Obama ha sido el aliado de Maduro y de los Castro. El que,
además de la MUD, ha impedido su caída. Explicaré desde cuándo, cómo y porqué.
La Unión Europea había aprobado lo que llamaron “la posición
común ante Cuba”, propuesta por España durante el Gobierno de Aznar, por la
cual los países europeos condicionaban inversiones y préstamos a la apertura
política: derechos humanos, elecciones y democracia.
Cuando asumió el socialista Rodríguez Zapatero, el gobierno
de España inició las diligencias para el cambio de “la posición común.” El
encargado fue el Canciller Moratinos, que se convirtió en el abogado de Cuba
ante la UE, la cual acordó, ante su insistencia, iniciar conversaciones con la
tiranía cubana, conviniéndose en negociar primero sobre apertura económica y
luego sobre derechos humanos y democracia, pero en el entendido de que sin la
apertura política no habría inversiones. Demoró la negociación. Estaba
concluyéndose el acuerdo sobre el tema económico y próximo a pasarse al segundo
tema, cuando Obama intervino para acordarse con Cuba prescindiendo de la
apertura política. Así Obama prescindió de la exigencia de derechos humanos,
elecciones y democracia. Le bastaba con que Cuba se abriera al capital de los
Estados Unidos. Para los Castro era la salvación porque Cuba comunista se
enfrentaba a un futuro incierto debido a que su sostén, que es Venezuela,
estaba hundiéndose en el colapso.
El plan de Obama era convertir a Cuba en una China pequeña:
una tiranía comunista eterna, sin elecciones libres, que garantiza a la
inversión extranjera el trabajo esclavo de los nacionales, sin Ley del Trabajo,
sin derecho a sindicatos, ni a contratos colectivos ni a huelga. El sueño del
capitalismo salvaje del siglo XIX reproducido en el XXI. Y para la monarquía
comunista cubana, la dinastía de los Castro, era el sueño de su vida, el que
han querido implantar en toda América valiéndose de la Internacional Comunista
de América Latina (Foro de Sao Paulo) que fundaron en 1990. El híbrido perfecto
de tiranía comunista con capitalismo salvaje. En este caso, convertir a Cuba en
isla-maquila con la ventaja de estar a 90 millas de Estados Unidos, que es como
estar dentro.
Para alcanzar el objetivo era necesario levantar el embargo,
ya que mientras estuviera vigente no podía haber inversiones estadounidenses.
Tropezó con un inconveniente: el Congreso en sus dos cámaras estaba bajo el
control del Partido Republicano, en el cual ejerce influencia decisiva el
exilio cubano. Precisamente por ello el Congreso se negó a suspender el
embargo. Entonces Obama recurrió al ardid de irlo suspendiendo por partes
mediante Órdenes Ejecutivas, decretos supremos previstos en la legislación del
país.
Mientras no se levantara el embargo, Obama necesitaba que
Venezuela siguiera sosteniendo a Cuba y a los Castro. Para ello tenía que
seguir Maduro en la presidencia. Así Obama decidió sacrificar a Venezuela, a
que los venezolanos padecieran hambre y sufrieran una crisis humanitaria
pavorosa, por sostener a la monarquía comunista cubana. Lo justificaba diciendo
que si Cuba colapsaba llegarían a su país millones de cubanos en balsas. Oculta
que Estados Unidos no correría este riesgo si hubiese condicionado la apertura
económica con la apertura política (derechos humanos, elecciones, democracia),
presionando conjuntamente con la Unión Europea. Con democracia y economía de
mercado los cubanos no emigrarían; por el contrario, muchos regresarían. Y además
es criminal que Obama nos condene al hambre, la miseria y la muerte, por
sostener a Cuba.
La traición de Obama al exilio cubano y al pueblo venezolano
ha terminado en fracaso, porque han ganado los republicanos la presidencia y el
Congreso, por lo cual cabe esperar que Estados Unidos regrese a exigir a Cuba
la apertura política como condición para levantar el embargo. Y cabe esperar
que los republicanos entiendan que la manera más efectiva para doblegar a la
monarquía comunista cubana es que el pueblo venezolano dé cuenta de Maduro y lo
eche del poder, dejando a Cuba sin sostén económico, derivado del petróleo y
del narcotráfico. Sin tener de donde guindarse los Castro caerán.
Al quedar Maduro sin Obama se nos presenta la oportunidad de
echarlo del poder. Aprovechemos que Obama se va para echar a Maduro.
Decidámonos.
REFLEXIONES 108 09-11-16
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