José Amando Mejía Betancourt.1
Caracas
4-7-2017.
Sumario.
Introducción: La soberanía del pueblo está en la calle. 1.- El respaldo de los
mandos militares a la dictadura. 2.- La operación de desconocimiento nacional
de los mandos militares de la dictadura. 3.- El protagonismo de la Asamblea
Nacional. Conclusión: Todavía un esfuerzo más.
Introducción: La soberanía del
pueblo está en la calle.
El pueblo de
Venezuela decidió ejercer directamente su soberanía política en la calle y ha
asumido con claridad su obligación de desconocer a la dictadura militar, de
conformidad con los artículos 333 y 350 de la Constitución. Hay una importante
e indetenible insurrección civil en curso, llena de desafíos, que se extiende a
todo lo largo y ancho del territorio y en todos los sectores sociales,
económicos, religiosos y políticos de la Nación.2 Los ciudadanos están enfrentando activamente a la
dictadura, han comprometido en su lucha a toda la sociedad y se encaminan a una
contundente victoria democrática,3 lo
que permitirá el pronto restablecimiento del orden constitucional y del Estado
de derecho en Venezuela.
Si la calle es de la Constitución y el pueblo está
ejerciendo su legítima soberanía en el asfalto,4 ocurre que la dictadura venezolana sigue
atrincherada en el poder sostenida únicamente por unos mandos militares que
obedecen ciegamente las órdenes de la dictadura cubana. Pero, a estas alturas,
ya no hay duda que la rebelión de los ciudadanos ocupa los espacios
fundamentales de la vida nacional y la sociedad civil está decidida, más que
nunca, a lograr la reinstalación del gobierno democrático de la cosa pública y
a restaurar el Estado de derecho constitucional.5 Para lo cual es necesario, conforme a los artículos
333 y 350 de la Constitución,6
ejecutar una precisa y específica acción política de desconocimiento colectivo
y mayoritario del ilegítimo mando militar venezolano que sostiene y convive
existencialmente con la dictadura y que constituye su estructura fundamental de
poder.7
El desconocimiento nacional del actual mando
cubano-militar venezolano de la dictadura,8
dadas las actuales circunstancias
políticas,9 debe efectuarse e implementarse lo más pronto
posible, para desarticular de raíz la dominación política que el régimen
comunista cubano ejerce sobre nuestro país y lograr el derrocamiento definitivo
de la dictadura chavista. Pues para consolidar la victoria democrática y
popular sobre la dictadura es necesario desplazar y separar del ejercicio de la
función militar a esos mandos que usurpan el poder en Venezuela; lo que
producirá el inmediato derrumbe del gobierno chavista y el desmantelamiento de
todo el corrupto tinglado de autoridad y señorío que tienen los militares sobre
el pueblo de Venezuela.10
1.- El respaldo de los mandos
militares a la dictadura.
Los altos
mandos de las Fuerzas Armadas Venezolanas se apropiaron del poder político, se
entregaron miserablemente a Cuba, destrozaron el Estado de derecho
constitucional y pretenden mantener para siempre y por la fuerza, a sangre y
fuego, su dominación sobre la sociedad civil. Pero, a estas alturas es irreversible
la insurrección nacional que sacude a Venezuela y no hay la menor duda que la
dictadura perdió completamente el apoyo popular, no tiene ninguna legitimidad
constitucional y si no ha caído es porque solo cuenta con el respaldo fáctico
de los militares para mantenerse en el poder.11
Los mandos
militares constituyen el elemento de fuerza que real y específicamente mantiene
y soporta a la dictadura venezolana, a la vez que constituye su estructura
esencial de poder, que en lugar de defender la soberanía nacional defienden a
una dictadura contra el pueblo. Por lo tanto, no son todas las Fuerzas Armadas
las que están involucradas en proteger a la dictadura, sino principal y
particularmente, los altos mandos militares que cuentan con el sostén jerárquico,
disciplinario y de autoridad de la oficialidad media.
