Tanto para los militares como para los políticos que
la tengan sucia
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Si están dadas todas las condiciones objetivas y algunas de las subjetivas para la rebelión popular, porqué han pasado más de 30 días de iniciada sin que se haya producido el desenlace con la caída de la tiranía? Es la pregunta que algunos me hacen buscando una explicación de quien participó activamente en la resistencia clandestina contra la anterior tiranía, gestora de la rebelión cívico-militar que culminó el 23 de enero de 1958. He aquí mi respuesta.
Ante todo hago esta afirmación: estamos ganando desde
que tomamos la calle, porque la salida está en la calle. La situación de la
tiranía es insostenible. El país se le ha tornado ingobernable. Y, por otra parte,
su imagen internacional anda por el suelo. Es unánime la condena de los pueblos
del mundo y de los gobiernos democráticos. Esto quiere decir que la tiranía no
tiene posibilidad alguna de mantenerse. Sus bases están socavadas. Esto
representa un éxito mayúsculo. En 1958 no teníamos a nuestro favor las
condiciones objetivas (había una economía sana, con una moneda estable, sin
escasez ni inflación, gozábamos de seguridad absoluta, lo único que nos faltaba
era libertad y democracia). Pero sí teníamos la única condición subjetiva de la
que carecemos ahora: líderes audaces que encarnen el sentimiento popular.
Entonces, repitamos la pregunta, si sólo carecemos de
esta condición subjetiva, porqué ha demorado tanto la caída de la tiranía? Respuesta:
No estamos luchando contra Maduro nada más. Maduro no es Maduro. Es Cuba. Nos
fue impuesto por Cuba, después de la traición de Chávez. Estamos luchando
contra Cuba. Se trata de una segunda guerra de independencia. Pero esta vez una
guerra asimétrica: ellos armados hasta los dientes y nosotros desarmados. Y
detrás de Cuba está la Internacional Narco-Comunista de América. Algo inimaginable
para Marx y Lenin: un comunismo narcotraficante que, en lugar de dictadura del proletariado, es narco-tiranía militar
contra el proletariado. Es un comunismo insólito en la historia: el
narco-comunismo de la cúpula militar al servicio de Cuba. Y la Internacional
Narco-Comunista, bajo la jefatura de Cuba, consciente de que sólo la cúpula
militar es narco-comunista, ha añadido otra herejía al comunismo: darle como
base popular el lumpem-proletariado formado por vagos y maleantes,
convirtiéndolo en narco-tiranía de la delincuencia organizada como banda
criminal. Un engendro contra-natura, transformado en monstruo diabólico desde
el momento en que ha pactado con el terrorismo islámico aliándose para atentar
contra Estados Unidos y ha invitado a Rusia a establecer una base militar en el
territorio nacional con el mismo fin. No estamos bajo una tiranía militar
tradicional, sino bajo el Gobierno del Mal que ha reunido a todos los demonios
que andaban sueltos. Y, sin embargo, los estamos derrotando.
Falta ahora suplir la ausencia de un liderazgo sólido,
nuestra única debilidad. Hasta aquí hemos llegado porque los políticos han sido
arrastrados por la gente. Le toca a ellos dar un paso audaz: elegir en la AN,
después de remover al Vice, a un Presidente Encargado que supla la falta
absoluta de Maduro, declarada el 9 de enero, hasta tanto se celebre la elección
por voto popular del que deba completar el período hasta 2019. Al dar este paso
provocarán una definición en la FAN, la cual a su vez provocará la definición
de la OEA a favor de la aplicación de la Carta Democrática precisamente para
que, bajo su supervisión, se efectúe la elección del titular de la presidencia
hasta 2019, el que presidiría el gobierno de transición. Con el fin de que se haga así, los políticos
deben solicitar el apoyo de los militares decentes, que los hay. Es la
oportunidad de lavarse la cara los políticos que la tengan sucia de
colaboracionismo.
Pero si los políticos se abstienen de dar este paso, quedando
con su cara sucia, entonces los militares decentes deberían asumir el liderazgo
del país activando el procedimiento de la sucesión presidencial a que los
obliga el Art. 333 de la Constitución, declarada como ha sido la falta absoluta
de Maduro y, en consecuencia, su ilegitimidad por haber roto el orden
constitucional. Y el pueblo apoyará y
aplaudirá con entusiasmo desbordante a los militares que den este paso audaz,
con el cual se lavará la cara bien lavada el que la tenga sucia.
La historia enseña que el pueblo ve limpia la cara del
que lo salva de la tiranía. Vale igual para militares y civiles.
@petitdacosta
LIBERACIÓN NACIONAL Y NO-REELECCIÓN (213)
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