martes, 31 de julio de 2012

El ventajismo vicia la elección presidencial (I)


Compatriotas: La Carta Democrática de América expresa que no hay democracia si no hay elecciones justas. Entonces, porqué no presentamos ante la OEA, como electores, la denuncia formal contra la elección presidencial en curso por ser injusta, y en consecuencia viciada, por el ventajismo o inequidad? Este sería el primer argumento.

--------------------------------------------------------------------------------------

Hasta 1.968 se decía, con razón: “GOBIERNO NO PIERDE ELECCIONES.” Y, en verdad, no las perdía por el ventajismo, complementado con el fraude. El ventajismo precede y prepara el fraude, por ser parte constitutiva del mismo. Y, como tal, el ventajismo contamina y vicia el proceso electoral.

VENTAJISMO es un venezolanismo usado en las luchas políticas por la democracia desde el siglo XIX. Significa “condición, estado o situación de ventaja o privilegio” derivada del poder político. Se lo usa para señalar el abuso del poder político que se vale ilícitamente de su situación ventajosa para comprar votos o, en su defecto, ejercer coacción, con el fin de que el resultado electoral sea favorable al gobernante o a su candidato.

Fuera de Venezuela, por ejemplo en México, al ventajismo se lo denomina INEQUIDAD, o sea, lo contrario, a la equidad. A ésta la caracterizan, en materia electoral, la imparcialidad y la igualdad, que son los requisitos fundamentales e insoslayables para la existencia de un elemento esencial de la democracia que es, según la Carta Democrática de América (Art. 3), la celebración de ELECCIONES JUSTAS. No basta, pues, con celebrar elecciones para que el sistema político se tenga como democracia, ya que las tiranías también celebran elecciones. Todos los tiranos venezolanos permanecieron en el poder haciéndose elegir varias veces. La existencia real de una democracia se prueba con elecciones justas. Y son justas las elecciones que se celebran observándose IMPARCIALIDAD e IGUALDAD. Están, por el contrario, viciadas por injustas las elecciones en las cuales no haya imparcialidad ni igualdad, porque se practica VENTAJISMO, negación de ambas. Una elección injusta deslegitima, porque el resultado electoral está contaminado. El electo en una elección injusta tiene, por ello, una deslegitimación de origen. Carece de legitimidad para gobernar.

En la larga lucha contra el ventajismo lo primero que se logró fue la no-reelección inmediata del Presidente de la República. Desde la Constitución de 1.811 la no-reelección inmediata fue una constante en nuestras constituciones, porque EN VENEZUELA ES IMPOSIBLE UNA ELECCIÓN JUSTA CUANDO SE PERMITE LA REELECCIÓN INMEDIATA. Reelección inmediata es, entre nosotros, sinónimo de ventajismo descarado. EN NUESTRO PAÍS LA REELECCIÓN INMEDIATA ES LA PUERTA DE ENTRADA A LA TIRANÍA. Y LA REELECCIÓN INDEFINIDA, A LA CUAL CONDUCE LA INMEDIATA, ES LA CONSAGRACIÓN DEFINITIVA DE LA TIRANÍA. Allí están los antecedentes de Monagas, Gómez y Pérez Jiménez, a quienes sigue El Tirano que padecemos ahora, con la pretensión de superar o, por lo menos, igualar el récord de 27 años consecutivos en la presidencia. Le faltarían sólo 7 si se hace reelegir por tercera vez en 2012.

Enseña la historia que la primera exigencia popular, desaparecida la tiranía, ha sido restablecer la no-reelección inmediata para impedir que, partiendo del ventajismo que acompaña a toda reelección inmediata, se instaure otra tiranía.  Así a la muerte de Gómez se aprobó la Constitución de 1.936 la que, respondiendo al clamor general, disponía lo siguiente: ”Art. 95.- El Presidente de la República durará en sus funciones cinco años, y no podrá ser reelecto para el período constitucional inmediato.” Después, caído Pérez Jiménez, se incluyó en la Constitución del 61 este precepto: “Art. 184.- No podrá ser elegido Presidente de la República quien esté en ejercicio de la Presidencia para el momento de la elección, o lo haya estado durante más de cien días en el año inmediato anterior..”

Con la Constitución de facto de 1.999 hemos retrocedido 54 años si los contamos desde el derrocamiento de Pérez Jiménez, 77 años si los contamos desde la muerte de Gómez, 154 años si los contamos desde el fin del gobierno de los Monagas y 201 años si los contamos desde la Constitución aprobada por los padres de la patria. Hemos perdido todo lo andado en la lucha por la democracia. Para recuperarlo deberemos comenzar por restablecer la no-reelección. Y será lo que haremos cuando termine la tiranía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario