El objetivo inmediato es salir de Maduro como sea, en
unión cívico-militar, porque sólo saliendo de Maduro podremos vivir bien, en
prosperidad y bienestar
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Tengamos siempre presente que en Venezuela se está
librando la batalla decisiva por América Latina. Enfrente tenemos al Foro de
Sao Paulo (Internacional Narco-Comunista de América), cuyo jefe es Raúl Castro,
que ha sucedido a su hermano Fidel, quien instauró la monarquía comunista
cubana dándole al nepotismo forma de sucesión dinástica. Esta monarquía
comunista instaló aquí un gobierno títere, presidido por su monigote Maduro, al
cual sostiene políticamente la “cúpula podrida” de la FANB (no hay dictadura
del proletariado sino una narcotiranía militar) y financieramente el oro negro
(petróleo), el oro blanco (cocaína) y ahora el oro azul (coltrán), cuyo negocio
tributa a Cuba, aunque explotados, el negro y el azul, por China y Rusia. En
consecuencia, el resultado de la batalla excede el ámbito nacional, no sólo
porque sería desastrosa por sus efectos para la Internacional Narco-Comunista
por la previsible caída de todos sus enclaves, sino porque destrozaría los
planes ruso-chinos de instalarse en América, incluso con bases militares, y los
colaterales del terrorismo islámico, amenazando a Estados Unidos e
involucrándonos en una guerra mundial. En consecuencia, la batalla que se libra
aquí es de dimensión planetaria. No obstante, los dos gobiernos anteriores de
Estados Unidos (Bush y Obama) no lo entendieron así y dejaron solos al pueblo
venezolano. Ojalá los asesores de Trump le hagan ver lo que está en juego
incluso para la seguridad nacional de su país.
Para desgracia del pueblo venezolano en esta batalla
de dimensión planetaria no ha contado con líderes, sino con “apparatchik”,
burócratas de partido. Precisamente por ello se perdieron tres oportunidades
para librarnos del dominio cubano y recuperar la independencia política y
económica. Fueron en 2013 cuando Capriles renunció a la presidencia por temor a
ver sangre en la calle; en 2014 cuando, por celos políticos de unos y
colaboracionismo de otros, dejaron solos a los tres de LA SALIDA (López,
Ledezma y Machado), alegando que la salida debia ser pacífica y electoral; y en
2016 cuando se abstuvieron de tomar contra la
tiranía las decisiones que debían haber tomado apenas instalada la AN.
Fracasada la AN el pueblo ha tomado la calle, obligándolos a seguirlo. Como
siempre desde la independencia, la juventud heroica está en la vanguardia
haciendo el mayor sacrificio. Ha entrado en escena la Generación de 2017,
sucesora de la Generación de 1810, de 1928 y de 1958. Honor a los valientes
jóvenes entregados a la lucha. A ellos les debemos que estemos ganando la
batalla al lograr, en esta primera etapa, la desestabilización de la tiranía,
cuya situación es insostenible, y su condena internacional unánime.
Toca ahora alcanzar la victoria. Y como dicen los
clásicos de la política y de la guerra: “la victoria puede ser creada.” En este
caso cabe aplicar el consejo de Dantón: “audacia y más audacia.” Audacia en el
objetivo: salir de Maduro. Pero darle a este objetivo político un valor de recompensa
económico-social: salir de Maduro para vivir bien, para que tengamos
prosperidad y bienestar. Sólo saliendo de Maduro viviremos bien. Y darle a este
objetivo un sentido de supervivencia: “colócalos en una situación de posible
exterminio, y entonces lucharán para vivir. Ponles en peligro de muerte, y
entonces sobrevivirán. Cuando las tropas afrontan peligros, son capaces de
luchar para obtener la victoria (Sun Tzu).”
Audacia en el contra-ataque: 1) Desconocer la
autoridad de Maduro por haberse declarado su falta absoluta; 2) Remover el Vice
por estar incurso en el autogolpe; y 3) Encargar de la presidencia al
Presidente de la AN o a quien ella elija, hasta que sea electo en 30 días el
que va a ejercer el cargo hasta 2019. Haciéndolo así obligan a los militares a
definirse y, mejor aún, a que la OEA, concientizada de la dimensión planetaria
de nuestra batalla, aplique la Carta Democrática forzando una elección
presidencial libre y justa.
En mi opinión Maduro, con su propuesta de
Constituyente, nos ha hecho el favor de obligar a la AN a pelear por su supervivencia.
Ya no es sólo la de Venezuela sino la suya personal.
@petitdacosta
@petitdacosta
LIBERACIÓN NACIONAL Y NO-REELECCIÓN (212)
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