Maduro no es Maduro. Es Cuba. Esta es
la premisa de la cual debemos partir en el análisis de la situación de
Venezuela. Veamos el caso del revocatorio:
1.- Antes de las elecciones
parlamentarias del 6D, se informó que John Kerry, Secretario de Estados Unidos,
se trasladaba a La Habana para dialogar con Raúl Castro, presidente de Cuba.
Entre los temas a tratar estaba la situación de Venezuela. De este modo
reconocía Estados Unidos que Venezuela es propiedad de Cuba, la cual decide
nuestro destino. Maduro sólo ejecuta las órdenes que recibe de Cuba, por ser
persona interpuesta en calidad de títere.
2.- Inmediatamente después que Kerry
se reunió con Castro en La Habana corrió el rumor de que habían convenido el
resultado de las elecciones parlamentarias de Venezuela. Se le reconocería
mayoría a la MUD a cambio de la estabilidad de Maduro en la presidencia. Nadie
desmintió el rumor ni lo confirmó. Pero el jefe del partido dominante en la MUD
declaró: “la salida de Maduro no será prioridad para nosotros” (ver la prensa
antes del 6D).
3.- Según aquel rumor, el pacto entre
Kerry y Castro era reconocerle a la MUD una mayoría simple. Así tendría
justificación para cumplir el pacto de no salir de Maduro, ya que alegaría
carecer de la mayoría calificada (2/3). Para sorpresa de todos, los electores
aprovecharon la apertura hecha por Cuba en el blindado sistema electoral
dándole una mayoría aplastante a la MUD. De este modo el electorado de
oposición puso en peligro el pacto, interpretando la mayoría calificada como un
mandato imperativo de salir de Maduro de inmediato.
4.- Enseguida el gobierno títere, por
instrucciones de Cuba, tomó medidas destinadas a impedir el incumplimiento del
pacto. La primera designar de urgencia un TSJ encargado de evitarlo, lo que
viene haciendo eficientemente. La segunda: reducir la mayoría de dos tercios a
lo convenido a fin de evitar la tentación de romper el pacto por presión de los
radicales, lo que hizo el TSJ apenas se instaló la AN.
Sólo por la existencia de este pacto
se explicaría lo inexplicable: a) Que la AN no haya revocado el nombramiento
inconstitucional de los magistrados del TSJ, hecho después de las elecciones
parlamentarias, a pesar del informe de comisión y dictamen jurídico que lo
recomiendan; b) Que la AN haya aceptado la suspensión cautelar de
la inmunidad de los diputados de Amazonas, siendo violación flagrante de la
Constitución, y que cuatro meses después no los haya reincorporado; c) Que la
AN no tome decisión alguna contra Maduro a pesar de que no ha probado que
cumple el requisito de la nacionalidad exigido para el ejercicio del cargo; d)
Que la AN ni siquiera se ha interesado en el acta de defunción de Chávez, junto
con el informe médico, que por ser la prueba legal de la falta absoluta por
fallecimiento, declarada por la AN, debe estar en sus archivos y, en su
defecto, debía requerirlos de Maduro, a fin de saber si la sucesión
presidencial se ajustó a la Constitución y si es verdad lo dicho por el Vice
Istúriz de que a Chávez lo mataron, por lo cual el primer sospechoso es Maduro;
y, e) Que ante la presión del pueblo de salir de Maduro, la MUD opte por el
revocatorio que le garantiza a Maduro quedarse hasta 2017 por lo menos, cuando
tal vez se desista de efectuarlo por su inutilidad para el cambio de gobierno.
Mientras tanto, se distraerá al pueblo con la elección de gobernadores, que
sería la mejor manera de cumplir el pacto de que Maduro siga en el cargo.
Todo encaja. Y, sin embargo, bastaría
para desmentir la existencia del pacto tomar estas iniciativas: a) Que la AN
revoque a los magistrados del TSJ; b) Que la AN proceda constitucionalmente
contra Maduro por ser ilegítimo al no haber probado el cumplimiento del requisito
de la nacionalidad; y, c) Que simultáneamente, y para el caso de que Maduro no
renuncie a pesar de su ilegitimidad, la AN apruebe, después de revocar al TSJ,
una enmienda constitucional que establezca el juicio político, lo cual
permitiría destituir a Maduro a más tardar en julio.
Al igual que contra Maduro, opera la
presunción juris
tantum de ilegitimidad por su
nacionalidad, también contra la MUD opera la misma presunción sobre el pacto a
menos que con las acciones de la AN pruebe lo contrario.
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