En otras
palabras y hablando en términos gerenciales y corporativos, el respaldo militar
a la dictadura lo proporciona fundamentalmente la alta gerencia de la
estructura militar, con el apoyo por reflejo de obediencia y autoridad, de la
mediana gerencia y de un sector minoritario de la tropa y la soldadesca aun
comprometida con el chavismo.12
De ahí que la inmensa mayoría de los
integrantes y del personal de las Fuerzas Armadas Venezolanas en situación de
actividad, es decir, la oficialidad subalterna y el personal de tropa, como
parte que son del pueblo, no están comprometidos con la dictadura, ni apoyan la
ruptura constitucional que se ha producido en Venezuela. Pero, se encuentran
atrapados institucionalmente en la cadena de disciplina, obediencia y
subordinación del mando militar y sometidos por la burocracia interna a la
jerarquía y autoridad de la estructura y de la función militar. Hay que tener
claro pues, que son sola y únicamente los altos y medianos mandos militares los
que están rígidamente estructurados y enlazados internamente en bloque,
ideologizados y comprometidos directa e incondicionalmente con la dictadura
chavista “hasta la muerte”, como se escucha en las paradas y desfiles
militares.
La
configuración, desarrollo, rotación y consolidación de una alta gerencia
chavista en las Fuerzas Armadas, ha sido la gran labor que los cubanos han
realizado durante los dieciocho años que tiene el régimen en el poder. Para lo
cual han tenido carta blanca y mucho dinero para hacer lo que les dé la gana en
el mundo militar, lo que les ha permitido domesticar, manipular, controlar y
poner todos los mandos militares venezolanos al servicio de sus intereses.
Situación que le ha facilitado a Cuba ejercer de hecho un gran poder político
en Venezuela, desviar una parte significativa del ingreso petrolero venezolano
para cubrir sus necesidades financieras sin ningún tipo de control jurídico ni
constitucional, someter a su antojo la soberanía nacional, desplegar una
poderosa y prolongada dominación militar sobre la República y una injerencia
notoria en todos los asuntos nacionales. Visto así, el problema está
concentrado en el respaldo que los altos mandos militares le proporcionan a la
dictadura.13
Los cubanos
que han asesorado al chavismo durante años en la construcción de un régimen
autoritario, han concentrado todo su esfuerzo en crear, como ellos dicen, unas
“Fuerzas Armadas revolucionarias, antiimperialistas y chavistas”,14 para que funcionen como
la columna vertebral del poder dictatorial y esa estrategia les ha funcionado
hasta ahora. Pero, con la contundente insurrección civil y democrática que se
ha desatado contra la dictadura, toda esa burda arquitectura militar y autoritaria
del poder chavista se está tambaleando,
debido al inmenso rechazo que existe contra ella en toda la sociedad
civil.
Por ello, para
que finalmente el régimen chavista termine de derrumbarse, hace falta una
contundente acción directa de desconocimiento activo de toda la Nación contra
los altos mandos militares de la dictadura. Se equivocaron los jerarcas
militares cubanos al creer que somos un pueblo manso y resignado, dispuesto a
dejarse someter militar y policialmente como el de Cuba y su estrategia
política falló al asumir y juzgar, que, con solo tener el control de los mandos
militares, se puede instalar y mantener en Venezuela una miserable dictadura
militar como la que ellos tienen desde hace más de medio siglo en Cuba.
Dada la
profundidad nacional que tiene el movimiento de insurrección civil, queda claro
de manera indubitable, que la fortaleza del gobierno chavista se reduce
básicamente al asqueroso y repugnante apoyo que la alta gerencia militar
proporciona a la dictadura. Por lo tanto, la Nación tiene que desconocer de
manera terminante esos mandos militares en bloque y la insurrección civil debe
concentrar todo su esfuerzo en ese objetivo, para definitivamente dar firmeza y
solidez a la victoria de la democracia sobre el despotismo militar.
