En la introducción al Derecho Laboral siempre se dice que, si bien el
trabajador no tiene dueño a diferencia del esclavo ni es siervo como lo fue el
campesino en el feudalismo, sus condiciones de vida eran inferiores, durante el
capitalismo salvaje, porque con un salario insuficiente, en el supuesto de que
tuviera empleo, debía proveerse de alimentos, vestido, vivienda y educación
para él y su familia. La contrapartida de la libertad de trabajo fue la
mendicidad. Esta situación dramática está reflejada en la novelas de la época.
La condiciones inhumanas en que vivía la clase obrera (llamada así
porque los obreros la constituían en su casi totalidad, muy diferente a la
época actual cuando debe hablarse de clase trabajadora debido a que en su
mayoría la forman empleados) dio origen al debate profuso sobre la CUESTIÓN SOCIAL, una expresión
acuñada en Europa en el siglo XIX, que intentó recoger las
inquietudes de políticos, intelectuales y religiosos, frente a los nuevos y
múltiples problemas generados tras la
revolución industrial, entre ellos, la
pobreza y mala calidad de vida.
Los primeros en tomar posición fueron Marx y sus seguidores, quienes
propusieron a los obreros, llamándolos proletarios (el que sólo tiene prole, o
sea, hijos), tomar el poder político instaurando la dictadura del proletariado
que acabaría la desigualdad socio-económica con el comunismo. El
enfrentamiento ideológico era entonces entre el liberalismo ( que sostenía que el
Estado no interviniese en la economía y la sociedad, sino dejara que el mercado
hiciese las correcciones) y el comunismo o socialismo (que sostenía absolutamente
lo contrario, que el Estado lo hiciese todo haciéndose propietario de los
medios de producción). Era un debate entre extremistas.
Entonces decidió intervenir la Iglesia Católica formulando la Doctrina
Social, que se diferencia del liberalismo porque sostiene que el Estado debe
intervenir en la CUESTIÓN SOCIAL aplicando la justicia social. Y, al mismo
tiempo, se diferencia del comunismo-socialismo porque se opone al absolutismo
de Estado por ser la negación de la dignidad humana y del bien común, puesto
que se trata de la tiranía de una clase social, o de unos asaltantes que dicen
representarla.
El debate continuó así: 1) durante la primera mitad del siglo XX
centrado en el malestar social durante el capitalismo, sobre todo con motivo de
sus crisis cíclicas, que sirvieron de pretexto al comunismo en la URSS, al
fascismo en Italia y al nazismo en Alemania;
2) durante la segunda mitad del siglo XX por la CUESTIÓN SOCIAL de post-guerra, para cuya atención se estableció en Europa
Occidental el Estado de Bienestar aplicando así la Doctrina Social de la
Iglesia (democracia y justicia social).
A fines del siglo XX se planteó otra vez la CUESTIÓN SOCIAL, pero no ya
por una crisis del capitalismo sino por el colapso del comunismo, bajo cuya
vigencia vivieron en ESTADO DE MALESTAR los habitantes de los países de Europa
Central y Oriental. Se comprobó entonces que el comunismo no resuelve la
CUESTIÓN SOCIAL; por el contrario, condena a toda la población a vivir en
pobreza y sin calidad de vida y explota a los trabajadores (sin libertad
sindical, sin contratación colectiva, sin derecho a huelga) aparentando lo
contrario. A esta CUESTIÓN SOCIAL, provocada por el comunismo, se le dio como
solución unirse al Estado de Bienestar de la Unión Europea.
En nuestro país está planteada una CUESTIÓN SOCIAL peor que la
soviética, provocada por el comunismo importado de Cuba, que ha creado un
ESTADO DE MALESTAR insoportable por extremadamente injusto. Cuando salgamos del
comunismo, saliendo de Maduro, deberemos resolver la CUESTIÓN SOCIAL que
tenemos planteada. Y para ello deberemos establecer el ESTADO DE BIENESTAR.
CONSTITUCIÓN SOCIAL 3 01-03-17
@petitdacosta
No hay comentarios:
Publicar un comentario