miércoles, 11 de julio de 2012

Paramilitarismo comunista


Compatriotas: Para tenernos como ganado en corral, obligados a elecciones fraudulentas, mientras termina de construir la cerca inexpugnable del sistema comunista, El Tirano nos ha puesto de caporales armados, con el encargo de evitar que nos desbarajustemos, a una red de paramilitares. Por eso habla de “revolución armada” cuando es “paramilitarismo comunista”.

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El origen del paramilitarismo comunista está en el  MBR-200. No fue un movimiento de la clase trabajadora, como en el comunismo ortodoxo, sino de militares golpistas que habían fracasado en el asalto al poder por la vía de las armas. Necesitados de apoyo civil para incursionar en la política recurrieron al lumpen-proletariado, lo peor de la sociedad según Marx: una mezcla de degradados y desclasados con delincuentes. Entre ellos los futuros “pranes”. Obligados, cuando decidieron participar en elecciones, a prescindir del calificativo “bolivariano” por ser Bolívar patrimonio común de los venezolanos, se transformaron en MVR. Entonces algunos izquierdistas errantes que se le habían sumado, quisieron aprovechar la oportunidad para hacer un filtro. No pudieron. Uno, ya fallecido, que yo conocía desde los tiempos mozos, me confesó con sincera angustia: “no te imaginas la cantidad de malandros.”

Apenas ganadas las elecciones, los organizaron para hacerse dueños de las calles sembrando el terror.  Aparecieron los “círculos bolivarianos”, bandas de vagos y maleantes tarifados que convirtieron los centros neurálgicos de las ciudades en “esquinas calientes.” Ningún demócrata podía pasar por allí sin exponerse a insultos, escupitajos, agresiones, y hasta pedradas. La rebelión popular del 11-04-2002, encabezada por la clase trabajadora (Ortega-CTV-petroleros), demostró la ineficacia de los Círculos Bolivarianos por la cobardía de sus miembros, que se escondieron. Al día siguiente no había uno en la calle. La rebelión se perdió por la falta de liderazgo político y militar de las fuerzas democráticas, produciéndose el vacío de poder que condujo al error trágico de Baduel que aún está pagando.

El fracaso de los “Círculos Bolivarianos” llevó a El Tirano a poner como fuerza de choque a unos asesinos probados, organizados en “colectivos”, a los cuales armó pactando su entrenamiento con la guerrilla colombiana a cambio de apoyo logístico. Un periodista español nos ha dejado la más amplia información al respecto en su libro “El Palestino”. El equipo de paramilitares se completó con la aparición de las guerrillas bolivarianas (boliches) en el campo. Bandoleros en las ciudades y bandoleros en el campo.

Tal vez por la repercusión mundial de las denuncias sobre estas bandas, El Tirano decidió crear un “cuerpo para-militar” con el disfraz de quinto componente de una FAN que sólo puede tener cuatro según la Constitución. Son las Milicias que, por inconstitucionales, son “para-militares.” Se trata de civiles armados, entrenados por cubanos, con unos oficiales de carrera colocados como fachada. Es una importación comunista del fascismo, explicable cuando se construye el comunismo, no en base a la clase trabajadora, sino sostenida en el lumpen-proletariado. Véase lo que dice la historia: “La Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional fue un cuerpo paramilitar de la Italia fascista que después consiguió ser una organización militar. Debido al color de su uniforme, sus miembros fueron conocidos como camisas negras (en italiano: camicie nere), aunque también fueron referidos como escuadristas (en italiano: squadristi). …Los camisas negras se organizaron por Benito Mussolini como el instrumento violento del movimiento fascista… Entre sus componentes, muy heterogéneos, se incluían delincuentes y oportunistas en busca de fácil suerte.”

El proceso hacia la adopción del color del partido como distintivo del componente armado ha comenzado por la boina roja extendiéndose progresivamente hacia otros aditamentos. Ya puesto en este camino El Tirano colocó a la FAN fuera de la Constitución al denominarlas como “bolivarianas”, que en su terminología equivale a comunista puesto que gobierno y partido comunistas se han reservado su uso.  Y en esta degradación se ha llegado al extremo de militares que se proclaman chavistas, proclamándolo en su saludo.

Todo militar chavista es en realidad un para-militar, porque se trata, no de un militar profesional sometido a la Constitución, sino de un impostor, político de profesión, adulante por añadidura, que usurpa uniforme y rango militar. Y, desde luego, llegada la hora, como para-militar debe ser tratado por razones de legalidad y disciplina.

La historia enseña que todos los antecedentes de este paramilitarismo comunista fueron barridos por los pueblos con el repudio universal. No escapará a la misma suerte el que venimos padeciendo.

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