2.- La operación de
desconocimiento nacional de los mandos militares de la dictadura.
Ha llegado el
momento que la Nación desconozca los mandos militares de la dictadura mediante
dos operaciones políticas muy precisas.
La primera operación es de orden
constitucional y consiste en el desconocimiento formal de los mandos militares
de la dictadura por la Asamblea Nacional. Para lo cual, la sociedad civil debe
actuar mediante sus representantes y exigir a la Asamblea Nacional que en
ejercicio de la soberanía nacional y conforme a los artículos 333 y 350 de la
Constitución, emita un contundente pronunciamiento donde se desconozcan
formalmente los mandos militares de la dictadura y se proceda, de inmediato, a
designar el nuevo mando militar constitucional de la República.
Esto lo puede hacer la Asamblea Nacional,
dictando, por ejemplo, una “medida constituyente de restablecimiento de la
efectiva vigencia de la Constitución”,15
donde se declare, por una parte, el desconocimiento en bloque de los mandos
militares de la dictadura y, por la otra, se designe el nuevo mando militar
constitucional de la República; que entrara inmediatamente en funciones a la
orden de la Asamblea Nacional y estará a cargo de las Fuerzas Armadas
Venezolanas hasta que se regularice el funcionamiento del Estado de derecho.
En
este sentido, la Asamblea Nacional debe actuar rápidamente sin mayor dilación,
con gran diligencia y a través únicamente de su formidable mayoría
parlamentaria de oposición democrática.16
Con una inteligente prudencia, unidad institucional y lucidez política,
manteniendo la debida reserva para impedir que el nuevo mando militar de la
democracia sea objeto de una represión temprana, por parte de los instrumentos
policiales y de inteligencia de la dictadura.17
En este orden
de ideas es necesario, también, que todos los oficiales militares activos o en
situación de retiro leales a la Constitución, se pongan a la orden de la
Asamblea Nacional a los fines de constituir y componer el nuevo mando militar
de la República.
La segunda operación es de orden insurreccional para que,
conforme a los artículos 333 y 350 de la Constitución, los ciudadanos ejerzan
una gran presión individual sobre cada uno de los miembros e integrantes no
chavistas de la Fuerzas Armadas, con la finalidad que desconozcan al actual
mando militar de la dictadura y reconozcan los nuevos mandos militares de la
democracia designados legítimamente por la Asamblea Nacional.
Esta operación es realizable si se ejecuta,
por ejemplo, casa por casa, familia por familia, de contacto personal con cada
uno de los integrantes de las Fuerzas Armadas. Ya que, los ciudadanos tienen
mucha experiencia en el manejo de este tipo de operaciones de persuasión y
proselitismo político heredada de su cultura democrática.18 En particular, debe hacerse un especial llamado a
todas las madres de Venezuela para que hablen con sus hijos y los orienten en
estas horas cruciales para Venezuela, para la democracia y nuestra libertad.19 El mundo popular
venezolano, como lo enseña el muy distinguido intelectual Profesor Alejandro
Moreno Olmedo, es un mundo de hermandad y convivencia, donde la Madre ocupa el
principal papel en la cultura y la vida de los venezolanos. Por lo que es
perfectamente posible que, por nuestra particular cultura, manera de ser y
convivir a la venezolana, este tipo de acción política individual se puede
ejecutar rápidamente con un gran éxito.20
Por su parte, la sociedad civil debe, en
paralelo, mantener colectivamente la gran presión insurreccional y ejercer una
masiva presencia en todas las guarniciones e instalaciones militares de todo el
territorio nacional. Para colaborar activamente en el proceso encaminado a que
los nuevos mandos militares de la Republica, con el apoyo del estamento
mayoritario de las Fuerzas Armadas, asuman el control operacional de todas las
instalaciones militares de la República, en nombre de la Constitución y la
democracia.
