1.- El Poder Judicial será el
guardián de la REPÚBLICA DEL BIENESTAR. Para que lo sea efectivamente debe
instaurarse su auto-gobierno, que hará a los jueces independientes de los
políticos y de todos los factores de poder (poderes fácticos), lo que nunca ha
sido en Venezuela.
2.- No por casualidad la experiencia exitosa del ESTADO DE BIENESTAR en Europa Occidental durante 75 años, ha estado acompañada del auto-gobierno del Poder Judicial. Hay, pues, una correspondencia entre bienestar general y justicia independiente e imparcial.
3.- Adaptando la experiencia exitosa europea a nuestra realidad deberá reconocerse el autogobierno al Poder Judicial y como órgano de gobierno independiente al CONSEJO SUPREMO DE LA MAGISTRATURA, a crear con este fin.
4.- El CONSEJO SUPREMO DE LA MAGISTRATURA será un órgano colegiado integrado por 9 miembros, todos abogados, de los cuales 6 electos por los jueces y 3 por los abogados colegiados. Así, pues, todos serán electos por la sociedad civil. En consecuencia, no serán escogidos por los políticos ni responderán a cuotas partidistas. Precisamente lo que se busca: despolitizar a la justicia apartando a los políticos del Poder Judicial.
5.- Los 3 representantes de la abogacía serán electos por los abogados colegiados de todo el país mayores de 50 años, que tengan 25 de graduados por lo menos, en votación directa y secreta.
6.- Los 6 representantes de los jueces serán electos por los jueces de carrera de todo el país en votación directa y secreta. Como no los habrá cuando caiga la narcotiranía castro-comunista, serán electos también por los abogados por esta primera y única vez. Para la elección siguiente ya habrá jueces de carrera.
7.- El CONSEJO SUPREMO DE LA MAGISTRATURA administrará la carrera judicial, a la cual se ingresará mediante concurso de oposición y se ascenderá por méritos.
8.- El CONSEJO SUPREMO DE LA
MAGISTRATURA nombrará a todos los jueces y magistrados, incluyendo a los del
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA o CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. De este modo
pondremos fin a 200 años de manipulación política de la justicia, llevada al
extremo de su perversión al convertir a los tribunales, incluyendo al máximo,
en execrables instrumentos represivos de la narcotiranía castro-comunista.
petitdacosta@gmail.com
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