sábado, 23 de julio de 2016

Desenmascarar al impostor


Urge salir de Maduro: 1) Para evitarle al país la hecatombe que se anuncia con la contracción de la economía en 10% para este año, calificándola el FMI como la peor situación en el mundo; 2) Por razones humanitarias para evitarle sobre todo a los pobres las consecuencias de la hecatombe: hambruna por escasez e hiperinflación del 700% en 2016 (predicción del FMI) y muerte por mengua debido a la falta de medicinas y de equipos médicos; y 3) Por razones de seguridad nacional porque está en peligro la existencia misma de la República al tener de Presidente de la República a un impostor: “persona que se hace pasar por quien no es.” Un impostor que nos ha metido Cuba de contrabando para que sea su títere en el gobierno de Venezuela.
En efecto, Maduro afirma que ha nacido en Venezuela, contradiciéndose sucesivamente sobre el lugar donde nació: en las parroquias El Valle, San Pedro y Candelaria de Caracas y en El Palotal del Estado Táchira. Es imposible que una persona no sepa donde nació. Sencillamente miente. Todos los testimonios de quienes le conocieron niño hacen presumir que nació en Colombia, pero igual podría ser natural de Cuba donde se formó políticamente. Los indicios recogidos hacen presumir que es un agente colombiano infiltrado por Cuba en Venezuela y escogido por ello para suceder a Chávez.
Se presume que su padre haya sido un señor de nombre de Jesús Nicolás Maduro García que se graduó de bachiller en Ocaña, Colombia, en 1947. Pero sin la partida de nacimiento no puede asegurarse. Es en ella donde debe constar que el supuesto padre lo presentó y reconoció como su hijo.
Se sabe que su madre fue la señora Teresa de Jesús Moros de Maduro, nacida en Cúcuta, de padres colombianos. Está probado que Jesús Nicolás Maduro García y Teresa de Jesús Moros de Maduro casaron en Bogotá, Colombia, en 1956. Se presume, por un conjunto de indicios concordantes, que Nicolás Maduro Moros nació en Colombia de este matrimonio entre dos colombianos celebrado en aquel país.
No obstante, el comisario jubilado Rafael Rivero Muñoz me comunica lo siguiente: “Permítame recordarle una decisión administrativa emitida por la Arquidiócesis de Bogotá y asentada como nota marginal. En esa nota se especifica la anulación por inexistente del matrimonio de ella con Jesús Nicolás Maduro García, bajo el alegato de que esa iglesia donde supuestamente se celebró esa unión católica, para la fecha que ha sido conocida como la de su ejecutoria, no tenía delegada la potestad para celebrar oficialmente la unión matrimonial de nadie. En fecha posterior al nacimiento de Nicolás y hasta la fecha, salvo prueba documental en contrario, no existe validado texto oficial alguno donde conste que Jesús Nicolás Maduro García, en algún momento de su existencia, haya presentado y/o reconocido por ante autoridad civil o eclesiástica competente a Nicolás supuesto Maduro como su hijo. Se da entonces una doble circunstancia; anulado por la máxima autoridad católica colombiana el supuesto matrimonio, Nicolás no puede exhibir con validez y legitimidad el apellido Maduro. Observando la cantidad y calidad de las componendas ejecutadas con la identidad de Nicolás, he sostenido que se trata de una identidad pésimamente forjada por Ramiro Valdés Menéndez "Ramirito", jefe del G2 de Cuba”.
Conclusión: el que se presenta como Nicolás Maduro Moros es un impostor (“persona que se hace pasar por quien no es”) que, a semejanza de las películas de espías, metió Cuba en Venezuela para que le sirva de títere. Con este impostor va a dialogar la MUD cuando está en el deber de desenmascararlo exigiéndole que revele su verdadera personalidad aclarando su oscuro origen con su partida de nacimiento y las de sus padres, así como el Certificado de Nacionalidad Venezolana, por nacimiento y sin doble nacionalidad, que debió presentar ante el CNE en el acto de postulación y sin el cual carece de legitimidad para ejercer el cargo de Presidente de la República. 

Reflexiones 96


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