Con esta acción política de la sociedad civil quedará efectivamente
en funciones y completamente configurado el nuevo cuadro jerárquico de los
mandos militares de la República, lo que generará el derrumbe completo y la
desbandada caótica de la sanguinaria dictadura chavista.
3.- El protagonismo de la
Asamblea Nacional.
Llegados a
este punto es necesario tener muy en cuenta que la insurrección de la sociedad
civil ha sido muy dolorosa, por lo que ella ha significado hasta ahora en
términos de grandes pérdidas en vidas
humanas de venezolanos que han sido asesinados por la dictadura militar, de
miles de heridos y de centenares de ciudadanos torturados y encarcelados.21 Pero la insurrección de
la sociedad civil se encamina a una pronta y contundente victoria política que
derrocará a la dictadura militar chavista, barrerá del panorama nacional a toda
esta gente enloquecida que ha ejercido brutalmente el poder y pondrá punto
final a la inmensa tragedia que ha sufrido desde hace más de dieciocho años el
pueblo de Venezuela.
Lo que indica
que ya está llegando el momento para que la sociedad civil, que confía en el
Estado de derecho, que lo ha dado todo en su lucha contra la dictadura y que ha
tenido a la Constitución como hoja de ruta de la insurrección, le exija a la
Asamblea Nacional que asuma el protagonismo institucional que le corresponde en
la vida política venezolana. Si el derrumbe de la dictadura es un hecho, hace
falta concretar el último gran esfuerzo para desmantelar a la cúpula militar
chavista, lo que tiene que ser, en esta recta final, un esfuerzo conjunto de
toda la sociedad civil con la Asamblea Nacional como exponente de la soberanía
del pueblo.
Por ello,
conforme a los artículos 333 y 350 de la Constitución, luce razonable que este
extraordinario proceso insurreccional de la sociedad civil se vaya
reconduciendo políticamente hacia la Asamblea Nacional que, a su vez, debe
asumir sus responsabilidades políticas y atender las exigencias que le reclama
la Nación. Lo que significa el regreso de la soberanía del pueblo a los cauces
institucionales y al ejercicio por el pueblo de su soberanía a través de sus
representantes. De esta manera comenzará a regularizarse el Estado de derecho y
a estabilizarse políticamente la Nación.
Conclusión: Todavía un esfuerzo
más.
La sociedad
civil atendió el llamado a desconocer la dictadura y la calle es de la
Constitución. La sociedad civil ha hecho el legítimo trabajo democrático de
ejecutar una masiva y hasta ahora pacífica insurrección civil, a pesar que ha
recibido una brutal represión de la dictadura que persigue a fuego a
manifestantes pacíficos y desarmados.
Ya básicamente se han cumplido
políticamente los objetivos de los artículos 333 y 350 de la Constitución, el
pueblo entendió la necesidad de rescatar la Constitución y pronto comenzará el
proceso de recuperación y normalización efectiva del Estado de derecho. Pero,
si bien la sociedad civil ha alcanzado una contundente victoria política contra
la dictadura,22 es obvio que unos ciudadanos indefensos y
desarmados no pueden derrotar militarmente a una agresiva dictadura armada
hasta los dientes.
La sociedad civil debe, pues, en mi opinión, desconocer en
bloque los mandos militares de la dictadura, lograr que se sumen a ese
desconocimiento aquellos militares institucionales no chavistas y promover que
se reconozca a nivel nacional el nuevo mando militar de la democracia designado
por la Asamblea Nacional. Los ciudadanos deben acompañar masiva y
permanentemente todo este proceso político de rescate institucional de la
función militar, hasta lograr que operacionalmente todas las guarniciones e
instalaciones militares se pongan al servicio de la Constitución.
A los militares solo les queda mantenerse en
el poder por la fuerza bruta y gobernar usando la máxima violencia contra el
pueblo, pero esta opción asesina es imposible que funcione por mucho tiempo.
