viernes, 25 de noviembre de 2016

Protestemos al Papa Francisco si no da respuesta contundente al robo de las medicinas traídas por Cáritas


El decomiso por el SENIAT de las medicinas donadas a Cáritas por extranjeros y su adjudicación al IVSS no es un desafío a la Conferencia Episcopal Venezolana, sino un agravio directo y personal al Papa Francisco, el cual está obligado a dar una respuesta inmediata y contundente, tomando en cuenta la crisis humanitaria que padecemos los venezolanos, la que afecta sobre todo a los pobres. Y la respuesta que esperamos los católicos es que, para hacerse respetar, el Vaticano se retire de la mediación entre la tiranía comunista, servil a Cuba, y el cogollo colaboracionista de la MUD, alegando el agravio a la Iglesia Católica en su persona. Es incompatible con la dignidad del Sumo Pontífice y de la Iglesia Católica seguir allí después del agravio, porque sería hacer el ridículo y ofender al pueblo católico. isericordias o dio el ejemplo coavio a la Iglesia Catl  la disciplina de la Iglesia Catga el n misericordias o dio el ejemplo co
Si el Papa Francisco no reacciona como corresponde a su condición de pastor que debe velar por los fieles, en este caso los enfermos de todas las edades (Cristo a Pedro: “apacienta mis ovejas”), debemos elevar nuestra protesta por su conducta, de viva voz en las iglesias para que los sacerdotes la transmitan y mediante carta pública que suscribamos millones de católicos.
No podemos aceptarle al Papa que no reaccione ante el agravio a su persona que tiene por finalidad ridiculizarlo y rebajarlo ante el pueblo venezolano, demostrando que no es nadie ante la tiranía comunista, títere de Cuba. Y que está por debajo de Maduro, quien puede arrebatarle las medicinas para los pobres en sus narices sin que diga nada. No lo aceptamos porque destruye su autoridad, que está en el deber de preservar por ser la base fundamental en que se sustenta la disciplina de la Iglesia Católica. No lo aceptamos porque socava nuestra fe. Y no lo aceptamos porque no queremos creer que el Papa Francisco es comunista y lo hemos negado, pero tendríamos que creerlo si no protege a los cristianos pobres ante el atropello de los comunistas que le roban, en las narices del Papa sentado en una mesa de diálogo, las medicinas recogidas para ellos por la misma Iglesia.

Hagamos que nuestra protesta llegue al Vaticano por todos los medios disponibles. Sacudamos a la Iglesia para que el Papa Francisco tome partido por el pueblo de Cristo, que es el perseguido, y enfrente a los comunistas, que además son traidores a la patria. 

REFLEXIONES 111                          25-11-16


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