domingo, 14 de junio de 2015

Diputados de Cubazuela (I)



Liberación Nacional y No-Reelección (126)

Téngase por diputado de Cubazuela, y por añadidura colaboracionista, al que acepta formar parte de la institucionalidad del gobierno títere de Cuba, integrándose a su Parlamento, en lugar de convocar al pueblo a repetir el 19 de abril de 1810, dos siglos después.
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Venezuela dejó de existir como república independiente al ser cedida la soberanía a Cuba por una banda de traidores a la patria todavía en el poder. Somos súbditos de Su Majestad Raúl Castro, titular de la Corona por sucesión dinástica determinada por su hermano Fidel, fundador de la monarquía comunista cubana.
En los años 60 Cuba intentó varias veces anexarse a Venezuela por las armas. Primero la invadió, siendo derrotada por el ejército patriota. Luego se valió del extravío de la izquierda, seduciéndola para la lucha de guerrillas. Igualmente sufrió la derrota por un ejército efectivamente profesional, además de patriota. Entonces cambió de estrategia. Visto que el ejército, por patriota y profesional, era el obstáculo, procedió a penetrarlo para convertirlo en lo contrario: traidor y mercenario. Con este fin infiltró en sus filas a agentes suyos adoctrinados. Cuando tenían mando de tropas, estos agentes, engañando a subalternos incautos, ensayaron otra vez la vía armada para tomar el poder absoluto, lo que harían disolviendo por decreto todos los poderes públicos, y de este modo, sin obstáculo institucional, podrían entregar Venezuela a Cuba. Lo intentaron el 04-02-1992 y de nuevo fueron derrotados por el ejército profesional y patriota. Visto el fracaso hubo otro cambio de estrategia. Se optó entonces por la vía electoral, lanzando de candidato al jefe de la traición. Lo lograron por dos motivos: el error de los gobernantes de no aceptar la propuesta de adelantárseles convocando una Constituyente, previa reforma constitucional, que inhabilitase también a los militares retirados para la presidencia y a la perfidia del candidato que ocultó su calidad de agente cubano, lo que vino a descubrirse después.
Tomado el poder por el agente cubano, tuvimos un gobierno títere dirigido desde La Habana por Fidel en persona, quien puso en ejecución el plan de convertir a Venezuela en Cubazuela. El plan consta de tres etapas. La primera tuvo por objetivo la destrucción de la institucionalidad democrática que fue reemplazada por una fachada de instituciones serviles a la voluntad de Cuba comunicada por medio del tirano. Con esta finalidad fue convocada de urgencia una Constituyente, obviándose el trámite previo de la reforma constitucional y desacatando la orden judicial al constituirse como plenipotenciaria. Esta Constituyente arrasó con los posibles obstáculos institucionales a la cesión de la soberanía a Cuba. Para impedirlo sólo quedaba el pueblo. Representado por una alianza de clases: trabajadores sindicalizados (CTV-Ortega), empresarios nacionalistas (Fedecámaras-Carmona) y profesionales universitarios (Gente de Petróleo y gremios), se rebeló contra el felón obligándolo a renunciar el 11-04-2002. Aquella gesta inolvidable terminó en fracaso porque una sola clase quiso apropiarse del poder, excluyendo a las otras dos, y con este fin pretendió moldear las instituciones conforme a sus intereses, que esa era la intención de los decretos arbitrarios, en lugar de restablecer la vigencia efectiva de la Constitución del 61, como punto de partida para los cambios que demandaba la situación.
El gobierno títere se consolidó, después del revocatorio y de la desobediencia civil expresada en la abstención masiva de 2005, cuando los colaboracionistas pasaron a ocupar el lugar de la oposición usurpándolo. Fue en 2006. Desde entonces estamos en Cubazuela. Recordemos que Venezuela es un despectivo puesto por los conquistadores, porque no consiguieron una Venecia de palacios sino de palafitos. Del mismo modo Cubazuela es un despectivo, porque nuestro país es ahora otra Cuba, pero ultrajada por subalterna de la verdadera.
Cubazuela tiene, no sólo un gobierno títere, sino toda una institucionalidad títere. De las elecciones parlamentarias salen electos diputados, no de Venezuela que ha muerto, sino de Cubazuela. Lo serán de Venezuela cuando la resucitemos liberándola de Cuba, lo cual exige repetir los sucesos del 19 de abril de 1810. Entonces el pueblo de Caracas obligó a Emparam, el Capitán General, puesto por el Rey de España, a renunciar e irse del país. Ahora lo planteado es una movilización nacional para hacer renunciar a Maduro, puesto por la monarquía comunista cubana a la cual sirve.
Téngase, pues, por diputado de Cubazuela, y por añadidura colaboracionista, al que acepte formar parte de la institucionalidad del gobierno títere de Cuba, integrándose a su Parlamento, en lugar de convocar al pueblo a repetir el 19 de abril de 1810, dos siglos después.
El objetivo: LA RENUNCIA DE MADURO.
La consigna: FUERA MADURO.

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