Porque el pueblo venezolano decidió quitarse de encima una dictadura que, si
luce hoy en día como el más frío de los monstruos fríos,23 resulta que ese monstruo militar está herido de
muerte y la Nación lo rechaza por todas partes con todas sus fuerzas, así que
solo falta el descabello de ese feroz animal moribundo.
Es necesario, por lo tanto, que se mantenga
con lucidez y firmeza política la unidad nacional que existe alrededor de la
insurrección civil y que la Nación entera cumpla con su deber de desconocer los
mandos militares de la dictadura.
____________________________________________
1 Abogado de la UCAB.
Doctor de la Universidad de Paris (II). Postgrados: DSUP en Finanzas Públicas;
DSUP en Derecho Administrativo; DSUP en Derecho Comercial; en la Universidad de
París (II). Miembro de la Sociedad de Legislación Comparada de París y de la
Asociación Venezolana de Derecho Tributario. Profesor de la Universidad
Metropolitana, de la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad
Católica del Táchira. Fue Consultor Jurídico del Ministerio de Energía y Minas;
Director Principal del Fondo de Inversiones de Venezuela; y Vice Ministro de
Hacienda. Tiene más de treinta artículos profesionales publicados en revistas
especializadas y una Tesis de Doctorado. Dedicado al ejercicio profesional del Derecho
Tributario.
2 Este artículo se
inscribe dentro del marco de otros denominados: “Los desafíos de la
insurrección civil contra la dictadura”, de junio de 2017. “Reflexiones sobre
la hoja de ruta de la dictadura: La eliminación del derecho de propiedad”, de
mayo 2017. “El deber de la sociedad civil de desconocer a la dictadura”, de
marzo de 2017. “El deber de la Asamblea Nacional de desconocer a la Sala
Constitucional”, de abril 2016. Publicado en el portal: www.soberania.org ; “La
vocación constituyente de la nueva Asamblea Nacional”, de febrero 2016; “El
reto de la Democracia Cristiana ante la barbarie inconstitucional del poder en
Venezuela”, de junio 2016. (Que han circulado por internet).
3 Afirmación basada en
el hecho que la sociedad civil rechaza mayoritaria y contundentemente al
régimen chavista, según se puede observar en el panorama nacional y conforme a
todos los estudios serios de opinión pública a los que he tenido acceso.
4 Término acuñado por la protesta
callejera de los ciudadanos y que se ha popularizado.
5 La justificación y
la hoja de ruta de la insurrección civil ha sido el respeto a la Constitución.
Lo que le ha permitido orientarse hacia objetivos institucionales, evitar su
derrape en la anarquía y constituye una barrera insalvable frente a la
posibilidad de que una junta militar de gobierno asuma el poder como solución a
la crisis política. La insurrección popular tiene claro sus objetivos
democráticos y que su finalidad es volver a instalar un poder civil y
constitucional.
6 Constitución.
Artículo 333: “Esta Constitución no perderá su efectiva vigencia si dejare de
observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio
distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o
ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el
restablecimiento de su efectiva vigencia”. Artículo 350: “El pueblo de
Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la
paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que
contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los
derechos humanos”.
7 El gobierno chavista
es fundamentalmente militar donde prácticamente todos los órganos del poder
público están dirigidos por militares.
8 Que como órgano
perdió toda institucionalización y que ha creado un arbitrario entramado
cívico-militar-cubano de autoridad, jerarquía y dominación que es despótico,
corrupto y de facto, por lo que, el actual alto mando militar venezolano es
completamente inconstitucional, sin ningún sustento institucional y jurídico y
constituye una ilegítima autoridad de hecho.
9 La dictadura en
medio del naufragio, para desmoralizar y engañar, a pesar de todo, no retrocede
ni un milímetro y pretende imponer por la fuerza un nuevo orden jurídico
autoritario mediante un falso seudoproceso constituyente.
