Lo confirman tres elecciones sucesivas con abstención
masiva
Una semana más de estancamiento. Y al mismo tiempo de
agravamiento de la situación. No se ha producido el desenlace pero el embarazo
del país entra en cualquier momento en los trabajos de parto. Ya el vientre no
soporta la hinchazón. Lo engendrado ya no cabe adentro. Sale cuando menos se
espera.
La situación económica es insostenible y la social
insoportable. Estamos hundido en el colapso. Nos acechan el hambre y las enfermedades.
La moneda se vuelve basura en las manos. Pasan los días y todo empeora. Ningún
alivio. Nos agobia la rutina de la sobrevivencia. Nos estresa la desesperanza.
La vida es una noria que fatiga. Un esfuerzo repetitivo sin futuro. Estamos
desgastándonos como pueblo. Exhaustos en un vacío infinito.
Pero hay que tener oído aguzado para oír crecer la
hierba. Y está creciendo. Desde hace tiempo están dadas todas las condiciones
objetivas para la rebelión popular. Un cuadro que encaja para la aplicación del
proverbio que dice: “basta una sola chispa para encender la pradera cuando la
paja está seca.” Y la paja está reseca, tanto que podría arder por combustión
espontánea. ¿Porqué no ha ardido? Porque ha faltado la chispa de un liderazgo
que la encienda. Le ha impedido el paso las brigadas de colaboracionistas que
han actuado de bomberos, que refrescan la paja echándola el agua de las
elecciones. Pero sucede que se les han ido secando las fuentes.
Veamos cómo. El 30-J hubo abstención masiva del 80%,
por lo menos, en la elección de la Constituyente Comunista. Confirmó que Maduro
no tiene pueblo. Se vio obligado a un fraude descarado inventándose millones de
fantasmas como electores. El 15-O hubo abstención masiva del 75%, por lo menos,
en la elección de los gobernadores, para la cual había convocado la MUD
colaboracionista. Significa que la MUD colaboracionista ya no tiene pueblo que
la siga en su papel de comparsa de la narcotiranía. Para ocultarlo la MUD
colaboracionista dijo que no participaría en las elecciones municipales del
10-D, pero mandó a gente suya a postularse simulando que lo hacían por su cuenta.
Ocurrió que ese día hubo abstención masiva del 80%, por lo menos. Así quedó ratificado que ni la MUD
colaboracionista ni el títere Maduro tienen pueblo. Con algo singular: un
pueblo hambreado no se dejó comprar con carnet de la patria ni bolsas de
comida. Ni comprando votos Maduro pudo vencer la abstención masiva.
La casta política de títeres y colaboracionistas, que
forma la superestructura política, no tiene pueblo. Lo que pacten es teatro sin
público. Ya la MUD colaboracionista no está en capacidad de seguir siendo el
bombero de la narcotiranía comunista. Estamos en el sitio exacto en que se
bifurcan los caminos: el que conduce al estallido social anárquico por falta de
liderazgo, provocado por una sola chispa que encienda la pradera, ó el que
conduce al nacimiento laborioso de la nueva etapa histórica, provocado por un
liderazgo que actúe adecuadamente ante un país cuyo embarazo está próximo a
entrar en labores de parto. Con este fin
he propuesto poner en práctica la estrategia francesa ante la ocupación
alemana: un De Gaulle como presidente en el exilio y una resistencia
clandestina adentro. Me han convencido de que no es posible porque el TSJ en el
exilio está subordinado a la MUD colaboracionista. Si fuere así, correrá su
misma suerte. Todavía tiene la oportunidad de salvarse si, a solicitud de los
exiliados, subsanan las omisiones constitucionales de la AN designando un
Encargado de la Presidencia de la República en sustitución de Maduro cesado el
09-01-17 con fundamento en el Art. 233. Ahora con mayor desprestigio
internacional por la condena a sus narco-sobrinos.
@petitdacosta
ALIANZA LIBERTADORA (13)
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