martes, 17 de enero de 2012

REFLEXIONES (2)

SOBRE LA DEUDA EXTERNA
En el NUEVO PAÍS de hoy declara Miguel Ángel Santos, del IESA:
"Al cierre del tercer trimestre la deuda externa venezolana, reportada por el BCV, para el sector público consolidado alcanzó a 94.669 millones de dólares. Eso representa 233% más que al cierre de 1998 (28.455). Este crecimiento se ha registrado de forma explosiva a partir de 2006, cuando cerró en 26.598 millones de dólares. Es decir, desde entonces (5 años) ha crecido 256%. ¿Se verá el Gobierno en la necesidad de seguirse endeudando a este ritmo a partir de 2013?
Los especialistas se dividen en dos grupos en este asunto: 1) A partir de 2013-si Chávez gana las elecciones-vendría una combinación de comunismo con represión que haría innecesario seguirse endeudando para mantener el consumo; y 2) En 2013 habrá una fuerte devaluación que ayudará a restablecer el equilibrio fiscal. Esta macrodevaluación (que él calcula en 75%) ampliaría el superávit en cuenta corriente (caerían las importaciones)...Esta macrodevaluación llegaría en el momento en que nuestro consumo depende al máximo de las importaciones, lo que provocaría un impacto sobre la inflación mayor de lo que ha tenido en otras ocasiones."
Luego dijo: "Nuestro país se está endeudando en dólares a tasas de interés que van desde 13% hasta 18%; es decir, entre seis y ocho veces más que la tasa de crecimiento promedio de la economía en los últimos doce años (2,2%). Eso significa que nuestra relación de deuda a PIB se deteriora en forma acelerada. Hay tres formas de corregir: 1) Se reduce drásticamente el riesgo soberano de Venezuela; 2) Venezuela empieza a crecer a tasas muy altas; y/o 3) El Gobierno genera un superávit permanente. En mi opinión, ninguna de estas tres opciones es posible con el gobierno actual. Crecer de forma acelerada en un país en donde las expropiaciones han arrasado la inversión privada y el sector público tampoco invierte, no es posible. Generar un superávit fiscal sostenido es algo que Venezuela no ha sido capaz de hacer aún en los períodos de bonanza petrolera."
CONCLUSIONES NUESTRAS: Si no cambiamos de gobierno vendrá un default. Será catastrófico si Estados Unidos deja de comprarnos petróleo por un motivo económico (recesión) y un motivo político (sanción por alianza con Irán). Nos será impuesta la libreta de racionamiento. Habrá empobrecimiento general.
Si cambiamos de gobierno, tendremos que pasar por un ajuste severo en una situación semejante a Europa Oriental cuando salió del comunismo.
Una última observación: el dictador Gómez pagó en 1830 el saldo de la deuda externa existente como homenaje a Bolívar en el centenario de su muerte.
En este sentido fue un patriota, porque la deuda externa es proporcionalmente inversa a la soberanía. A más deuda menos soberanía. Sólo sin deuda hay soberanía plena.
¿Qué haría yo? Tomaría estas tres medidas: 1) Condenar a cárcel e indemnización a los responsables del endeudamiento del país, exponiéndolos al desprecio público por ser los culpables del hambre que van a pasar los pobres; 2) Establecer en la Constitución una disposición inmodificable que sólo puede contraerse deuda externa para inversión en obras e industrias, nunca para gasto; 3) Desconocer la deuda externa contraída ilegalmente; y, 4) Comprometer al país a reducir, para 2021 (bicentenario de la batalla de Carabobo), a la mitad, por lo menos, la deuda externa legal heredada de la tiranía comunista.

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