10 Numerosos estudios
demuestran la increíble presencia de los militares en el ejercicio del Poder
Público y en toda la Administración Pública, la cual han puesto al servicio de
sus propios y personales intereses económicos. Que ha sido la fórmula ideada en
Cuba para comprometer carnalmente a los militares con el chavismo político.
11 De todos los
componentes de la Fuerzas Armadas es evidente que la Guardia Nacional es aquel
que está más íntimamente comprometido con la dictadura y es el más sanguinario
y asesino brazo ejecutor de la represión contra los ciudadanos, conjuntamente
con las fuerzas policiales, los organismos de inteligencia y los cuerpos
paramilitares (Los llamados colectivos).
12 Pareciera que este
apoyo es mucho mayor en la Guardia Nacional que en los otros componentes de las
Fuerzas Armadas.
13 El dinero producto
del petróleo, de la corrupción y del narcotráfico internacional es el punto de
equilibrio entre los intereses económicos de Cuba, el gobierno chavista y los
militares. Esta equilibrada estructura política existe y funciona desde hace
mucho tiempo y es celosamente cuidada, mantenida y protegida por todos los
factores que se benefician de ella. Se comprende pues que los incentivos
económicos que tienen los militares venezolanos son enormes y por ello
permanecen unidos para sostener esta dictadura.
14 Estribillo que se
obliga a repetir a los soldados como parte del saludo militar.
15 Que es
completamente inmune a cualquier decisión jurisdiccional de la Sala
Constitucional de la dictadura y está fuera del alcance del control de
cualquier órgano del poder público constituido. Ver: “El deber de la Asamblea
Nacional de desconocer a la Sala Constitucional”, de abril 2016. Publicado en
el portal: www.soberania.org
16 La minoría chavista
de la Asamblea Nacional al respaldar a la dictadura militar perdió toda
legitimidad y se salió del orden constitucional. Por lo que debe ser
desconocida conforme a los artículos 333 y 350 de la Constitución.
17 Aunque no se sabe
hasta donde las fuerzas policiales judiciales y de orden público están
comprometidas con la dictadura. Llegado el momento tendrán que escoger si se
ponen del lado bueno de la barricada.
18 Utilizando la
experiencia política y el saber hacer que la sociedad adquirió durante la
democracia, cuando los grandes partidos Acción Democrática y Copey realizaban
este tipo de actividades casa por casa y de contacto personal.
19 Las madres de los
venezolanos asesinados por los militares pueden dirigirse a las madres de los
soldados y militares que no están comprometidos con la dictadura.
20 Los venezolanos
somos como somos y sabemos que nuestra manera natural de ser es la convivencia
y la relación directa e igualitaria entre todos nosotros. Lo que ha permitido
que la democracia haya florecido en las entrañas del ser nacional y que el
chavismo no ha podido destruir. Ver: “Entrevista al Profesor Alejandro Moreno
Olmedo por Hugo Prieto”, en el portal de internet “PRODAVINCI” de fecha
25-6-2017.
21 A la fecha de este
escrito se reportan más de noventa venezolanos asesinados por las fuerzas
represivas de la dictadura militar durante tres meses de protesta ciudadana
22 Tan es así que el
régimen chavista descartó realizar cualquier proceso electoral democrático
porque conoce el inmenso rechazo popular que tiene.
23 Según una conocida
expresión de Friedrich Nietzsche.
Este artículo ha sido publicado con la autorización de su autor.
Hasta cuando Sr Armando Mejia Betancourt se repetirá lamentira que elpueblo de Cuba se resignó y sometió.?.La lucha nunca a cesado,pero sin apoyo internacional Cuba 1979 - Capitulo II
ResponderEliminarwww.cidh.org/countryrep/Cuba79sp/capitulo2.htm
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Ello se debe a la reiterada actitud del Gobierno de Cuba de considerar este asunto como un problema exclusivamente interno. 2. ..... octubre de 1959) y liberado el 21 de octubre de 1979 luego de haber cumplido su condena. .... (Véase Cap.