes venezolanos es lo que necesitamos. Feliz Día.
ResponderEliminar