domingo, 20 de junio de 2021

LECCIÓN DE PÁEZ: LA RECOMPENSA COMO MOTIVACIÓN PARA LA LUCHA

El próximo 24 de junio celebraremos el BICENTENARIO DE LA BATALLA DE CARABOBO, que selló la independencia de Venezuela del imperio español. A menos que ocurra algo imprevisto, será motivo de nuestro mayor pesar y vergüenza por haberla perdido al estar sometidos a CUBA, la que nos ha impuesto una narcotiranía títere que nos sojuzga con tanta o mayor crueldad que los gobernantes españoles. Por este hecho la conciencia podría remordernos repitiéndonos lo que dijo a su hijo la madre del último sultán derrotado en Granada: “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre.” Exactamente esta es la verdad. Pasaremos a la historia con esta mácula si no la limpiamos con el derrrocamiento de la narcotiranía en los días venideros.

¿Cómo hacerlo? Aplicando el arte de la guerra en la política. No necesitamos remontarnos a Sun Tzu ni Alejandro Magno. En Bolívar y Páez tenemos los mejores maestros de estrategia. Ambos se dividieron el trabajo con el resultado de la victoria. En efecto, Bolívar personificó el ideólogo y encarnó el líder que todo movimiento de masas necesita. El ideal se resumió en una palabra: INDEPENDENCIA. Significaba “gobierno propio” y  “libertad personal.” Y con esta bandera, Bolívar asumió la jefatura desarrollando doctrina y estrategia: 1) Nada de “repúblicas aéreas”, sino una democracia sentada en la realidad (Manifiesto de Cartagena); 2) Nada de unidad boba, ni negociaciones engañosas, sino ruptura con el enemigo y deslinde tajante con los colaboracionistas (Decreto de Guerra a Muerte); 3) Liberalismo económico (Cartas); y, 4) Una oferta concreta para los de abajo (“mayor suma de seguridad social” y abolición de la esclavitud).

Pero aún con estas promesas Bolívar no llegaba a los de abajo. Este defecto de su liderazgo lo suplió Páez, quien le dio contenido social y sobre todo motivación personal ajustándose a esta regla milenaria: “para que los de abajo perciban las ventajas de derrotar al enemigo, deben obtener recompensas.” La recompensa genérica fue: “Independencia y República significa que somos nosotros los que vamos a gobernar.” A la genérica agregó la concreta: “la tierra de los realistas que se van o serán expulsados será nuestra, de los sin tierra.” Esta recompensa fue el gancho para atraer a los llaneros.

Traslademos la lección a esta época. El ideal sería construir la REPÚBLICA DEL BIENESTAR, versión venezolana del Estado de Bienestar europeo que nunca hemos tenido. Los elementos constitutivos de la REPÚBLICA DEL BIENESTAR serían: 1) Seguridad Social para todos y para todo (universal e integral) que nunca hemos tenido; 2) Economía de Mercado o Libertad Económica, que tampoco hemos tenido; y 3) Estado Democrático de Derecho, que conocimos parcialmente. Pero nunca tendremos la REPÚBLICA DEL BIENESTAR si no recuperamos INDEPENDENCIA y LIBERTAD, por lo cual forzosa y necesariamente debemos recuperar este cuarto elemento, saliendo de Maduro y sus bandas criminales.

Páez diría: “no basta para convencer a los pobres porque escarmentaron con las promesas de la vieja democracia. Para que se jueguen la vida contra Maduro y sus bandas de criminales y los derroten en otra batalla de Carabobo hay que ofrecerles una recompensa atractiva que puedan reclamar después de la victoria.” ¿Cuál sería?

petitdacosta@gmail.com

 

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