Existen cuatro bloques políticos. Dos con el poder real pero de facto porque sólo se sostiene en las fuerzas armadas y dos con el poder legítimo que se sostiene en el pueblo pero sin poder ejercerlo en la práctica.
Los dos bloques políticos con el
poder real pero de facto son:
1.- La narcotiranía títere de
Cuba presidida por el usurpador Maduro.
2.- Los ultracolabracionistas de
la Mesita y los colaboracionistas de la MUD encabezados por Capriles.
Colaboracionistas y
ultracolaboracionistas son satélites de Maduro y su narcotiranía, a cuyo
alrededor giran.
Los dos bloques políticos con
legitimidad constitucional y popular, pero sin poder real son:
3.- El Encargado de la
Presidencia de la República, ciudadano Juan Guaidó, y los 27 partidos que lo
respaldan.
4.- Los dos partidos (VENTE y
ABP) que lo reconocen como tal, pero disienten de su estrategia. Podríamos
decir que son la “leal oposición” de Guaidó.
Ahora bien, está fijada para el 6
de diciembre próximo una batalla decisiva que debemos ganar a los bloques 1 y 2
(NARCOTIRANÍA y sus satélites COLABORACIONISTAS y ULTRACOLABORACIONISTAS), y al
ganarlo derrotaremos al CARTEL o COALICIÓN DEL CRIMEN TRANSNACIONAL COMUNISTA Y
TERRORISTA, del cual forman parte todos ellos, que ha convertido a Venezuela en
la base de sus operaciones contra los gobiernos democráticos de América con el
objetivo final de destruir a Estados Unidos por ser el baluarte ANTICOMUNISTA Y
ANTITERRORISTA de la CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL JUDEO-CRISTIANA.
Los bloques 3 y 4 coinciden esta vez
en la estrategia: no participar en las elecciones parlamentarias. Ganarán esta
batalla decisiva si más del 50% no vota en las elecciones parlamentarias del
6D. Su victoria será contundente si el 75% no vota, porque la DESOBEDIENCIA o
ABSTENCIÓN MASIVA será una demostración rotunda e indiscutible de
desconocimiento de la autoridad de Maduro y su narcotiranía títere de Cuba, tal
como lo ordena el Art. 350 de la Constitución, de lo cual se derivará, por
lógica consecuencia, el deber de civiles y militares de restablecer su vigencia
efectiva como lo dispone el Art. 333, mediante el CONTRAGOLPE CONSTITUCIONAL
que se ejecutaría con el CESE DE LA USURPACIÓN.
Como estamos obligados a vencer
ganando esta batalla decisiva, los políticos de los bloques 3 y 4 tienen la
obligación ineludible de ponerse de acuerdo en aunar esfuerzos para la victoria. Ambos se necesitan, porque
la derrota los afectaría por igual. Y, en consecuencia, si no fuere posible
integrar un COMANDO ÚNICO, constituirlos por separado pero estableciendo entre
ellos un contacto sincero permanente.
petitdacosta@gmail.com 09-09-20
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