lunes, 8 de enero de 2018

LA LECCIÓN DEL GENERAL LÓPEZ CONTRERAS AL GENERAL PADRINO



Como decía ayer, el primer gobierno de transición en la historia contemporánea de Venezuela fue el del General Eleazar López Contreras (1936-1941), aunque se trató en realidad de una evolución dentro del sistema (de la tiranía gomecista al liberalismo post-gomecista). Tuvo por finalidad preservar y prolongar el gobierno de la oligarquía andina, haciendo concesiones políticas ante el peligro de una rebelión. Algo semejante sería en la presente circunstancia que a Maduro lo sustituyera en la presidencia, cualquiera sea el motivo, el general Padrino, con el apoyo seguro de la AN dominada por los colaboracionistas. Y éste, con la finalidad de preservar y prolongar el dominio de la oligarquía chavista-colaboracionista (la tenaza PSUV-MUD), actualmente en peligro por la hecatombe económico-social que va camino a provocar una rebelión, decidiera tomar estas medidas: 1) Ordenar la libertad de todos los presos políticos y el regreso libre de todos los exiliados; 2) Formar gobierno con los colaboracionistas de la MUD; 3) Eliminar la reelección indefinida y también la inmediata, haciendo reformar la Constitución; y 4) Postularse como candidato de unidad (chavista-colaboracionista), para el período 2019-2025, con el pretexto de garantizar la transición pacífica.

Trasladando lo sucedido en 1936 a 2018 ésto sería lo que haría ahora un émulo de López Contreras, de quien no se esperaba que tomara aquella actitud. Era el más gomecista de los gomecistas.  Tanto que no hizo nada cuando su hijo fue detenido y torturado en 1928 acusándosele de conspirador. Y por ello Gómez lo escogió para sucesor. Por su fidelidad a Gómez pudo haber exclamado: el ejército es andino y gomecista. Como ahora dicen: socialista y chavista. Advierto: esas palabras sólo son un santo y seña de los militares para tener abierta la puerta al poder.

López Contreras actuó así porque, culto e inteligente, sabía que era el único modo de salvar a la oligarquía andina a la cual pertenecía. Lo entendió al ver las manifestaciones en la Caracas de la época. Lo aprendió después de los primeros muertos causados por su policía. Al hacer una apertura controlada logró que la oligarquía andina durara en el poder diez años más. Hasta la rebelión cívico-militar de 1945.

Si Padrino fuera inteligente sabría que para su salvación personal y de la oligarquía a la cual pertenece sólo le queda emular a López Contreras. Desde luego, sería su salvación, pero no la de Venezuela. Para el pueblo venezolano la salvación está en una transición rupturista semejante a 1958, con una junta de gobierno cívico-militar encabezada por un civil que acabe con la organización criminal que se ha apoderado del país.



GOBIERNO DE TRANSICIÓN 3        08-01-18

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