De lo sucedido
en Bolivia extraigo estas lecciones:
1.- Ninguna tiranía es invencible. Ni siquiera cuando
se ha convertido en narcotiranía. Su debilidad intrínseca es la perpetuación en
el poder, tanto del tirano como de la camarilla enriquecida groseramente a su
sombra.
Esta fue la causa determinante de la rebelión en Bolivia,
porque allá no hay una crisis económico-social. En el caso de Venezuela se une a
este factor político el colapso económico-social que ha provocado una crisis humanitaria.
La única explicación a que en Venezuela no haya sido
derrocada la narco-tiranía, a pesar de que la repudia el 80% de la población, está
en el punto siguiente.
2.- A una tiranía no se la derrota en elecciones, porque
las tiranías latinoamericanas de ahora (comunistas) han pervertido el sistema
electoral convirtiéndolo en fraudulento. El fraude electoral es de la esencia
de las nuevas tiranías, que lo perfeccionan en cada elección viciada.
La tiranía paga la campaña electoral de los partidos
colaboracionistas para que le sirvan de comparsa a fin de simular democracia.
3.- En Bolivia quedó confirmado que LA SALIDA ESTÁ EN
LA CALLE y LA CALLE ES LA SALIDA. Fue el pueblo en la calle el que provocó la
renuncia de Evo.
4.- Pero algo importantísimo: la dirección de la
movilización popular la tuvo la sociedad civil (el Comité Cívico), no los políticos
y sus partidos, ni siquiera el candidato presidencial.
Aprendamos entonces que, para evitar el fracaso de la
estrategia LA SALIDA ESTÁ EN LA CALLE, LA CALLE ES LA SALIDA, la sociedad civil
debe asumir la dirección, aceptando como aliados a los políticos que han sido
fieles a la estrategia rupturista.
Ejemplo: mientras el Comité Cívico dirigía la
insurrección popular, el candidato Mesa sostenía una posición rupturista: nada
de diálogo, nada de negociación.
5.- Para el éxito de la insurrección popular es
absolutamente necesario organizar a la sociedad civil como un ejército, el
componente civil del EJÉRCITO CONSTITUCIONAL, cuya resistencia e insistencia en
la lucha culminará forzando la intervención favorable de los militares que se
integrarían como el componente militar del EJÉRCITO CONSTITUCIONAL.
6.- Logrado el objetivo (renuncia o derrocamiento del tirano)
el papel del EJÉRCITO CONSTITUCIONAL (cívico-militar) será enfrentar y derrotar
a las bandas paramilitares que han formado las tiranías del Foro de Sao Paulo
con delincuentes comunes, ya que no son dictaduras comunistas del proletariado
sino se han transformado en narcotiranías de la delincuencia organizada.
Precisamente el peligro ahora en Bolivia es que estas
bandas paramilitares intenten reponer a Evo en el poder, como sucedió con
Chávez en 2002 por ingenuidad de los insurrectos.
REFLEXIONES
133----------------- 12-10-19
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